"banana brain" - tordtom

c a t o r c e

ya el viernes, tom era conocido como la 'perra en celo' por todo el colegio.

pero no le importaba ni un poco, y eso preocupaba a sus amigos.

estaba caminando hacia el salón de tord ya que era receso.

obviamente edd y matt lo acompañaban.

cuando notó que el noruego salía del salón junto con sus amigos, sonrió.

—¡daddy!— le dijo con una notable alegría, caminando a un paso rápido para ser recibido por los brazos del mayor.

—¡bebé!, ¡que lindo estás hoy!— le dijo el comunista, separándose un poco del abrazo para después tomarlo de la cadera y darle un suave beso en los labios.

cuando se separaron de ese beso, thomas notó como el grupo de zorras estaba a unos metros de ellos, mirándolo y hablando entre ellas.

así que, paseó sus manos por el cuello del mayor y volvió a besarlo pero esta vez era un beso más largo e intenso que el anterior.

—w-wow.. creo que este bebé necesita más atención hoy.— comentó con una sonrisa coqueta cuando se separó del beso, apretando levemente el trasero de este con una mano.

—daddy, no d-debes hacer eso a-aquí...— le susurró para después separarse de tord y mirar a sus amigos, los cuales lo miraban con algo de asombro, no creían que su amigo fuera capaz de hacer eso.

—¿y bien?, ¿irán a la fiesta mañana?— preguntó paul a los tres menores de edad.

—n-no creo que pueda ir, mi madre se enojó por llegar tarde el otro día..— contestó apenado edd.

—obviamente no.— contestó matt, mirando a patryk, el cual tenía una expresión de desilusión.

—yo si iré, podré tener más tiempo con mi daddy.— dijo el de cuencas mientras sonreía de manera inocente, abrazándose al mencionado y acariciar una de sus piernas con lentitud.

sus expresiones se veían de lo más inocentes, pero mierda, eso hizo que tord se ponga algo acalorado.

—uff, me alegra tanto eso oír eso.— dijo sonriente el de sudadera roja, paseando sus manos por la espalda del tom para terminar en su trasero, apretándolo de manera leve.

—oye edd, ¿quieres acompañarme a caminar un rato?— le susurró paul al pequeño artista, tomándole la mano.

—s-si, vamos.— dijo sonriente, comenzando a caminar lejos de los otros cuatro chicos.

—me voy al salón.— dijo matt, caminando lentamente.

—¡te acompaño!— contestó pat, siguiéndolo.

ahora ambos tendrían más tiempo solos.