Día 6

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Llegué tarde a la escuela, se me había pasado el tren temprano y tuve que esperar otro, estaba llenísimo, tuve que empujar a una señora para poder entrar, sólo esperaba que esa señora estuviese bien.

Corrí por todo el pasillo para llegar a tiempo a mi clase, era matemáticas y sabiendo como era el profesor, no me dejaría pasar así pasara un minuto de la hora.

Cuando llegué al salón, la puerta estaba cerrada, era mi fin, no había llegado. Estaba sudado y cansado, no podía creer el poco rendimiento físico que tenía.

Me dirigí al primer baño que vi, quería secarme el sudor y lavarme el rostro. Entré y lo primero que vi fue a un chico rubio mirándose al espejo mientras de lavaba las manos.

No entendía mi vida. Antes del reto no me lo topaba, incluso podía decir que se había cambiado de escuela, pero al comenzar el reto, estos 6 días lo he visto sin falta. Era mucha coincidencia o era mi estupidez que no lo notaba. De cualquier forma, lo agradecía.

— Hola— Dije poniéndome a su lado, para lavarme las manos.

Él me miró a través del espejo, pero no me contestó nada. Siguió lavándose las manos con delicadeza. Al tener las dos manos ocupadas, significaba que sólo estaba apoyado en un pie, las ganas de aventarlo estaban, pero no lo hice.

— Hola— Volví a decir un poco más alto. Volvió a ignorarme. —¿Qué tal tu mañana? — Me estaba tragando mi orgullo por él y no lo apreciaba.

Bueno, no por él, por el reto.

—¿Qué te importa? —Me contestó. Al menos me habló, fue un avance.

Lo miré a través del espejo y vi un golpe en su labio inferior, quise preguntar que le había pasado, pero me quedé callado, no era lugar ni momento, además no me diría.

—Mmm... — Dudé en contestarle algo grosero o no. Decidí en no hacerlo. —¿Por qué no estás en clase? —Mis intentos para establecer una conversación eran pésimos.

—Por la misma razón que tú— Contestó. Me contestaba, nunca había llegado tan lejos antes.

—¿Y por qué se te hizo tarde? —Terminé de lavarme las manos y tomé un trozo de papel para secarlas. Jimin tomó un poco de agua y limpió su herida en el labio.

—¿Por qué me hablas? —Cuestionó un poco molesto. Yo abrí mi boca para contestar, pero realmente no sabía que decirle, estaba en blanco. —Ya no me hables —Dijo como último para salir del lugar tomando su mochila y sus muletas.

Yo seguía con la mente en blanco, no pude decir nada. ¿Cómo se suponía podía cumplir este reto? Él me odiaba a morir, incluso si pudiera ya me hubiera matado.

Respiré profundo para relajarme, no podía perder el reto, no podía follarme a Troncha Toro, no podía decirle al director que quería su polla y no podía salir con Hayun por una semana.

Sí, cuando no cumples un reto, el castigo es hacer lo mismo que hicieron los demás, y si yo no logro que el odioso y grosero de Jimin sea mi novio, tendré que hacer cada una de esas cosas.

Mojé mis manos y las llevé a mi cabello, no quería pensar en eso por ahora. Jimin me trataba mal, pero en ocasiones de ponía nervioso, era complicado comprenderlo.

Lo que era obvio es que sólo me trataba mal a mí. Con mis amigos era un amor y conmigo era el hombre más cruel del mundo. Puede que lo entienda, lo insulté hace un año y no le pedí perdón, y le rompí su pie hace 4 días.

Le di razones para odiarme.

Pero ahora le dará razones para amarme.

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☁︎ 20 días ᵏᵒᵒᵏᵐⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora