Mi Niñera [FINALIZADA]

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Tras la llamada de Ino informando a Sakura cómo la pasaba su novio Utakata acompañado de una chica guapa, se quedó pensando en lo mal que la pasaron los últimos meses. Ya lo veía venir, pues a menudo peleaban por cosas insignificantes, después él actuaba molesto y desaparecía por días. De tanto pensar en el pasado no se percató en la llegada de Sasuke. El Uchiha se retiró del evento temprano y se encontró con la niñera pensativa en la sala de estar con su hijo durmiendo profundamente.

—Estás demasiado pensativa... —habló por detrás del sofá donde se encontraba su hijo cubierto con una manta.

Sakura salió de ensimismamiento al oír la voz del solterón.

—No oí cuando llegaste.

—Tengo cinco minutos que llegué, vine directo hacia aquí. —Sasuke tenía ambas manos dentro de los bolsillos de su pantalón de vestir color negro.

—¿Y qué tal la velada?

—Aburrida pero tuve que asistir. Tomaré a mi hijo para llevarlo a su cama.

—Adelante...

Sasuke tomó a Deisuke cuidadosamente del sofá, inclinándose un poco. Sakura desde su lugar observó la escena paternal, otros padres hubieran despertado a sus niños de siete años para que él mismo se fuera a la cama, pero no el Uchiha, él lo tomó como si de un niño pequeño se tratase, entre sus brazos apoyando su pequeña cabeza contra su pecho. Antes de retirarse de la sala de estar, le dijo a la niñera:

—No olvides la platica que tenemos pendiente.

—Claro que no se me ha olvidado.

—Espera aquí, regreso en unos minutos.

Mientras Sasuke llevaba a Deisuke a su habitación, una llamada entró en el celular de la pelirosa, se trataba de Utakata, pero por lo que ya sabía lo mandó a buzón y bloqueó. Aún no quería confrontarlo y mucho menos por una llamada. En persona sería mucho mejor. Cuando Sasuke regresó, ya no tenía su saco puesto, solo su camiseta de vestir color azul marino.

—¿Gustas algo de beber? —preguntó él, a medida se dirija a una pequeña barra ahí mismo.

—Lo mismo de ayer, pero más pesado. —Sakura se acomodó bien el sofá y se revolvió el cabello por lo estresada que comenzaba a sentirse. Sasuke notó ello, así que preguntó:

—¿Sucedió algo?

—Si te contará... —Hundió su espalda contra el respaldo del sofá y cruzó las piernas.

—Si gustas puedes decírmelo. Cuando uno se desahoga con gente desconocida puedes recibir consejos duros pero buenos. —Comenzó con la mezcla de los cócteles.

—Tienes razón. Los mejores consejos me los han dado gente que recién conozco. Sí te contaré, pero primero necesitas saber que hoy tuve el placer de conocer a la madre de Deisuke.

Sasuke dejó de mezclar y llevó su mirada hacia Sakura. Su expresión se tensó antes de preguntar:

—¿Cómo fue posible?

—Deisuke estuvo hablando con sus mamá, pidió hablar conmigo. Yo acepté porque no quise ser ruda con tu hijo. Déjame decirte que es encantadora.

El Uchiha regresó a la mezcla y preguntó otra vez:

—De qué hablaron si se puede saber.

Sakura notó la poca molestia que le causó a Sasuke saber sobre la llamada. Su tono de voz cambió un poco de normal a neutro. Aún así ella le contestó:

—Solo me encargó a Deisuke, y que si necesitaba algo le llamará al número que tiene su hijo. Fue todo.

Sasuke terminó de preparar los cócteles y los llevó a la mesa de centro. Tomó asiento retirado a un lado de Sakura, mientras tomaba una copa. Tenía que dejar en claro quién era Hinata, pues no le agradó la llamada entre ambas mujeres.