Cap VIII

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Hola criaturas :'3

Se que dije que no actualizaría debido a que recibía unos resultados de un examen, pues salieron mejor de lo que esperaba, estoy deprimida pero no mucho (Aún soy apta para escribir)

Así que aquí tienen el capítulo ^^

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—¿Que?... ¿Eres idiota?, ¿Crees que te voy a dejar aquí?— dijo mientras se acuclillaba  —Deku, eres la persona a la que amo, claramente no te dejaré aquí— se levantó y cargó al peliverde sobre su hombro y caminó con velocidad (Como costal de papas)? 

—¡Bajame, Kacchan!— pataleaba

—No lo haré— se oculto en un callejón y lo bajo, esperando a que los guardias pasaran

—¿Por que hizo esto?— se lamento en voz baja mientras de deslizaba hasta llegar al suelo

—Trata de entenderla, el príncipe la acorraló— se hincó colocando su mano en el hombro del chico tratando de calmarlo

—Pero no era razón para esto, ¿Y por que yo!?, ¿Por que precisamente yo?— habló entre dientes

El rubio se levantó y se asomó discretamente para ver si ya no estaban los guardias

—Parece que se han ido... Ven, vámonos Deku— lo tomó del brazo y salieron lentamente, caminaron una distancia considerable hasta llegar a una estación, abordaron hasta llegar a la cabaña

—Entra— dijo el rubio trás abrir la puerta

—¿Que vamos a hacer, Kacchan?— lo miro un tanto preocupado

—Por lo mientras nos quedaremos aquí, al menos hasta que se calmen las cosas— cerró la puerta y comenzó a subir las escaleras —Por lo tanto hay que tratar de dormir — le extendió la mano para que lo acompañara

—No creo poder consiliar el sueño, pero esta bien— tomó la mano ofrecida y subieron al primer piso dirigiéndose a su habitación

Entraron a la habitación —Bien, vamos a dormir— dijo el rubio retirándose la camisa

—¿S-sin camisa?— preguntó el peliverde ruborizado

—Tengo calor, ¿Tu no?— lo miro mientras se sentaba a la orilla de la cama

—Mmm, si— se quitó la camisa y la dejó a un lado

El rubio se quedo mirando fijamente el torso del peliverde

—¿S-sucede algo?— cuestionó el contrario al notar la mirada del rubio, mientras se acostaba

—No, nada— se acostó a un lado del peliverde, colocó su brazo rodeando el torso de éste —Tienes una piel suave— acarició su abdomen

—¿Que haces?— retiró su mano con un leve sonrojo

—Dejamos algo pendiente, ¿Recuerdas?— volvió a colocar su mano, pero esta vez sobre su pecho, acariciando uno de los pezones jugueteando y pellizcandolo suavemente

—Ngh... Ah~... K-Kacchan, no creo que sea adecuado— se incorporó recargandose en la pared

—Deku, olvidemonos de todo esta noche... — susurró esto último al oído del peliverde, colocándose entre ambas piernas tomando con ambas manos su rostro plantando un profundo pero cálido beso en los labios de éste

—Mm~ ... Kacchan, no está bien— dijo separándose

—Vamos, Deku— respondió dando pequeños besos en el cuello del peliverde

El peliverde cerró sus ojos soltando un ligero suspiro, entrelazando sus dedos con el cabello del rubio, insitandolo a que siguiera con lo suyo disfrutando el toque de los suaves labios del contrario

—Kacchan... — susurró

—¿Si?— se detuvo y lo miro atento

—Hagámoslo... — dijo con un leve sonrojo

—Ya te habías tardado— sonrió y se acercó al rostro del contrario uniendo sus labios en un beso desesperado pero apasionado, haciéndolo cada vez más y más húmedo mientras deslizaba lentamente su mano por el torso de éste disfrutando cada rincón de su cuerpo, llegando a la entrepierna del peliverde, masajeandola dando pequeñas caricias, haciéndolo estremecer

—A-ah...! — gimio sobre sus labios, separándose como reacción dejando un delgado hilo de saliva —Kacchan... — susurró

—¿Que pasa?, ¿Quieres que me detenga?—  deslizó su mano lejos de la entrepierna de éste

—¡N-no!— detuvo la acción —Q-quiero que lo sigas haciendo— dijo sonrojado

—Vaya que eres pervertido... — susurró a su oído

El peliverde al escuchar eso inmediatamente se ruborizo de oreja a oreja cubriendo su rostro con ambas manos; el rubio retiró las manos de éste y lo miro fijamente —Eso me gusta... — sonrió y comenzó a desabrochar el pantalón de ambos, despojandolos lejos de la cama, quedando solo en bóxer haciéndose presente un bulto en la entrepierna de ambos

—Kacchan... — dijo ya jadeante

—¿Si...?—

—¿D-dolera?—  cuestionó miedoso

—Solo un poco, después te acostumbraras— acomodo las piernas del peliverde haciendo más cómoda la posición, retiró ambos bóxers

—Es grande... — se encogió

—C-callate— dijo un poco avergonzado para después humedecer dos dedos con su saliva, después de lubricarlos bien los dirigió a la entrada del peliverde, metiendo el dedo medio y luego el dedo índice simulando embestidas lentas pero profundas

—Ah... Haa... — se estremeció y gimio un poco

—Deku... Voy a meterlo— comentó el rubio al sentir que era el momento, saco sus dedos y tomó con firmeza su miembro preparandolo para penetrar al peliverde

—Esta bien... — accedió

Dirigió su miembro a la entrada de éste, metiéndolo poco a poco para no lastimarlo

—Agh... D-duele... — hizo gestos de dolor y salieron un par de lágrimas

—Lo siento, tendré más cuidado— beso su mejilla recogiendo la lágrima que aún se encontraba allí, siguió metiendo su miembro lentamente así hasta que entró por completo

El Último Beso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora