Cap. 11: Aurelio, el Luxaeram.

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Entro a la casa de Aurelio, el cual tiene una apariencia similar a una casa europea de madera. Es pequeña con un solo piso. El patio en donde terminé apareciendo tiene una superficie aproximada de 5x5 metros y tiene todo el borde con una cerca de madera de aproximadamente 2 metros de alto; un banco para sentarse y un limonero que le produce la suficiente sombra para crear el ambiente perfecto para leer en los días soleados.

Una vez dentro, Aurelio me invita a sentarme y empieza colocar a hervir un poco de agua. Al igual que en mi casa, utiliza una hornalla de leña para producir el calor y una simple pava para calentar el agua para el té, y como todo el mundo, un poco de magia de fuego para prender la leña.

-¿Y de donde eres? Nunca te he visto antes en el pueblo. Si te hubiese visto estoy seguro que no te olvidaría.-

-¿Por qué estarías seguro?-

-Hee Po~Por nada en especifico. Es solo que... que... ¡Tengo buena memoria! Sí. No olvido los rostros de las personas.- Se puso en modo tomate.

-Heee... Bueno. No soy de este poblado, mi padrastro viene a vender el trigo de nuestro campo que se encuentra más al norte y yo simplemente decidí acompañarlo con mi hermana menor.-

-¿Y tu hermana?-

-Me separe de ella mientras escapaba jejejeje.- Sonrío mientras me rasco un poco la nuca. -Por cierto. Me toca preguntarte ¿Qué te trajo vivir en este poblado? Todos tienen una historia para estar en esta tierra de nadie.-

-Era un médico en un imperio Luxaeram. Por razones familiares decidí irme de la casa y terminé llegando a este poblado. Cuando llegue a este lugar la gente pasaba por problemas médicos debido a los ataques de los bandidos y me había ofrecido para curarlos. Mi magia Lux es muy eficaz para sanar, también sería de mis pocas habilidades, y aunque no quiero sonar muy presumido, soy muy hábil para esa tarea. Es mi turno. Cuéntame un poco de ti.-

-Mmm ¿Por dónde comenzar?-

-Jaja ¿Qué te parece por decirme que clase de habilidad hiciste para aparecer en mi patio de repente?.-

-¿Eso? Mmmmm.- Me lo pienso un poco dado que no quiero revelarle a un Luxaeram mis habilidades, pero sería de muy mala educación no decírselo luego de que él sí lo hizo. Además no parece ser hostil. -Es una técnica mía que realizo con mi sombra. Soy una Teneram.-

-Oh. Una Teneram. Serías de las primeras Teneram que conozco. La primera fue una vieja amiga que había conocido cuando viajaba, y la otra sería la señorita Cattia, que es como la protectora actual del poblado.-

-¿Cuántos años tienes Aurelio? Dijiste que tuviste problemas y te fuiste.-

-Ah. Tengo 18 años, pero me había ido a los 15. Ellos querían que entre al ejercito y utilice mis habilidades médicas para las guerras. Me negué rotundamente a unirme. No me gustaba la idea de las guerras y mi Guardián también piensa lo mismo. Siento como si mi propósito en la vida es la de proteger la vida de todos, por eso siento que mi destino y el Guardián Supremo me dieron este cuerpo. Tengo la capacidad de recuperar Aura cuando los demás van perdiendo vitalidad, lo cual me ayuda enormemente para curar a cientos de personas sin sufrir por el agotamiento de Aura. Es un don que me fue otorgado, no lo pienso desperdiciar en cosas bélicas.

Pero basta de mí ¿Tu cuántos años tienes?-

-Yo tengo 14. El septimo mes estaría cumpliendo los 15.-

-Fue muy corta esa pregunta. Exijo una más.-

-¡Hey! Eso no es justo.-

Los 2 nos reímos un poco luego de eso hasta que sentí un ligero dolor en la cintura que me hizo realizar un gesto. Al parecer la pelea con el golem provocó que las heridas que me produjo Lanett vuelva a sentirse.

Arenam: Umbra - Arena: SombraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora