"banana brain" - tordtom

o c h o

ya era fin de semana.

el chico de catorce años se encontraba recostado en su cama jugando con su celular.

bueno, en realidad estaba chateando con tord, mientras reía levemente por las cosas que este le ponía y se movía de un lado a otro.

«en el chat»

tord ♡ :
bebé, te gustaría venir hoy a la fiesta que habrá en mi casa?

tom:
está bien, pero, ¿como debo ir vestido?, ¿o debo hacer algo en especial?

tord ♡ :
no nene, no debes hacer nada y ven vestido como tu quieras, no debes preocuparte por eso.

luego te enviaré la dirección de mi casa, ahora debo irme.

adiós bebé, te veo luego ♡ .

tom:
te veo luego tord, suerte ♡ .

«tord ♡  se ha desconectado»

joder, estaba realmente emocionado.

en ese momento solo llamó a sus amigos para que vayan a su casa y contartes lo que había pasado.

[...]

—¿en serio irás a esa fiesta?— preguntó matt, mirando como su amigo tiraba la ropa de su closet por toda la habitación.

—¡sí!, ¡claro que sí!— contestó con alegría el más bajo.

—pero tom, ahí solo va a haber gente estúpida con el cerebro cocinado por drogas.— dijo molesto el de lentes.

—d-de hecho, paul también me invitó...— dijo en un tono bajo edd, mostrando una ligera sonrisa.

—¡¿qué?!, ¡¿van a dejarme por una fiesta de drogadictos?!— gritó con indignación el de sudadera púrpura, sintiendo como su celular sonaba, marcando un nuevo mensaje.

lo tomó y revisó quién era, pero se quedo más molesto al ver la pantalla.

—¡¿quién le dio mi número al idiota de patryk?!— gritó mientras se paraba de la cama, escuchando como el pequeño artista comenzaba a soltar una suave risa.

el pelirrojo lo miró con ganas de asesinarlo y luego se tiró sobre él.

—¡edd!, ¡juro que voy a romperte el celular en el rostro!— volvió a gritar de manera histérica, haciéndole cosquillas al menor.— ¡¿tenías que pasárselo a ese pedazo de imbécil?!, ¡¡ya te dije que los odio!!—

la 'pelea' de matt y edd fue callada con un grito no muy masculino del de cuencas.

—¡chicos!, ¡encontré el vestuario perfecto!— dijo sonriente, dando pequeños saltitos en el suelo mientras abrazaba las prendas.

luego les mostró estas a los contrarios y quedaron sin palabras.

—thomas, así me vestía mi madre cuando era pequeño.— comentó el de pecas.

—callate, se verá muy lindo así.— dijo el de cabello largo.

el más bajo de los tres los abrazó con fuerza, ahora se sentía un poco más preparado que antes.