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Luego de la gran fiesta, que también fue transmitida por todos los canales locales, y un par de lágrimas de emoción, había llegado el momento de llevarme a mi TaeTae de luna de miel.

Empacamos todo y nos despedimos de todos, estaría una semana a solas con mis bebés. Eso era lo único que había anhelado en tanto tiempo.

Salimos del gran edificio, ignorando a todos los paparazzi y nos subimos al auto, donde nos volvimos a besar y a repartir besos en varias rondas, hasta que los camareografos nos ahogaban y encendí el auto para largarnos de ahí.

— salgamos de este infierno — dije arrancando el auto y Taehyung rió sonoro a mi lado.

Miré por el retrovisor, aún nos seguían, pero luego de unos pocos minutos fueron detenidos por los guardaespaldas de mi madre y Taehyung.

Hablando de eso. Por fin Taehyung estaba solo. Y digo solo sin sus guardaespaldas jodiendo.

— por cierto, quería decirte que te ves hermoso con ese vestido. Sabía que te quedaría de maravilla

— y adivina quien lo compró — dijo colocando su mano sobre la mía

— quien bebé?

— Jimin. Jimin lo compró... en serio tengo tanto que agradecerle... Algún día se lo compensaré... — sonaba algo triste y llevé sus nudillos a mis labios.

— sé cuanto significa Jimin para ti, y también me importa Yoongi, por eso te apoyaré — suspiré — Jimin se lo merece luego de tantos años sirviendo a mi familia...

—cambiando de tema Kookie... A donde piensas llevarme? — dijo y lo miré de reojo cruzando sus piernas. Apreté el agarre de mi mano.

— no te estoy llevando. Te estoy secuestrando — respondí juguetón y Taehyung soltó un jadeo

— no es un secuestro si lo voy a disfrutar — canturreó Taehyung y sonreí

— haré que sufras y te retuerzas de dolor bebé

— a que te refieres?

— descuida, ya lo sentirás — dije sonriendo, creando curiosidad en mi pequeño solecito, haciendo que no parase de preguntarme en todo el camino.




(...)





— bebé, ya llegamos — dijo Jungkook besando mis labios mientras acariciaba mi vientre. Sonreí y estiré mis brazos para que me cargara y él me tomó entre sus fuertes brazos. Enterré mis uñas en su cuello con miedo a caerme y el sonrió adolorido.

— no pesas nada — dijo arrogante y alze una ceja. Él cerró la puerta del auto con su pie y nos volteamos hacía la mansión que había comprado. Con una bella vista al horizonte y una cancha de voleybol.

— juegas voleybol? — dije contra su pecho

—hay muchas cosas que sé jugar y no conoces aún — dijo con dobles intenciones y golpee su pecho haciéndolo carcajear

— eres un cochino, no dejaré que Kaewoo pase tiempo contigo — dije en broma y Jungkook me sonrió. Tomé sus mejillas y lo besé.

Jungkook caminó conmigo en sus brazos hasta el portal y me dejó ahí. Abrió la casa y guardó la llave en su bolsillo.

—las princesas primero — dijo y sonreí cabizbajo.

Al entrar a la casa y mirar todo, me sentí bien. Era acogedor y para nada exagerado como la mansión en Busan. Tenía un estilo moderno, y tenía un sutil olor a menta

【ℕ𝕆 𝕋𝔼𝕄𝔸𝕊 】[KV] [MPREG] ⇨EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora