"banana brain" - tordtom

c u a r e n t a [final]

desde que edd mencionó lo que ocurría con tord, thomas estuvo preocupado por éste y se sentía bastante mal el tener la culpa por eso.

matt se molestaba bastante, diciéndole cosas como "no hubieras tenido un buen futuro si seguías con él", " es un idiota", "se lo merece".

pero eso sólo seguía poniendo mal al menor.

así que, decidió desbloquear el contacto de tord en el celular para mandarle unos mensajes bastante largos para disculparse con él y disculpandolo por lo que había hecho hace un tiempo.

el mensaje no fue contestado sino después de un día entero.

pero al recibir la respuesta, el noruego, entre mensajes de disculpas, pedía verlo para poder arreglar las cosas cara a cara y que todo vuelva a la normalidad de esa forma.

el de cabello en punta aceptó, ya que no se trataba de ningún desconocido y creía que sería buena idea poder estar con él cuando todo estaba normal nuevamente.

así que, ambos coincidieron en que se verían en la casa del mayor en dos horas y media.

y ya al hacerse el horario pedido, thomas llegó al lugar de forma puntual, con unas galletas en forma de corazón que decían "lo siento" sobre ellas.

tord le abrió la puerta y el menor pudo pasar luego de un corto saludo.

el de cuencas pudo notar que las paredes del lugar y varios muebles estaban rotos o manchados y maltratados cuando recordaba que no estaban así antes.

-te traje galletas.- le dijo con suavidad, dándole al mayor con cuidado lo que había hecho él con amor.

-gracias, thomas... son muy lindas..- le dijo en un tono algo bajo, mostrando una sonrisa por unos segundos.

dejó la bandeja con las galletas que aún seguían tibias sobre la mesada de la sala y luego miró nuevamente al menor.

-¿puedo... puedo abrazarte?- preguntó éste en un tono algo apenado.

-claro que puedes.- dijo éste con una sonrisa linda, para después abrazarse con suavidad a él, sintiéndose bien por hacerlo.- te extrañé mucho...- susurró.

el menor no tuvo respuesta alguna, sólo sintió como algo frío se posaba en su espalda al mismo tiempo que el comunista correspondía al abrazo con una de sus manos.

-...¿tord?- preguntó suavemente el menor, sintiendo ahora como sus pulsaciones aceleraban, sintió que su cuerpo se congeló del miedo.

-se que no volverás a ser mío...- le susurró el mayor al más pequeño, acariciando con suavidad su cintura y cadera.

-n-no me lastimes, p-por favor tord...- dijo con la voz quebrada mientras su cuerpo comenzaba a temblar y sus ojos soltaban lágrimas de terror.

-shhh, escuchame bebé..- le susurró en el oído el mayor.- te amo, te amo demasiado, estoy loco por ti, pero se que no voy a poder tenerte de nuevo... y si yo no te tengo, nadie más puede tenerte..-

antes de que thomas pudiera dar una respuesta, un disparo se pudo oír retumbando por la sala, acompañada luego de unos leves quejidos casi sin aire alguno para luego callar de forma repentina.

ahora tord sólo tenía el arma en una mano y con la otra sostenía el cadáver del menor, manchándo sus manos y prendas con sangre.

llevó en brazos el cuerpo sin vida del menor hasta su cuarto y lo dejó con cuidado sobre la cama, dejando una rosa sobre éste.

-espero poder encontrarte de nuevo... te amo, thomas...- le dedicó unas últimas palabras al cuerpo que aún perdía bastante sangre y manchaba las sabanas de la cama.

le dejó un suave y pequeño beso en los labios para luego posar el arma contra su cien y apretar el gatillo.

quedando ambos cuerpos uno al lado del otro, juntos.

justo como lo que tord quería.

fin.