Yes, you. (Phoebe Grey)

VII

– Yo... Simplemente no la tolero. –se quejó Lindsay.

– Dímelo a mí. –Resoplé.

Gracias a Dios, la estancia de Alisha sólo duró 15 minutos, pero fueron más que suficientes para recordar el por qué Lindsay y yo disfrutábamos colmar su paciencia las pocas veces que nos encontrábamos con ella.

Sinceramente, rompió un poco mi corazón cuándo Luka la presentó por primera vez en una fiesta familiar como su novia, un par de meses luego de lo que sucedió en su departamento, y, cuando cumplí 18 años no fue a mi pequeña fiesta en casa y sólo me envió un mensaje de texto... Hey, no era una ilusa que esperaba que se mantuviera célibe hasta que me notara, sabía que salía con chicas aquí y allá, Lindsay siempre me mantenía al tanto en ese tema. La peor parte es, ni siquiera teníamos alguna base para criticarla u odiarla, la mujer era hermosa y aparentemente agradable, pero estaba saliendo con el amor de mi vida, era lógico que deseará que accidentalmente le cayera un meteorito encima. 

Esa noche, mi mirada se encontró varias veces con la de Luka, imagino que lucía como un cachorro perdido; pero me observó con la misma frialdad de siempre. Dolió.

Fue un alivio cuándo estaba en una galería en Italia, y Lindsay me llamó para decirme que habían terminado. Al parecer, ella se quería casar luego de tan pocos meses de noviazgo y Luka... Bueno, digamos que se opuso. Recuerdo que al momento que Lindsay pronunció Luka, Alisha y matrimonio, mi corazón se detuvo hasta que las palabras tuvieron sentido, y fue como si un ancla se elevara de mi pecho. 

Alisha era considerablemente agradable, pero Lindsay y yo nuca le habíamos dado la oportunidad de crear un lazo. También estoy casi convencida de que tenía conocimiento de mi amor por Luka, porque cuándo yo estaba cerca trababa de acaparar su atención y hacer algunas muestras públicas de amor aunque fallidas porque ese no es el estilo de Luka. Perra.

Honestamente, no recuerdo desde cuando estoy enamorada de Luka. Lo juro. 

En mis recuerdos, siempre ha sido una figura casi permanente, específicamente al crecer porque era obligado a pasar tiempo con Lindsay y conmigo, algunas veces hasta tenía que hacer de guardián por algunos minutos mientras los adultos estaban ocupados.

Sin embargo, Luka siempre ha tenido una personalidad tranquila, demasiado tranquila y fría. Todos sus movimientos parecen estar analizados antes de ejecutarlos, nunca hablaba más de lo necesario, mayormente proyectaba (y sigue proyectando) una imagen con la cual quiere dar a entender que es un espectador, que mira el mundo detrás de una barrera de indiferencia. 

Pero he visto a Luka en casi todas sus facetas, como cuándo le toma el pelo a Lindsay y tiene un aire juguetón, cuando abrazaba o escuchaba algo que decía su madre y sus ojos se ponían cálidos. O cuándo me entusiasmaba de más en algún juego tratando de impresionarlo y se tensaba por preocupación.

Sí, he dicho que me mira con fastidio. Pero creo que solo es una de sus tantas fachadas, posiblemente se cansó de dos niñas rodeándolo y aburriéndolo a muerte y es una manera de trazar una línea. Pero recuerdo nuestra infancia, cuándo nuestras familias hacían parrilladas juntas y me ayudó a aprender a flotar sobre el agua aunque sabía hacerlo desde que tenía 4 años, sólo que él no lo sabía. A mitad de mi adolescencia, cuando tenía 15 y fuimos de viaje con nuestras familias a esquiar en Aspen, una noche cuándo Lindsay estaba cansada, Teddy estaba de mal humor (extraño) y nuestros padres salieron a cenar, con un coraje que no sabía que tenía le pedí que me acompaña a hacer chocolate caliente y sorprendentemente aceptó a bajar a la cocina conmigo e incluso elogio el sabor de la bebida, y por si fuera poco, intercambiamos varias miradas y pequeñas sonrisas mientras tomábamos el chocolate. Creo que desde entonces comencé a soñar con él, sueños de cuentos de hadas al principio hasta que se volvieron no aptos para todo público. Y, hace un año, días antes de irme a "el descubrimiento de mi misma" como me gustaba llamar a mi período viajando por Europa, al llegar a casa me esperaba una caja rectangular que contenía una bufanda color rojo profundo, mi color favorito, con una nota. Sólo decía: "se una buena chica." Pero sabía con mi alma que el regalo era de parte de Luka.

Así que, crucifíquenme por tener esperanzas peroese hombre iba a caer a mis pies. Sea como sea.    

***

Después de comer, Lindsay condujo a mi casa, había decidido por si misma que esta noche iríamos a un club dónde ella juraba que tenía contactos que nos dejarían entrar sin ser mayores de edad. En Europa, había salido mi parte justa pero era agotador porque nunca me podía soltar demasiado porque la mayoría del tiempo salía sola. Así que, esta noche, diría que iba a tener una pijamada con Lindsay que no era del todo mentira. Al llegar al camino de entrada, estacionó.

  – ¿Vas a acompañarme o me esperas aquí? –le pregunté.

  – Mmm, mejor te esperó aquí. No quiero encontrarme con tu padre y que trate de leer como intento sonsacar a su pequeño ángel. – Luego de lograr decir eso con la cara seria, las dos soltamos carcajadas.

Al entrar a la casa, pregunté por mis padres al servicio y me informaron que no estaban. Esto haría las cosas mucho más fácil. Subí a mi habitación, empaqué unos cuantos vestidos, tacones y mi pijama más cómodo porque seguro lo necesitaría para la resaca del día siguiente. Al último momento, antes de arrepentirme, tomé la bolsa donde compré la ropa interior atrevida y baje con ella también, era una noche de riesgo.

– Ok, listo. Sólo déjame enviarles un mensaje. – Le informé a Lindsay mientras subía y colocaba todo en el asiento trasero. Saqué mi teléfono y le envié el mismo mensaje a mis padres informándoles que dormiría en casa de Lindsay.

– Esa es mi chica, prepárate para la diversión, Maldición, te extrañé.

– Yo igual, nenita. – Le lancé un beso, mientras verificaba la respuesta de mis padres.

Papá: NADA de inventos, te quiero.

Mamá: Diviértete, cariño. Te quiero.

Suspiré,definitivamente deberían aceptar que ya crecí.