Preocúpate por su salud.

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Ese día a les tocaba limpiar la oficina a Atsuhi y Osamu, pero había algo que incomodaba al tigre.

- ¿Dazai-san?

- ¿Si Atsushi Kun?

- ¿por qué... - el chico dudo por un momento- le cuesta caminar?

- Tuve una noche intensa y entretenida con Chuuya.

El pobre chico se sonrojó a mas no poder, decidió ignorar la respuesta y siguió limpiando.

Por su parte Osamu solo suspiró. Era verdad lo que había dicho, pero no en la forma en que Atsushi imaginaba.

Él solo le  sugirió fuera clases para control de ira pues le preocupaba un día de estos terminara con la boca chueca por tantas veces que le veía hacer ese gesto.

Chuuya no lo tomó a bien y le pateó. Luego de eso, Osamu dijo que eso solo probaba su punto. 

Entre acusaciones sobre el poco control de ira, Nakahara empezó a hablar de los intentos de suicidio diarios. Y así transcurrió la noche, entre acusaciones al contrario y defensa propia. ¿el resultado? ambos riendo por los argumentos tontos del otro y prometiendo intentar cambiar pero sabiendo que ninguno lo haría. Eso sí, la patada que le dio al inicio de todo lo dejo adolorido.

No importaba, ya se lo haría pagar a Chuuya: lo dejaría en el mismo estado, pero sin golpes de por medio. 

Cómo ser un buen esposoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora