Cap. 7: Custos Modum Avaritia.

73 12 24
                                    

Mi conciencia ha regresado a mi cuerpo luego de haber terminado de hablar con Dearis.

Al parecer ella puede sentir cuando mi cuerpo está por levantarse o quizás tiene algún tipo de técnica que le permita ver el futuro. Aún desconozco sobre las capacidades y poderes de un Guardián, y me agarra cierta curiosidad ese tema, pero no la suficiente para perder el poco tiempo que tengo con Dearis. Además ya pierdo bastante tiempo dado a que siempre que me reúno con ella termina por estrujarme y abrazarme por varios minutos, y lamentablemente debo permitírselo o de contrario no respondería mis múltiples preguntas respecto a las habilidades, el Aura y entre otros.

(Suspiro)

Enserio. Que Guardiana más molesta me ha tocado.

El fin, es momento de despertarme. 

Abro mis ojos y la primera imagen que obtengo es de Loren sentada al costado de la cama y durmiendo sobre mi regazo plácidamente. Hasta le puedo ver algo de baba. Deja Vú.

-Jeje- Río delicadamente para tratar de no levantarla.

Veo a Loren unos segundos y empiezo a tener unos cuantos sentimientos extraños. Tal vez es lo que denominan el cariño de una familia. Y eso me recuerda la pregunta...

-¿Cómo era mi otra vida?-

Desde que he reencarnado solo conservo algunas memorias como eventos y sucesos, pero ningún nombre, ni siquiera el mío.

De lo que recuerdo es que vivía con unas personas que no eran mis verdaderos padres y al parecer no me llevaba bien con ellos ¿Qué como lo sé? Cada vez que trato de recordarlo me agarra una sensación de odio e impotencia. También recuerdo que solía robar y vagar por las calles cuando era muy joven dado a que la situación económica de mi familia era muy mala. Me daban unas golpizas por intentar robar las primeras veces, que ni reencarnando cientos de veces voy a olvidar jajaja.

No tengo claramente de cómo vivía en ese tiempo más allá de que robaba y sufría.

Lo siguiente que puedo rememorar fue el factor principal que inició mi carrera de Agente Especial.

No puedo recordar bien la causa pero cuando era adolescente, me había metido en una discoteca con el fin de asesinar a un tipo que se encontraba dentro. Tal vez simplemente me caía mal o quizás me hizo algo que provoque que quiera matarlo, la verdad no lo sé ya que solo recuerdo que fui para matarlo. Entré a esa discoteca por una ventana del segundo piso que se encontraba entrando por un callejón que rodeaba al edificio, el cual subí con ayuda de una cañería del desagüe del techo y una vez dentro recuerdo que vi muchas personas bailando, bebiendo, drogándose y algunos incluso teniendo relaciones sexuales en algunas habitaciones. La verdad no presté mucho atención a el entorno, solo una mirada rápida y continué hacia mi objetivo. La siguiente imagen que tengo es de haber logrado apuñalar en el cuello con una botella rota al tipo que buscaba asesinar dentro del daño.

Hubo mucha sangre, y empecé a tener mucha ansiedad, tenía que escapar del lugar antes de que me atrapen. Volví por donde había llegado y cuando estaba saliendo por la misma ventana escucho unos cuantos gritos. No llegue a entender lo que empezaron a gritar, pero no me detuve a oírlo. Salí por la ventana, bajé por la misma cañería y empecé a correr con el fin de escapar y...

(Fuerte golpe)

-¿A donde crees que vas chico?-

Un guardia de la discoteca me golpea fuertemente en el rostro con su codo al agarrarme en la esquina del callejón.

-Muévete.-

Intento correr por un costado de él pero aparece otro sujeto al frente mío, solo que este mismo iba con una escopeta en ambas manos.

Arenam: Umbra - Arena: SombraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora