Dazai estaba encantado con la imagen frente a él:
Chuuya, sentado en el sofá cargando una hermosa bebé pelirroja.Sacó tantas fotos como le fue posible mientas sonreía de forma tonta.
Chuuya levantó la mirada e hizo un gesto a Dazai para que se acercara. Guardó el celular y se sentó junto a él.-¿No es hermosa?
-Lo es- aseguró.
-¿Quieres cargarla?
- Soy mejor observando.
-Toma.
Chuuya puso a la pequeña en los brazos de su esposo y, como Dazai esperaba, la niña despertó y empezó a llorar.
Chuuya volvió a tomarla y empezó a cantarle. Y así estuvieron los tres por media hora, uno mirando fijamente, otra llorando y un tercero cantando.
El encanto en Dazai disminuía a como el lloriqueo aumentaba.Cuando al fin se calmó Chuuya suspiró y miró a Dazai
-¿No te gustaría...?
-¿Si?
-Que tengamos un bebé nuestro?Y la mente de Dazai colapsó. Para cuando se dio cuenta ya tenía a la niña en brazos y la estaba entregando a la madre.
"Aleje a su hija de mi esposo. Es una mala influencia".
Luego tomó a Chuuya de la muñeca y lo arrastró al patio, fuera de la reunión familiar.
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Cómo ser un buen esposo
Hayran Kurgu-¿Tu perchero se enoja con facilidad? ¿Intenta matarte sin razón aparente? ¿Te ha corrido de casa cuando intentabas darle un presente? este es tu libro ideal de consejos. - ¡Dazai, deja de flojonear y termina el maldito informe! - Kunikida- kun, he...