Contracorriente © [EN LIBRERÍAS] [Indie Gentes #1] ✓

Capítulo 36

Dedicado a Velveth ❤️️ Mención especial porque se llama Marina, como uno de los mejores personajes de esta novela. Jajajaja. ❤️️

Maju

*

—Es hermosa —declaré, llevándome la mano a los labios para contener la emoción.

—Empalagosa en dosis extremas y casi inaceptables, querrás decir.

Rodé los ojos.

—No sabía que Beto podía escribir canciones, mucho menos de este estilo.

A pesar de que la canción de Beto no sería incluiría en el disco que lanzarían la próxima semana, Santi propuso componerle la música en guitarra y quizá podrían sacar la canción en algún video de YouTube.

Santi soltó un «meh» con pereza.

—Cuando recibe el flechazo, no hay quien lo pare. En ocasiones es intolerable. Una vez estuvo tan enamorado de una chica, que nos hizo llevarle serenata a su casa, se tatuó su nombre en la espalda, y cuando ella le terminó, perdimos rastro de él por dos semanas. Beto es demasiado intenso —relató, afianzando lo último.

—A mí él me parece tierno —respondí—. Ojalá Clara pueda corresponderle.

Aprovechando los soplos de primavera, habíamos venido a un parque cerca de Palermo con el único objetivo no hacer nada. Solo sentarnos en la grama, comer chucherías, y hablar durante la tarde. Santi llevó la guitarra en caso de yo quisiera escucharle en algún momento del día.

Lo que él parecía no comprender todavía era que yo siempre quería escucharle.

El tiempo había pasado volando desde que firmaron el contrato con la discográfica. Habían transcurrido dos meses, y en pocos días ya su disco estaría a la venta. No se habían presentado fuera del Buenos Aires Rock —donde todavía tocaban los jueves, y lo harían hasta mediados de diciembre—, sino que se encargaron de hacer una gira de medios tan poderosa como para hacerlos subir como la espuma.

Pero no demasiado.

Es decir, Santi y yo estábamos en plena luz de día sentados en un parque lleno de gente y nadie se había acercado a él para decirle que le conocía. Así que no era una superestrella. No obstante, sus redes sociales indicaban que estaba en el camino correcto para convertirse en una.

—¿Te gustaría escuchar la canción? —me preguntó.

Todo el rato la estuvo tocando por partes, pero no había ensamblado la composición. Verlo «trabajar» había sido algo bastante excitante, en el sentido caliente de la palabra.

—Claro que me gustaría. Este es el tipo de canciones que escucho antes de dormir.

Era bastante empalagosa, pero vamos, completamente mi estilo. Él se rio y comenzó a tocar su guitarra, de vez en cuando echándole un vistazo a una hoja que tenía decenas de tachones, borrones y cosas inentendibles.

Reina de todas mis estrellas
Dueña de la más brillante, tan perfecta
Aunque poco es lo que tengo, te prometo
Pura magia en este cuento
A pesar de que puedo regalarte mis canciones
Yo por ti sería un caballero,
con tu amor como bandera
De la nada es de donde vengo, pero te ofrezco
Que este romance sea más que solo versos
Dame un beso, y de sapo a príncipe me convertiré
Para siempre tu príncipe seré
Princesa de un castillo desolado,
En tu refugio está escondido ese beso
El inicio de este cuento
Con un final que promete amor eterno
Dame un beso, y de sapo a príncipe me convertiré
Para siempre tu príncipe seré