Mi primer día por cuarta vez... era una locura o eso pensaba, sabía la rutina por la cual debía de pasar y eso me causaba temor... Temía hacer todo de nuevo otra vez, mi madre habia ido por la mañana al trabajo dejándome sola en casa mientras trataba de levantarme de la cama para ir al nuevo colegio. Sin ganas me levanté de la cama miré al techo sin tener nada en mente hasta que mi alarma volvía a sonar como loca me levanté y me metí a la ducha estaba emocionada y salí del baño rápido para observar mi nuevo uniforme... era muy formal, un saco azul oscuro con una falda gris hacían del uniforme lo más triste pero sabía que todo esto valía la pena, debía adaptarme al lugar y sin ánimos empecé mi rutina de siempre. Una mirada triste mientras me miraba en el espejo con el uniforme puesto y sin sentirlo lágrimas empezaron a caer, estaba triste por perder todo lo que había formado en mi anterior colegio, no estaba segura sí volvería hacer amigos o simplemente evitaría este dolor de nuevo por el hecho que podía ser transferida a otro lugar... todo esto sería temporal para mi así que sequé mis lágrimas y bajé a desayunar tranquila, no tenía hora para llegar al colegio por ello no importaba en que momento llegaría pero debía saber a que hora podía salir para llegar a la estación del tren ya que empezaba a conocer las rutas, el mapa que mamá había dejado para que pudiera ayudarme a encontrar el lugar no era de gran ayuda, no sabía por donde ir y que tren tomar me sentía frustrada por ello así que me lleve un libro para distraerme por si llegaba a perderme. Permanecí en la parada del tren sentada en las bancas por un momento, tal vez si veía a un estudiante con el mismo uniforme lo podía seguir así que permanecí tranquila, mucha gente caminaba de un lado a otro imaginaba a mi madre en esta misma posición... Al levantar mi vista un joven de cabello rojizo llamó mi atención (es él) pensé al verlo parado frente a la estación, tomé mis cosas cuidadosamente y me puse un poco atrás para poder seguirlo. El tren había llegado y sin que él lo notara me senté a un lado para seguir con mi lectura ya que sentía que el camino seria largo. Volteaba a ver cuidadosamente dónde él estaba y al verlo salir del tren me apresuré a seguirlo sin molestarlo el lugar estaba lleno de árboles.
Mientras lo seguía podía verlo caminando de espaldas hacia el colegio, sabia que no era correcto hacer eso pero no estaba segura si alcanzarlo y hablar con él ya que temía ser rechazada si él no quería saber nada de alumnos nuevos. Mis pensamientos estaban sumergidos en ello pero finalmente podía la institución cerca al llegar la directora no se habia percatado de mi presencia pero desde lo lejos me observó aquella joven de cabello rosa y largo me recibió con una sonrisa, la misma chica que nos había ayudado a mi madre y a mí cuándo entramos al lugar por primera vez.
- Hooo!! Buen día señorita Matsuri - me dijo la directora algo sorprendida al notar mi presencia - ella es Sakura y te mostrará el lugar... también las reglas del establecimiento.
Yo asentí y la directora se fue sin decir más mientras en el camino regañaba a más de algún estudiante asustándolos a todos. Miré a mi alrededor él joven a quién seguía lo había perdido de vista ya que había llegado al colegio.
- Es un gusto tenerte en el colegio!- me decía amablemente ella mientras evitaba ese momento tan tenso con una sonrisa - He escuchado de eres buena en las clases y de todos los colegios dónde has estudiado, debes conocer muchos lugares, más de los que yo he visto...
- Muchos lugares!?... - susurré algo tratando de comprender lo que ella decía, era verdad que me habia mudado a varios lugares pero nunca había salido a conocerlos, exactamente no salía a visitar ningún lugar no me gustaba preocupar a mi madre mientras estaba fuera así que me encerraba en casa a leer libros.
- La directora me ha dicho que eres becada, es bueno tener a alguien listo por aquí! Muchos han entrado pero casi nadie aguanta la presión de la institución, además... este lugar es perfecto para ti no crees!? - me decía ella llamando mi atención mientras asentía con la cabeza, la observé por un momento y definitivamente el uniforme le quedaba mejor a ella que a mí. No quería ser irrespetuosa o mal educada con ella ya que mientras me mostraba el lugar me limitaba a contestar a las explicaciones que me daba.
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Gaara y Matsuri Parte I
RomanceLa vida de Gaara es estar siempre solo después de su accidente que mató su carrera como luchador, tiempo después se encuentra con Matsuri quién se acaba a mudar por cuarta vez a una ciudad llegando al colegio dónde se encontraría con él.