Día 16

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Faltaba sólo un día para entregar el trabajo y prácticamente lo teníamos listo. Sólo faltaba afinar algunos detalles mínimos, como tener secuencia en lo que decía yo, y Jimin, pero eso se arreglaría con la práctica.

Estaba caminando hacia la biblioteca, iba tarde y seguramente Jimin me iba a regañar. Subí los escaleras de dos en dos, tenía que llegar lo más rápido posible.

Caminé hasta el último cubículo y me asomé por la ventana, lo vi allí sentado, con un enorme suéter por el frío, su nariz estaba roja, y sus manos temblaban, podía distinguirlo.

Todos creían que éramos novios por lo que dijo Jimin ayer, eso trajo muchas consecuencias, tanto negativas como positivas.

Una negativa es que mis amigos me empezaron a bombardear de preguntas sobre nosotros, el cómo se lo pedí, en qué momento, etc. Y una positiva sería que estaba casi hecho de que había ganado el reto, y con cinco días de anticipación.

Entré al salón sin hacer mucho ruido, la puesta estaba abierta, así que no notó cuando entré. Me puse detrás de él y con un movimiento veloz tape sus ojos con mis manos.

- Jeon, deja de jugar- Llevó sus manos a las mías y trataba de quitarlas. No lo permití.

- ¿Quién es ese tal Jeongguk?- Finjí mi voz, salió bastante rara que solté una carcajada.

- Mi novio- Volvió a decir, y otra vez estaba en el piso.

Mi corazón latió con fuerza sin saber el porqué. Quité mis manos de su rostro y me senté a su lado sin decir nada, sin expresar ni una reacción en mi rostro.

Jimin me volteó a ver. - ¿Tan mal te pone pensar en que soy tu novio ante los demás?- Dijo con una media sonrisa. - No te preocupes, no debemos actuar como tal.

- No es eso- Dije sincero. Cuando pensaba en Jimin como mi novio, me daban ganas de vomitar, eso lo sentía desde el día uno, pero ahora era un poco diferente.

Ahora al escuchar a Jimin decir que soy su novio, aunque no sea cierto, provoca en mí el mismo movimiento de mi estómago, pero multiplicado por mil.

- ¿Entonces porqué pones esa cara?- Desvió su mirada de mí, para seguir tecleando en su portátil.

Mordí mi labio al no poder contestar esa pregunta. No tenía idea. - Porque lo dices de repente sin decirme nada antes- Dije lo primero que se me ocurrió.

- Creí que era lo que querías, bueno, el hecho de que seamos "novios" para ganar la apuesta- Hizo comillas en la palabra novios.

- Sí, pero me hubiese gustado que me dijeras antes a mí, y ya después a los demás. No sabes como me molestaron el resto de las clases- Reí un poco al recordar como incluso mis profesores me preguntaban sobre nosotros.

- También me molestaron mucho, incluso Tae no me creía, ya que nunca le dije que me habías preguntado- También rió. - Quiere que nos besemos frente a él para así creerme- Terminó de decir.

Mis mejillas empezaron a arder. ¿Besarme con Jimin? No, no por favor, las náuseas regresaban.

- También me dijo Hoseok que sólo de esa manera ganare la apuesta- Mentí y no sé porqué.

Jimin me miró con los ojos abiertos. - Entonces tendremos que besarnos en algún momento, digo, para que ganes la apuesta- Sus mejillas estaban rojas, sonreí de lado.

- Tengo miedo, nunca he besado a un chico antes- Confesé. Había tomado confianza con Jimin, era un chico increíble, sabía que no se iba a burlar.

- Ya veo- Se giró hacia mí. - Necesitas practicar para cuando lo tengamos que hacer frente a ellos- Llevó su mano a su mentón, tratando de pensar en algo, supongo.

Lo miré con mi cabeza un poco ladeada. Él miraba hacia un punto indefinido. - ¿En qué piensas?- Le dije mientras le acomodaba sus lentes.

- Bésame ahora- Dijo como si nada. Negué. - Sí, piensa que soy una chica. ¿Has besado a chicas, no?- Cuestionó.

- Sí, pero es diferente- Desvíe mi mirada, me ardía la cara.

- No es diferente, es totalmente igual- Tomó mis mejillas y me obligó a verlo. - Sino lo haces tú, lo haré yo- Mi corazón latió rápido.

Estaba nervioso, muy nervioso. Mis manos comenzaron a sudar y apretaba mis muslos con fuerza, tenía que besarlo, en algún momento de la vida tenía que hacerlo.

Suspiré y lo miré a los ojos, se veían brillosos, podía verme reflejado en ellos, él me miraba fijamente, con una sonrisa en su rostro, siempre sonreía, siempre me daba ese rayito de alegría a mis días.

Humedecí mis labios y tomé su mejilla derecha, la acaricié un poco con mi pulgar. Pasé saliva, él sonrió y bajó su mirada a sus manos, apostaría que también estaba nervioso.

Me acerqué a él, no podía imaginar a una chica, en mi mente estaba él, y sólo él. Lo besaría a él, y no a una chica, besaría a Jimin, y eso me aterraba.

- Jeongguk- Susurró mi nombre cerrando sus ojos. Nunca me había llamado por mí nombre, siempre me decía Jeon. Sonreí más, eso me animó a seguir adelante.

Estábamos cerca, yo estaba sentado en el borde de la silla para estar más cerca de él. Seguía acariciando su mejilla mientras nuestras nariz se tocaban.

Lo iba a hacer.

Miré su rostro estando tan cerca, nunca se había visto más hermoso que en ese momento. Sus mejillas estaban rojas, sus ojos no los podía porque estaban bajo sus párpados, sus labios brillosos, en su piel no había ninguna imperfección, y es que Jimin era lo contrario de ello.

Jimin era perfecto.

- A la mierda- Dijo y tomó mi cuello, en un movimiento rápido ya estaban nuestros labios unidos.

Abrí mis ojos al sentir el contacto.

Dios.

Era Jimin.

Besaba a Jimin.

Mi corazón empezó a latir rápidamente, mi estómago decidió calmarse e involuntariamente cerré mis ojos.

Sentí como Jimin movía sus labios contra los míos, empecé a moverlos también. El beso era lento y un poco torpe de mi parte, mientras que Jimin me daba uno de los mejores besos de mi vida.

Sentía como aprisionaba mi labio inferior contra los suyos. Sus labios deberían ser patrimonio de la humanidad, porque no sólo eran hermosos, sino que sabían delicioso. Eran esponjosos y suaves, los mejores labios que había besado en la vida, y eran de un hombre.

Me separé de él lentamente cuando comencé a necesitar aire. Mordí mi labio inferior y esperé a que Jimin dijese algo, pero no lo hacía. Sólo me miraba como yo a él.

Yo seguía con mi mano en su mejillas y él seguía sujetandome del cuello. Seguíamos cerca, muy cerca.

- Besas delicioso- Me dijo suave, no había necesidad de hablar fuerte.

Mi corazón bombeaba sangre rápidamente. Otra vez.

☁︎ 20 días ᵏᵒᵒᵏᵐⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora