Cap. 17.5: Un recuerdo agridulce.

42 7 8
                                    

Recuerdo el momento en el que me enteré de mi embarazo. Estaba escapando de una legión de Luxaeram que estaban desesperados por tener mi cabeza en una estaca. Hoy en día cada vez que lo pienso me agarra un miedo que no me deja dormir. Esa idea de que podría haber perdido a mi preciada hija me aterra hasta lo más profundo de mi ser. Con esa mujer persiguiéndome era todavía más terrorífico. Esa maldita paladín se volvió en la maldición de mi familia.

Recuerdo esa noche a la perfección...

(Unos años antes...)

-Rápido Celine. Si no te apresuras nos alcanzarán.- (Voz femenina 1).

-Espera Armesa. Parece que Celine no se encuentra bien. Se ve muy pálida.- (Voz femenina 2).

-Estoy bien chicas. Apresurémonos.- Tengo que mentirles. Últimamente me he sentido mucho más mareada de lo normal.

Seguimos corriendo por el oscuro bosque con la esperanza de perder a nuestros perseguidores y a esa mujer del infierno.

-Son reacios en dejarnos ir.- (Armesa).

Mientras seguimos corriendo, Armena me observa en silencio como siempre lo hace, aunque esta vez parece un poco más observadora de lo normal. Es como si me desnudara con la mirada.

-¿Pasa algo Armena?- Le pregunto.

-Sí.- Me responde seriamente. Me pone nerviosa lo tranquila que es.

-¿Qué pasa hermana?- (Armesa).

-Tenemos que encontrar un escondite rápidamente. Es muy importante.- (Armena).

-Para que hayas dicho que es importante debe ser algo bastante serio.- Le digo a Armena sin dejar de ver el frente por donde corro.

-No hay un buen lugar para esconderse por acá. Tendremos que seguir.-

-Sí. Si esa gente nos atra...- Sin terminar de hablar, unas intensas nauseas empiezan a prohibirme seguir corriendo, obligándome a detenerme para vomitar.

-¡¿Celine?! ¿Es a esto que te referías hermana?- (Armesa).

-Sí.- (Armena).

Quiero hablarles pero las nauseas no me dejan hablar.

-Maldición. A ver, a ver, a ver... ¡Por ahí!- Armesa hace una señal mientras se acerca por donde señaló. -Acá hay una pequeña cueva. Rápido hermana, carga a Celine.-

Sin decir una palabra, Armena se acerca a mi posición, y levantándome de un brazo, empieza a ayudarme para moverme hasta la cueva. Una vez dentro, usa un poco de magia Terra para levantar un pilar pequeño para obligarme a sentarme.

-Celine. Quítate el peto.- (Armena).

-¿Eh?- (Celine).

-¡¿Eeeeh?!- (Armesa).

-Rápido Celine. Hermana, observa que no se aproximen.- (Armena).

Un poco indecisa, Armesa empieza a moverse a la entrada.

-Está bien, pero apresúrate para hacer lo que vayas a hacer. Puedo vigilar pero no creo que pueda hacerle frente a tantos soldados, menos con esa mujer al lado.-

Me quito el peto como me lo pidió.

-¿Ahora?-

-Quítate la camisa-

-¿Qu~Qué?- Mi cara se torna de un color rojo vivo.

-Hermana. No es que cuestione tus gustos, pero no es el momento para esto.- Comenta Armesa con la cara un poco roja también.

Arenam: Umbra - Arena: SombraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora