Hacia delante [HANHUN]

Capítulo 6.

Una semana más tarde, Se Hun había logrado regresar a su rutina sin tantas complicaciones. De vez en cuando seguía pasando por su mente el cómo evitó encontrarse frente a frente con su padre el día en el que éste fue a su lugar de trabajo, pero no se dejaba atormentar por ello, pues prefería concentrarse en otras cosas.

Lu Han era de gran ayuda. Su novio estaba ahí para él y le enseñaba cómo sacar lo mejor de cada situación, recordándole a la vez que, como el pasado no podía cambiarse, había que seguir siempre hacia delante. Si bien a veces parecía difícil, no era imposible, pues si buscaba con atención, encontraría algo que le serviría de impulso. Al menos así pensaba el mayor de la relación.

Eran las once y media de la noche. En esos momentos, Se Hun estaba en la cocina, moviendo todo lo que veía dentro del refrigerador, buscando algo pequeño para calmar a su estómago que exigía una especie de postre o algún alimento ligero aun después de la cena.

Mientras, Lu Han estaba acostado en el sofá de la sala. En verdad se veía muy cansado. El menor comprendía que su pareja había tenido una cantidad enorme de trabajo encima durante esos últimos días y que se estaba esforzando al máximo por impresionar a su jefe con la esperanza de terminar siendo seleccionado para representar a la empresa y viajar a dar una conferencia de gran importancia. No obstante, entender a Lu Han no quería decir que no se preocupara por él.

—Deberías ir a la cama, amor —comentó el más joven una vez que volvió a la sala, cargando en su mano una rebanada de pan blanco con queso.

—Debería —respondió en voz baja, mas se quedó inmóvil.

—Oye, ¿estás vivo? —Preguntó entre risas.

—Lo estoy, lo estoy.

Lu Han encontró la fuerza suficiente dentro de sí para sentarse. Soltó un suspiro a la vez que pasaba sus dedos por su cabello, desordenándolo un poco sin querer, y luego volteó a ver a su novio.

—Espero que puedas descansar pronto.

—Yo también lo espero, Se Hun —a pesar de que casi se estaba cayendo de sueño, le dedicó una leve sonrisa.

—Extraño que tengas tiempo para cocinar y comer aquí conmigo —admitió de repente, tomando asiento a su lado.

—¿Eh?

—No es que no me guste comer pizza, sushi, pollo frito y esas cosas que a veces compras en restaurantes de comida rápida, pero ya llegué a un punto en el cual necesito probar tu comida hecha en casa —hizo el intento por explicar qué pensaba—. A eso me refiero cuando digo que extraño que tengas tiempo para cocinar. ¿Entiendes?

—Ah, ya entiendo —dijo Lu Han—. Perdóname, cielo. Haré todo lo posible por cocinar algo pronto y comer contigo.

—¿Sabes? Ha pasado un buen tiempo desde la última vez que preparaste tus famosas chuletas de cerdo en salsa de champiñones.

—¿En verdad son famosas? —Preguntó sin poder evitar dejar salir una risa suave.

—Al menos para mí —respondió poco antes de acabar con su rebanada de pan.

—Entonces, las haré el próximo sábado —se acercó a dejar un beso en la mejilla del contrario—. Te lo prometo.

—¡Fantástico!

Se Hun rodeó el cuerpo de su novio con sus brazos, pegándose a él casi al instante, disfrutando mucho de aquella cercanía.

—Vamos a hacerte caso y a dormir ya, amor —susurró el mayor—. Siento que no puedo más, no puedo ni siquiera con mi alma.