Les juro que tenía todo listo para subir el 24 y 25 ayer, y me quedé sin luz. JAJAJA. El mundo no quiere que actualice. Pero bueno, seguimos😎
Dedicado a kathy_eowniblue9.🧡
Maju
*
—Tu turno, Maju. —Marina me señaló aunque sus ojos enrojecidos apenas podían enfocarme.
Había pasado una hora y media desde que un rayo quemara el transformador que daba electricidad a la casa de Ricky —y un par más—, sin embargo, no nos habíamos detenido. El alcohol todavía abundaba y las velas en toda la casa solo nos daba un clima más privado. Todo me resultaba divertido y mi concentración se había profundizado de maneras inimaginables. Cuando mis ojos enfocaban algo, necesitaba detallarlo, analizarlo, y estimularme de ello.
Todos comenzaron a hacerme barra, así que con la confianza de un borracho, me acosté en el mesón de la cocina, con mis manos a los costados. A esas alturas de la noche, el hecho de que todos estuviésemos en ropa interior era irrelevante.
—Y la víctima será... —Mi amiga hizo un redoble fallido golpeando sus dedos contra una de las ollas, y supe el nombre que pronunciaría antes de que lo dijera—, ¡Santi!
Obviamente.
—Recuerda que son dos chupitos —le recordó Marina—, nada de trampas.
—No estoy tan mal de la cabeza como para hacer trampa con esto —replicó él.
Contuve la respiración cuando sentí que vertieron un líquido en mi ombligo, y luego otro distinto en el valle de mis pechos hasta llegar a mi cuello, para después rosearle sal a tal caminillo. Mis ojos se encontraron con los de Marina cuando se me acercó, y, guiñándome un ojo, me colocó un trozo de limón entre los labios.
Cuando ella ordenó que comenzara, no sé cómo no sufrí un infarto.
Sentí sus labios sobre mi ombligo succionando el alcohol que allí había, y aunque pudo haberlo hecho rápido para que su garganta no se quemara de forma drástica, prefirió que el contacto sobre mi piel fuese lento y desgarrador. Mis ojos estaban fijos en el techo mientras dejaba escapar una risa nerviosa ante el cosquilleo ocasionado. Luego, el juego se intensificó. Su lengua comenzó a limpiar la sal en mi cuerpo desde el centro de mi sostén, de forma lenta y seductora hasta mi cuello, el cual succionó sin mucha vergüenza. Una vez concluido ese trayecto, mis ojos se encontraron con los suyos. Con una sonrisa muy traviesa, bebió un chupito de tequila con rapidez y luego sus labios rozaron los míos pero sin llegar a besarlos completamente, solo se limitó a chupar el limón. Aquello resultó mucho más sensual e incitante que un beso.
Ni siquiera cuando se alejó pude respirar con normalidad. Sobre todo porque el órgano más alborotado de mi cuerpo era mi corazón, latía desbocado sino porque con cada bombeo de sangre. Mi cuerpo se sentía cada vez más alejado de la realidad y más cercano al paraíso. Solo con su mirada era capaz de hacerme sentir de tal forma.
—Eso fue intenso —dijo Diego desde una esquina de la cocina. Fue allí cuando me di cuenta de que me había quedado petrificada, sumergida en una nube de amor y todos me estaban observando.
Me levanté de golpe y me bajé del mesón para darle espacio a la siguiente víctima de las ocurrencias hormonales de esos adolescentes cachondos, drogados y alcoholizados. Pero por supuesto nuestros amigos no dejarían esto pasar. No ahora que creían que nos habíamos «reconciliado», o que las cosas estaban regresando poco a poco a la normalidad.
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Contracorriente © [EN LIBRERÍAS] [Indie Gentes #1] ✓
Teen FictionMaju debe dejar atrás todo lo que conoce y viajar a otro país para terminar sus estudios. Al llegar a su nuevo hogar se encuentra con una ciudad llena de vida, amigos nuevos y... el enigmático cantante y guitarrista de la banda Indie Gentes, que ade...