Yes, you. (Phoebe Grey)

VIII

Salí del baño en la habitación de Lindsay, observando cómo se maquillaba en ropa interior. Podía arreglarme en el cuarto de huéspedes al otro lado del pasillo, que era donde dormía cuando me quedaba a pasar la noche, pero decidimos que después de tanto tiempo separadas, debíamos aprovechar el tiempo juntas. El cabello de Lindsay ya estaba listo, se había hecho unas ondas que aumentaban el volumen de su hermosa cabellera. Me dirigí a la cama, sacudiendo mi propio cabello. Tomé las bolsas que contenían la ropa interior que compré hace unos días y los extendí en la cama, pensando en cuál usar. Nadie más que yo, y bueno Lindsay, iba a ver lo que estaba debajo del vestido que iba a usar pero quería sentirme sexy y segura de mi cuerpo esta noche. Había aprendido a amar mi cuerpo y mi sexualidad en mi viaje, lo llamaría algo más como crecimiento personal.

Me decidí por un conjunto de encaje color marfil, muy ligero, casi transparente. El brassier era strapless, y la tanga era diminuta. Pero al usarlo y mirarme en el espejo, me sentí segura de mi misma. Así que la decisión estaba hecha.

— A veces envidio que tu mamá confíe tanto en ti. Yo jamás podría salir de casa siendo menor de edad a un bar. —hice un puchero.

— Bueno, ella sabe que si puedo confiar en ella, no habrá nada que no le pueda contar. —respondió Lindsay, concentrada en el espejo.

Era cierto, yo casi nunca iba en contra de los deseos de mis padres, aunque existían tantas cosas que quería hacer pero sabía que la desaprobación estaría en su cara al preguntar, así que prefería no comentar nada. Las pocas cosas salvajes que había hecho era salir de fiesta con Lindsay, y probar marihuana. Solo una vez, mientras estaba en Londres, una chica me obsequió un porro y me dijo que debía relajarme y disfrutar como una broma, pero en la intimidad de mi habitación lo fumé. No me gustó la sensación pero al menos había intentado algo nuevo.

—¿Debo preocuparme de cómo conseguiste que nos dejaran entrar? —pregunté, escogiendo usar un tube top color blanco y una falda de cuero negro. Había remodelado mi guardarropas al viajar, era más sobrio con menos colores pasteles.

—Nop. —Respondió Lindsay, aplicando labial y cerrando los labios para esparcir. Me miró a través del espejo. —Tengo todo bajo control.

Ella se levantó y se fue a su closet a elegir que usar, y yo me senté frente al tocador. Me gustaba maquillarme luego de estar vestida, a pesar que podía manchar algo mientras lo hacía. Me apliqué rímel, me hice un delineado de gato, use tinta de labios en mis mejillas y la punta de mi nariz para dar sonrojo a mi piel pálida y por último, me apliqué un labial rojo oscuro, mi color preferido. Era un maquillaje sencillo, pero llamativo al mismo tiempo. Y era lo que quería, si pensaba hacer que Luka viniera a mi cama, o me llevara a la de él, tenía que ser más atrevida. No querría a una chica asustadiza.

Mientras me colocaba unos tacones rojos, del mismo tono que mi labial, Lindsay salió de su closet con un mini vestido color dorado, tacones del mismo color, colocándose aretes de oro.

—Veo que te vestiste para matar.  —me guiñó el ojo. Siguió caminando y tomó su teléfono, presionó la pantalla y llamó. — Hey, ya estamos listas y a punto de salir. —escuchó lo que decía ls persona en la otra línea. —No, tomaremos un Uber de ida y vuelta, no tienes que preocuparte. —Siguió escuchando. —En el lado sur de la ciudad, es un lugar nuevo. —tomé un bolso negro de lentejuelas prestado de Lindsay para meter mi teléfono, mi identificación y dinero en efectivo. — Está bien, te amo. No nos esperes despierta. —y terminó la llamada.

—¿Tú mamá? —pregunté.

— Si, sólo quería saber a donde íbamos. —chequeó su teléfono— Justo a tiempo, el Uber acaba de llegar. ¿Lista para soltarte un poco?

— Oh, sí. Más de lo que creerías. — le sonreí mientras tomaba su mano y dejábamos su habitación.

Disfrutaría esta noche con Lindsay, tal vez tomaría unas pocas bebidas, y bailaría hasta que me dolieran los pies.