El Último Beso

Cap IV

—Esto me ayudará a que sean más fáciles las cosas— sonrió malicioso, dejando a un lado los papeles para luego estirarse y soltar un gran suspiro 

—¿Joven amo?— tocaron la puerta

—Adelante— se levantó del escritorio y se fue hacia la cama

—Me dijeron que me había mandado a llamar— respondió mientras cerraba la puerta detrás suyo

—Si, ven acércate— hizo una seña con la mano

El sirviente obedeció y fue en dirección a su amo —¿Que es lo que se le ofrece?— pregunto atento

—Necesito que llames a esta empresa, preguntas sobre la deuda de los Midoriya y les dices que apresuren el trámite de embargo, si se niegan diles que yo doy dicha orden— entregó un papel con las ordenes escritas

—Como ordene— tomó el papel —¿Alguna otra cosa que se le ofrezca?—

—Si, diles que para mañana ya quiero que estén entregando la demanda a los Midoriya, no quiero ninguna excusa— retiro sus zapatos y se recosto sobre la cama

—Como usted ordene, con permiso— hizo una reverencia y se retiró

"Mañana Deku, mañana" Pensó e inevitablemente se formó una pequeña sonrisa 

En el pueblo...

—Ya llegué— entró el peliverde a su casa

—Bienvenido— fue a recibirlo

—Madre... — se sentó en el sofá y observo a la mayor

—Dime— respondió sentándose a un lado del peliverde

—Quiero que me digas a qué vino el príncipe—

—Ya te dije que nada y ya vete a dormir que mañana saldrás con Bakugo— dijo levantándose

—¿S-salir?— pregunto extrañado

—Me dijiste que ibas a salir con él, ¿Lo olvidaste?—

—¡Oh! Cierto—

—Ahí está, vete a dormir— acarició el cabello del menor —Te veo mañana— sonrió y se fue con dirección a su habitación, el peliverde hizo lo mismo

"¿Como pude olvidarlo?" Se regañaba a sí mismo "Mañana cumplo 1 año con Kacchan" Pensó emocionado "¿Que le podré regalar?" Así se la pasó toooda la noche hasta quedarse dormido

Al día siguiente...

El joven se arreglo con sus mejores ropas y salió sonriente de su habitación

—Buenos días hijo, ¿Ya te vas?— pregunto la mayor

—Buenos días— asintió felizmente

—Muy bien, que se diviertan, saludas a Bakugo de mi parte—

—Lo haré— se despidió y salió de la casa —Te veo después— dijo antes de cerrar la puerta

Al poco rato de que el peliverde se marchara, llamaron a la puerta

—Bue... nos días, ¿Q-que se les ofrece?— cuestionó la mayor nerviosa

—Buenos días, somos del Banco X como sabrá tienen una deuda muy grande y el plazo que les dimos se ha agotado, solo tienen hasta mañana para pagar, sino lo hacen embargaremos sus cosas— entregaron un sobre con papeles y se retiraron 

Cerró la puerta y abrió el sobre leyendo detenidamente lo que decían los papeles

"Maldición" Maldijo al terminar de leer los papeles

—Toc... Toc.. — llamaron a la puerta

—¿Quien es?— pregunto antes de abrir

—Soy el príncipe— respondió

La mayor abrió la puerta y sin dejar pasar al joven, pregunto —¿Que se le ofrece?—

—¿Podemos hablar?— la miro fijamente

—Adelante— lo dejó pasar

—Vine a ver que es lo que había decidido con respecto a lo de ayer— se sentó cómodamente

—Ya le dije que mi hijo no es un objeto como para venderlo—

—¿Aunque eso ocasionara que se quedaran sin casa?— pregunto sorprendido

Se quedó pensativa —¿D-de cuánto estamos hablando?— habló en voz baja

—Bueno antes de tocar ví a unos hombres irse de aquí, me imagino que eran los embargadores, ¿No?—

—¿Como sabe eso?—

—Eso es lo de menos— respondio

—Mm, si, eran ellos—

—Bueno, le propongo pagar toda la deuda a cambio de su hijo—

En algún lugar...

—¿K-kacchan?— pregunto el peliverde con los ojos vendados

—Espera un minuto— respondió el rubio caminando lentamente y con cuidado

—¿A donde vamos?— trataba de caminar derecho pero el rubio a cada rato lo llevaba por el camino correcto

—Ya verás—