La prometida de mi primer amor [ Miku x Neru ]

Capítulo 20: Una cita y una bienvenida

~Narradora Neru~

Una chica que repentinamente robó mí corazón me necesita a su lado, juré que no la dejaría sola, incluyendo en éste día tan especial para ella. Su hermano volverá a la ciudad el día de hoy y estoy para acompañarla, por ello ambas estamos en el aeropuerto esperando sentadas.

— Oye, si él te ve con esa cara de preocupación, no se emocionará tanto ¡Cambia esa carita! — Le dije.

— No puedo, el avión tuvo un retraso debido al clima, tenía esperado a que llegara a tiempo, me estoy preocupando.— Cruzó los brazos y no paraba de mirar hacia el suelo.

— Mira el lado bueno, las noticias dicen que probablemente caiga una nevada ¿No te gusta la nieve?

— Por culpa de la nieve el aterrizaje se atrasó tres horas.

—  ¿Tre-tres horas? Pero... desde que preguntaste sobre su vuelo fue hace media hora, falta mucho.— Me sorprendí, no pensé a que se fuera a atrasar tanto.

— ¿Ahora entiendes porque mi cara está así? — Tenía lógica, pero no puedo estar sentada aquí durante dos horas y media, necesito pensar en algo... Y ¡Lo tengo!

— Miku.

— Dime.

— ¡Tengamos una cita!— Me levanté del asiento.

— Eh, ¿Una cita? ¿En un aeropuerto?

— Podemos entretenernos, hay varios puestos de comida entre otras cosas, sería divertido, una cita entre amigas.— Le guiñé el ojo.

— Neru, ¿Sabías que aquí todo cuesta el doble? Y olvidé mi dinero...— Se levantó de donde estaba sentada.

— Tranquila, siempre suelo traer 200 billetes conmigo.— Después de contestarle ella dio una leve carcajada.

— No será suficiente, mejor hay que buscar un cajero automático, puedo sacar algo para que compremos comida.— Acarició mi cabeza.

— ¡Es una gran forma para empezar nuestra primera cita! — Alcé la mano y la peli-turquesa con gusto la tomó.

Empezamos a buscar un cajero automático por el lugar, mientras íbamos con las manos entrelazadas, no me sentía apenada como aquella vez en el instituto, lo bueno de estar en éste lugar tan concurrido es que nadie nos voltea a mirarnos.

— Ya veo uno, espérame aquí, no tardaré.— Me soltó y me quedé viendo cómo se dirigía hacia allá.

¿Es tonto decir lo linda que se ve mientras saca dinero? No puedo evitar sonreír y menos recordando el hecho de que estamos en una cita muy extraña... Con mi amiga, al fin y acabo no rompimos nuestra amistad para no herirnos si ocurre un inconveniente, sin embargo ¿De verdad funcionaria...? Y más si se trata de llevarnos de esta manera.