La prometida de mi primer amor [ Miku x Neru ]

Capítulo 11: ¡Día de fiesta!

~Narradora Neru~

Debido a los acontecimientos de la votación y que el ganador a un puesto en el consejo fue Iroha, para festejar según la tradición de la institución, se hará una pequeña fiesta de celebración, IA se encargó del lugar y todo, supongo que a ella le emociona organizarlo, como todo, y para mí buena suerte fuí invitada gracias a que he ayudado en el consejo aún sin formar parte de éste. Sólo me queda esperar a que Miku me recoja, por ello sigo sentada en el sofá de mi sala esperando.

— Hija, te ves muy linda ¿A dónde dijiste que irías? — Preguntó mi madre, quien apenas salió de su cuarto.

— A una pequeña fiesta, con mi amiga Miku.

— Ah... ¿No era la que Nero comentó que era prometida del chico que te gusta?

— ¡Mamá! De hecho, sí, lo es, sin embargo no le tengo ningún reencor por eso.— Reí nerviosa, de nuevo mi hermano diciendo cosas que no debería a nuestra madre.

— Me alegra que mi niña no sea una reencorosa, dime, ¿Cómo llegaron a ser amigas en esas circunstancias? — Se acercó y se sentó a mi lado

— Bueno, se puede decir que el principio fue muy malo y luego descubrí algo peor, que resulta que viene de problemas serios, yo pude empatizar y nos hicimos amigas.

— No entendí tu explicación.— Me miraba con una sonrisa.

— En resúmen la ayudé y está muy agradecida conmigo.

— ¡Oh! Ahora lo entiendo.— Cuando terminó su oración, inmediatamente sonó el timbre.— Debe ser ella, le abriré la puerta.— Mi santa madre rápidamente fue a la entrada de la casa y yo la seguí.

—¡Mamá! ¡No! ¡Yo puedo hacerlo sola! — Trataba de detenerla pero ya era tarde, ella ya había abierto la puerta.

— Hola Ne...ru... Y hola a usted.

— Soy la mamá de Neru, es un gusto conocerte, Miku.

— Igualmente es un placer conocerla.— Ambas se dieron la mano.

— Como sea, ya nos tenemos que ir, ¡Adiós! — Aparté a Miku de mi progenitora y me despedí.

Ambas caminamos hasta perder de vista mi hogar.

— Eso fue muy agradable pero rápido.—Dijo.

— ¿Bromeas? Fue vergonzoso.

— No lo creo, es extraño sentir la calidez de una mamá.

— ¿Extraño...? Oh... — Sí, apenas recordé que Hatsune no vive con sus padres, tema incómodo.— Cambiando de tema, ¿Qué tan lejos queda el lugar?