☁︎ 20 días ᵏᵒᵒᵏᵐⁱⁿ

Día 20

Odiaba los hospitales, odiaba el olor a medicina, odiaba a la gente que trabajaba allí, odiaba los asientos incómodos, odiaba las medicinas, odiaba absolutamente todo relacionado a los hospitales.

Pero estando con Jimin todo era diferente. Con él olvidaba absolutamente todo eso y sólo me concentraba en él.

El dia anterior fue difícil para mí. No sabía que creer ni que pensar. Jimin estuvo conmigo en todo momento, me secaba con besos mis lágrimas, y me abrazaba cuando temblaba. No podía imaginar que alguien como él me hiciera lo que vi.

Eren no había asistido a clases ese día, Jimin trató de contactarlo para que me explicara por su propia boca, que el supuesto beso no había existido.

Yo ya no quería pensar en eso, pero algo muy dentro de mí, me hacía recordar ese instante en que Jimin disfrutaba el beso con Eren. Eso hacía que volviera a llorar. Como en ese momento.

- Jeongguk- Me susurró Jimin cuando vio mis lágrimas.

Estábamos sentados en una de las típicas sillas incómodas de los hospitales. Jimin me obligó a venir a una cita con el neurólogo, decía que esas pastillas posiblemente me estuviesen haciendo daño.

Recargó su cabeza en mi pecho y lo abracé a mí. No podía alejarlo, mi cuerpo me exigía tocarlo, sentir su calor contra el mío.

- No llores- Me abrazó fuerte. Levantó su mirada para verme. Secó cada una de mis lágrimas con suaves besos, sonreí.

- No puedo dejar de hacerlo- Sonreí tonto y desvíe mi mirada de él, si lo veía iba a llorar otra vez.

- Lamento tanto todo esto, eres el único para mí, Jeongguk. Tenlo siempre en mente- Se alejó de mí y se quedó a mí lado, sentado viendo al piso.

Sus manos estaban sobre el cruce de sus piernas, se veía triste. Me sentí culpable al saber que por mi culpa él estaba así, pero no podía hacer algo más, cada vez que lo veía recordaba ese momento.

- ¿A dónde vas?- Le tomé el brazo cuando se puso de pie.

- Al baño- Sonrió sin mirarme y lo solté. Tenía miedo de que se fuera y me dejara sólo.

- No tardes- Susurré y asintió.

Caminó lejos de mí. Podía verlo como se perdía entre la gente del pasillo, tenía la cabeza baja y seguramente estaba llorando.

Era un estúpido.

Me puse de pie para ir con él, pero me llamó una enfermera para que entrara con el médico, ya era mi turno y Jimin no estaba conmigo. Tenía miedo.

- Espere un momentito- Le indiqué a la enfermera para llamar a Jimin y me acompañara.

Saqué mi móvil y marqué su número, lo llevé a mi oído, esperaba escuchar su bella voz, pero lo único que estaba era la voz de la operadora. Volví a marcar, me había dejado.

- ¿Sí?- Escuché del otro lado de la línea.

No me dejó.

- Ya me toca, quisiera que estuvieras conmigo- Mi rostro ardió.

- Espérame, ya voy para allá- Colgó y le sonreí a la enfermera, dándole a entender que me esperara un poco más.

Volteé hacia el pasillo y vi como mi novio se acercaba a mí. Se acomodaba su cabello mientras empezaba a caminar más rápido.

- Listo- Se colocó a mi lado e inmediatamente tomé su mano para entrelazar nuestros dedos.

- Gracias por estar conmigo- Susurré mientras caminábamos hacia donde la enfermera nos indicaba.