Contracorriente © [EN LIBRERÍAS] [Indie Gentes #1] ✓

Capítulo 26

Voy a subir los 15 capítulos que faltan hoy mismo, así que prepárense para una lluvia de actualizaciones. No tienen idea de lo quemado que tengo el cerebro😂, así que agradecería que votaran y comentaran❤️️

Dedicado a selexxsays ❤️️

Maju

*

Los siguientes días fueron como un sueño hecho realidad. Tal y como me había dicho en casa de Ricky, a Santi le dio igual que los demás nos vieran juntos, y con cada nuevo día, era más y más suelto conmigo dentro y fuera del colegio.

A media semana Clara regresó de la gira con su padre y no tomó muy bien la noticia de Diego y Dominique; esta última iba a quedarse en Buenos Aires algunas semanas más en las que se vería con el exnovio de mi amiga. Marina, como siempre, le dijo que no podía quejarse de nada porque ella misma lo había dejado ir, y allí culminó el tema. Incluso cuando nos quedábamos a solas, Clara evitaba sacar el tema de Diego a relucir.

Pero lo que más me puso nerviosa fue el momento en el que Santi me pidió que lo acompañara a su casa porque Luis le tenía una noticia a la banda, y, además, él que quería que los conociera a fondo. Eran como sus hermanos después de todo. Acepté y me armé de valor; quizá lo que más me generaba inseguridad era el nexo de los chicos con Pauli. Me resultaba imposible deshacerme de pensamientos como que ella había estado en sus vidas durante los últimos dos o tres años, así que la iban a preferir antes que a mí. O, peor aún, que tras conocerme le dijeran a Santi que él quedaba mejor con Pauli que conmigo.

Santi y yo llegamos primero y se encargó de ponerme en contexto. Me habló sobre cada uno de sus amigos y logré resumir a los cuatro integrantes de Indie Gentes en: Santi, el malhumorado; Luis, el único responsable; Pacho, el extrovertido que perseguía a todas las chicas; y Beto, el que se enamoraba con facilidad hasta de las moscas y lloraba en las noches.

—No sabía que tendríamos compañía —dijo Pacho cuando me vio en casa de Santi. Detrás de él estaban los otros dos chicos—. De haberlo sabido me hubiera arreglado más. No todos los días tenemos el honor de conocer a la famosa flaca.

—¿Famosa? —repetí, enarcando una ceja y mirando a mi novio con confusión.

—Lo único que hace Santi es hablar de ti —contestó Luis, sonriéndome como forma de saludo—. Que si su flaca eso, su flaca aquello... Ya es pesado. No tú —se apresuró a rectificar—. Que hable de ti todo el tiempo es lo pesado.

Me reí y miré de reojo cómo Santi le hacía una seña con disimulo para que se callara. Me alegraba saber que todo este tiempo sí les había hablado de mí y, al parecer, en el buen sentido.

—No les hagas caso —me dijo, tomándome de la mano e invitándome a sentar en el sofá donde me entregó una cerveza—. Son unos exagerados.

—En realidad, me ofendería si no hablaras de mí todo el tiempo —pinché en tono de broma.

Beto, el rubio de ojos azules se rio y me guiñó un ojo.

—Qué sabias palabras, ya me agradas, flaca. ¿Puedo llamarte flaca o es algo solo de ustedes dos?

—A mí no me molesta que me llamen así. —Sonreí. Aunque a juzgar por la expresión de mi novio, creo que prefería que solo él me llamara de esa forma. En efecto, era su apodo hacia mí, de la misma forma en la que yo había escogido llamarlo "flan de coco".

Los chicos se acomodaron como si fuera su propia casa, se notaba que estaban acostumbrados a visitar a Santiago repetidas veces por semana, o al menos varias veces al mes. Ni siquiera le preguntaban si podían usar su pequeño refrigerador, sacaban las cosas que les placía, tocaban los instrumentos que quisieran. Era como la casa de los cuatro. A Santi no pareció molestarle, al contrario, ahora que estaba con ellos lucía mucho más tranquilo y... feliz. Él no era un chico de sonrisas constantes, no obstante, su semblante era distinto al que solía portar cuando estaba en el colegio, incluso cuando solo estábamos con Ricky, Marina, Diego y Clara.