Él

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National City

Narrado por Sam

-Uhm..-escuche la voz de Alex pegado a mi cuello- ¿que hora es? oh...el trabajo ¿invasión de zombies? ¿que? ¿Kara? Sh...no hagas tanto ruido que Sam sigue dormida...¿Que?, ¡NO! deberías buscar una forma para no molestarme...¿Y?, estoy en 20. BYE. 

-¿Tienes que ir? -comente aun aturdida por lo poco que habíamos dormido- aun son las 7 de la mañana ¿cómo los muertos vivientes son tan perdidos del sentido de horario? -Alex beso mi hombro desnudo y yo solo me retorcí por la cálida sensación- shuu...Alex debes ir el trabajo -solo rió pues me ponía nerviosa por lo hábil que era.

-Valee...nos vemos en la tarde para una de mis deliciosas cenas y una noche de juegos con Rubs, ¿quieres que pase por el super al volver? 

-Por favor, no creo que tenga tiempo y...vaya -estaba babeando por el cuerpo tan perfecto que tenia Alex mientras buscaba su ropa- eres muy agradable a la vista. 

Salto de nuevo a la cama como un luchador y sujeto mi rostro para besar mi rostro, todos los besos ligeros con mucha energía y yo solo reía por lo gracioso, lindo y lleno de paz que sentía tenerla así. 

Continué en la cama por lo exhausta que mi cuerpo sentía, era un agotamiento muy interesante y esperaba que Ruby y Olivia no escucharan los ruidos poco sutiles de nosotras. Ahora estaba apenada por haberme dejado llevar por la piel de Alex.

Ademas tenia que ir a la oficina para continuar con el trabajo y quizás en la noche hablaría con Ruby sobre su padre. Henry, Henry. MALDITA SEAS. 

El desayuno estaba preparado gracias a Olivia que estaba muy sumergida en sus pensamientos que ignoro mi saludo pero salio ser así, ausente, algunas veces olvidaba que su vida no fue fácil y había cosas que llevaba tiempo para recuperarse. 

-¡Liv!...-exclame- debo llevar a Ruby a la escuela ¿te encuentras bien? 

-Uhm...del cero al mil, estoy en un 999 con mucho sueño, no te preocupes y maneja con cuidado que no has dormido bien, esos reflejos amiga -sonrió con gracia- venga hablamos después que también tengo que trabajar, uh. Por favor sean más silenciosas la próxima vez que ahora debo tener terapia por el trauma. 

Un poco turbada dije "si" y salí de la casa junto con Ruby que parecía feliz con la idea de tener una noche de cena con Alex y juegos. El camino fue mas difícil de lo que esperaba aun seguían luchando contra algunos muertos vivientes y ahí estaba frente a nosotras Alex batiendo a todo un batallón y nos miro, solo hizo una seña con el dedo para apuntar el camino del anden izquierdo, por mucho que sucediera algo en esta ciudad, nada se detenía, todos continuaban con sus vidas. 

-¿Mamá? la has visto, se ve super asombrosa ¿no? 

-Claro hija se ve como toda una heroína, ahora ven...-beso en la nariz- pasare por ti y cualquier cosa mandas un mensaje, ahora ve con todo bichito. 

-Te quiero Mamá, ten un buen día en el trabajo.

Salio con su mochila en hombro para entrar a la escuela que estaba lleno de esa energía jovial de un día de clases y esas cosas que en mi momento llegue a vivir. 

Llego tan esperada noche y trate de que el trabajo no me siguiera a casa y lo logre. Ruby hizo sus deberes escolares apareció antes de que Alex llegará con ingredientes para la pizza.

-Pizza...mamá míranos todas unas italianas -grito desde la cocina con harina en el rostro- jajaja déjame Alex...-despeino su cabello.

-Bien te dejo señorita -beso su frente- Sam...en cinco minutos tendremos una cena muy interesante.

CRÓNICAS DEL AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora