Cortando camino tanto como le fue posible, Lu Han llegó al lugar de trabajo de su novio exactamente media hora después de haber enviado su último mensaje. Entró rápidamente, buscando con la mirada al padre de Se Hun; ese hombre se parecía tanto a su pareja que aun sin saber nada de él en un largo tiempo, reconocerlo no era complicado.
—Menos mal que ya llegaste, Lu Han —Jong In, quien por lo general se encargaba de recibir a los clientes y asignarles una mesa, ahora se acercaba al mayor para empezar a guiarlo hacia la cocina—. Se Hun no ha querido salir por miedo.
—No me sorprende —dijo el castaño tras un suspiro—. ¿Su padre ya sabe que él está aquí?
—No, no lo ha visto —respondió—. Y no creo que lo haga, mucho menos si Se Hun sigue actuando así. Lo único malo es que se va a meter en problemas si descuida su trabajo.
Cuando entraron al área exclusiva para empleados, la mirada de Lu Han se cruzó con la de Se Hun, que al instante corrió hacia él y lo rodeó con sus brazos tan fuerte como pudo.
—Perdón por haber tardado tanto, mi amor —correspondió al abrazo.
—No importa. Ya estás aquí —susurró.
—¿Estás bien?
—Yo... —El castaño más alto todavía se veía un tanto nervioso—. No quiero ver a mi padre.
—Pueden ir a la parte de atrás, si quieren —sugirió Jong In señalando una puerta—. Creo que allá hablarían más tranquilamente —se encogió de hombros—. Y Se Hun, no quiero molestar, pero recuerda que se te descontará el día completo si te retiras temprano hoy. No puedo hacer nada para ayudarte con eso.
Se Hun asintió sin quejarse, pues en esos momentos no le importaba mucho ese asunto. Lu Han le dio las gracias al compañero de trabajo de su novio antes de tomar la mano de éste y salir por la cocina hacia la parte trasera del restaurante.
Antes de empezar a explicar cómo se sentía exactamente, el menor tuvo que buscar cómo deshacerse del nudo que sentía tanto en su cabeza como en su garganta. Si bien Lu Han podía comprender sin problemas por qué Se Hun no quería ver a su padre, el castaño más alto no dejaba de pensar que era necesario expresar sus pensamientos en orden.
—Si mi padre me viera, todo terminaría mal —suspiró preocupado—. Estoy seguro de que terminaría gritándome... o tal vez algo peor —se recargó contra el hombro de Lu Han—. No voy a mentirte: tengo miedo. Cuando lo vi en el restaurante, me puse realmente mal. Creí que iba a desmayarme o algo. Puede parecer tonto que no quiera ver a mi padre, puedo parecer un cobarde, pero...
—No es necesario que me expliques más —dejó un beso suave sobre su cabeza—. Si no te sientes bien y prefieres irte a casa de una vez, dilo y así lo haremos, en serio. No te preocupes tanto si te descuentan el día —le sonrió levemente—. Podemos salir por aquí y evitar encontrarnos frente a frente con tu padre.
Volteó a ver a su pareja. —¿Por qué deben pasar cosas así en el día que se supone que es el menos estresante de mi semana?
Lu Han acarició la espalda del menor suavemente. —Anda, vamos a casa.
Regresaron al interior del restaurante sólo para explicar la situación en la cual se encontraba Se Hun, anunciando así que se retiraría temprano. Mientras recogía sus cosas, Jong In se acercó a Lu Han.
—Tal vez es un mal momento para preguntar, pero... ¿Cómo está Kyung Soo? —Una débil sonrisa se formó en sus labios con sólo mencionar ese nombre.
Lu Han volteó a ver a Jong In. —Ha estado muy ocupado últimamente, pero se encuentra bien —contestó con simpleza—. Deberías visitarlo pronto, si quieres mi opinión. Se nota que te echa de menos —admitió con una leve risa.
—No lo haré esperar demasiado —prometió antes de despedirse.
Se Hun salió junto con su novio por la parte de atrás del restaurante, avanzando hasta el estacionamiento y subiendo al auto del mayor. El camino de regreso a casa fue un tanto silencioso, pero corto.
Apenas pisó el sitio, Se Hun corrió a la habitación que compartía con su pareja y se dejó caer encima de la cama. Con cierta preocupación, el más bajo lo siguió e intentó asegurarse de que el contrario no estaba llorando ni nada por el estilo. No le hacía bien resistir y guardar sus verdaderos sentimientos durante mucho tiempo, lo dejaba agotado.
—¿Amor?
—Lo siento...
—¿Por qué dices eso? —Preguntó, acercándose a la cama hasta que pudo tomar asiento junto al cuerpo del más alto.
—Por mi culpa tuviste que salir antes de tu reunión de trabajo —murmuró, pero Lu Han lo había alcanzado a escuchar a la perfección.
Sonrió de lado y negó un par de veces. —Tonterías —le dijo mientras le revolvía el cabello—. Me necesitabas, así que sólo fui a buscarte. Ahora deberías tratar de descansar un rato... —Se inclinó hasta alcanzar su mejilla, lugar donde dejó un beso cariñoso antes de levantarse.
—Gracias.
—No es nada.
Continuará.
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Hacia delante [HANHUN]
FanfictionNo importa qué pase, no importa cuántas cosas salgan mal, no importa qué tan difícil se muestre la vida. Mientras Lu Han se quede a su lado para recordarle que no está solo, todo estará bien. ⚠ PROHIBIDO COPIAR O ADAPTAR ESTA HISTORIA.