Día 10

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Estaba decidido a entrar al equipo de debate, tenía que hacer cualquier cosa para poder pasar tiempo con él, tal vez debía hacerlo y desde allí enamorarlo, porque está estrategia no estaba funcionado.

Ya estaba decidido, tenía que hacer cualquier cosa para acercarme a él, y una de esas cosas que tenía que hacer, era olvidar el mal rato que me hizo pasar ayer.

Estaba sentado en mi ya casual asiento en el metro. Jimin se sentó frente a mí. Ahora ni intenté ayudarlo, ni siquiera le vi directamente como otras veces, sólo hice como si no existiera mostrando misterio de mi parte, y parecía funcionar, ya que me veía por varios lapsos de tiempo.

Tenía mis audífonos en mis oídos y un libro de arte en mis manos, Solji me dijo que ese día el profesor me asignaría a un nuevo equipo, yo sólo estaba que fuese alguno de mis amigos.

Comenzaba a leer sobre el tema a exponer, tenía que prepararme, tenía que pasar esa materia a toda costa, no podía irme a extra, no lo permitiría.

Cambié de hoja y sentí que alguien me veía, levanté mi vista hacia el frente, sabía quien era es alguien. En cuanto lo pillé, desvió su mirada hacia otro lado, empezó a mover su yeso. Estaba nervioso, punto para mí.

Jimin 0 - 1 Jeongguk.

Sonreí internamente y seguí leyendo, no sabía porque no hacia esto desde el año pasado, siempre me tocaba irme parado y aplastado por no salir un poco antes de casa.

Era más calmado todo, no se subía tanta gente y podía sentarme en el lugar que quisiese. Era una maravilla.

Miré mi reloj de mano que decidí ponerme, e iba a buena hora, Solji me citó a las 6 para vernos con el profesor para hacer el cambio de compañeros.

Según me explicó Solji. A su amiga le había tocado con alguien que le quitaría mucha reputación como princesa del colegio, vaya estupidez.

Acepté cambiar de pareja porque a mi tampoco me apetecía trabajar con una chica como Solji, tan hueca y básica que daba miedo cuando te hablaba. Delgada hasta los huesos, ¿Quién fue el estúpido que dijo que eso era belleza?

Suspiré un poco al recordar todo eso, siempre me cuestionaba que tan jodida estaba la sociedad y siempre me decepcionaba, siempre llegaba a la conclusión que mucho, estaba muy jodida.

Estaba a punto de llegar a su fin el tren, guardé mi libro y me puse de pie, caminé hasta la puerta, quería bajar rápido, no tenía tiempo para decirle a Jimin si necesitaba ayuda, aunque debía hacerlo.

- Jeon- Escuché una voz entre la música. Me quité un audífono para saber si fue mi imaginación. - Jeon- Era un susurro casi inaudible, pero sabía de quien era.

- Dime- Me giré hacia Jimin.

- ¿Me ayudas?- Sonreí y asentí. Me dirigí a él y me importó poco que una señora se nos haya quedado viendo. - Sólo no me toques mucho- Dijo apenado, volví a asentir.

Tomé su mochila y la coloqué sobre mi hombro, después le pasé sus muletas y le ayudé colocando mi mano en su espalda a ponerse de pie.

Él sonreía al piso, yo sólo sonreí de lado. Salimos del vagón y nos dirigimos fuera de la estación, yo seguía con su mochila y él seguía con su sonrisa.

- Jeon, quiero disculparme por lo de ayer- Habló después de que no dijimos nada por un buen rato. - Fue muy grosero de mi parte hablarte así- No tenía que disculparse, estaba extrañado de como él puede pedir perdón tan fácil por algo insignificante, y yo no puedo hacerlo por algo tan grave.

- No te preocupes, te entiendo. Se pudo malinterpretar- Dije mirándolo. Sonrió.

Santa Madre del niñito Jesús.

☁︎ 20 días ᵏᵒᵒᵏᵐⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora