El Último Beso

Cap XI

En el supermercado...

—¡Kacchan! ¿Que te parece esto?— pregunto el peliverde corriendo hacia donde se encontraba el rubio con unas cuantas prendas de ropa en mano

—Si, eso está bien— miro por un momento lo que traía el peliverde, para luego regresar su mirada a una repisa de pastas

»Ni siquiera lo viste bien... « pensó bajando la mirada al carrito en el cual traían todo depositando las prendas en el —Voy a ver otras cosas— mencionó dándose la vuelta

—¡Deku!— lo detuvo el rubio con un abrazo desde atrás —Lo siento, estoy preocupado—

—¿Por?—

—Desde hace un rato la gente nos voltea a ver— susurro mirando a su alrededor

—¿Y que tiene?— pregunto confundido

—No lo sé, ¿que tal si ya nos encontraron?— respondió preocupado

—Tranquilo todo va a estar bien— se giro para poder abrazarlo de manera correcta —Vayamos a pagar, ¿Si?— dijo separándose del abrazo con una leve sonrisa

—Esta bien— correspondió dicha sonrisa y fueron a cajas, luego de pagar una señora los detuvo

—Disculpen— se escucho desde atrás

—¿Si?— se detuvieron para mirarla

—Un joven con varios hombres andan preguntando por ustedes, ¿Hicieron algo malo?—

—¿U-un joven?— retrocedió el peliverde al escuchar eso provenir de la señora

—¿Como es ese joven?— pregunto el rubio exaltado

—Un poco alto, tiene una cicatriz en su ojo izquierdo y su cabello es de dos colores— describió mientras recordaba

—Es el Kacchan... — murmuro el peliverde asustado

—Gracias por avisarnos — hizo una reverencia —No nos ha visto, ¿Si?— mencionó antes de irse, la señora solo asintió un tanto confundida

—¿Que vamos a hacer Kacchan?— miro al rubio

—Tenemos que irnos de aquí e ir a la cabaña— respondió haciéndole la parada a un taxi, lo abordaron y fueron a la cabaña

En otra parte...

—¡Joven amo!, un señor asegura a verlos visto— llegó un guardia corriendo

—¿¡Enserio!?— mostró interés —¿¡Donde!?—

—Le perdió el rastro pero al parecer van hacia los pies de una montaña—

—Entiendo, hay que ir— se subió al carruaje y fueron en busca de ellos, aunque sería difícil ya que se encontraban rodeados de montañas

En la cabaña...

—L-llegamos— soltó un suspiro

—Deku... —

—¿Si?— lo miro detenidamente

—Estaba pensando algo durante el viaje hacia acá— dejó las bolsas sobre la mesa

—¿A si?— hizo lo mismo y se sentó en una silla —¿Sobre qué?— preguntó curioso

—Mmm— se sentó adelante de él —Hay que casarnos mañana mismo—

—¿Que...?— lo miro sorprendido

—Si, hay que casarnos—

—¡P-pero es muy pronto...!— dijo nervioso jugueteando con sus manos y moviendo las piernas

—Pero así será más difícil separarnos— explicó

—¿M-mañana...? — desvió la mirada —¿Hay una iglesia cerca?—

—Si, sabemos que esta cerca así que hay que casarnos lo más pronto posible... — pensó por un momento —Hay una a unos cuantos kilómetros de aquí—

—E-esta bien... — respondió aún dudoso pero sabía que esa era la única opción —Mañana nos casaremos— dijo lo más seguro

—Bien— se incorporó y fue hacia el peliverde —Te amo— lo abrazo y luego dio un pequeño beso en sus labios

—Y-yo también te amo— correspondió al abrazo sonriendo luego de que el rubio se separara

—Vayamos a descansar, ¿si?— acarició la mejilla del peliverde mirándolo tiernamente

—Si, hay muchas cosas por hacer mañana— respondió mientras se levantaba —Te daré un masaje— posó su mano sobre el hombro del rubio

—No es necesario— tomó dicha mano y dio un corto beso en ella

Negó con la cabeza —Estas muy tenso— masajeo levemente los hombro de éste —Ven, vayamos a la habitación — tomó su mano y fueron a la habitación

—Insisto no es necesa... — un beso interrumpió su frase

——Acuestate y... Disfrutalo... — susurro lujuriosamente al oído del rubio

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Hola criaturas :'3

Fue un poco corto el capítulo, pero he estado un poco ocupada, así que discúlpenme ;<;

Espero comprendan

L@s quiero

Bye~