Alerta - Capítulo 8

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Dedicado a LeonellaNieto3 por sus votos, comentarios y apoyo hacia mi novela. Agradezco demasiado tu dedicación.

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Jamie tenía todo pensado.

Estaba casi lista. Sólo faltaba que el bebé estuviera dispuesto.

Desde que abrió los ojos esa mañana las náuseas no la habían dejado estar en paz.

No sabía si eran por los nervios que se habían presentado desde el día anterior, pero no podía comer un bocado. Ni siquiera había cenado, y eso era raro en ella.

Estaba muy emocionada y asustada. No sabía como reaccionar ante esta nueva experiencia. Jamás había trabajado y nunca pensó estar en un lugar donde no tuviera experiencia.

William estaba eufórico. Todo lo contrario a ella, que se sentía nerviosa y dudosa. Él sabía que lo iba a hacer increíble. Ella era buena en todo.

Además, se merecía la oportunidad más que cualquier persona.

Lo que lo tenía preocupado era el bebé. Ella se aferraba a hacerlo. Pero el bebé podría peligrar si ella se esforzaba demasiado. Ya había soportado mucho ahí dentro.

Por esa razón, días antes dio instrucciones claras de lo que ella podía y no podía hacer. Sabía que tarde o temprano ella se lo pediría, así que tenía todo preparado.

En la empresa, todo el mundo quería conocerle ya. Estaban intrigados. Querían saber quién había logrado aplacar al ogro amargado.

Ese día era el gran día. Ella estaba preparándose para ir con él. Aunque Will no sabía porqué ella se esforzaba. Siempre estaba hermosa para él. Y cualquier persona que pensara lo contrario no debería tener el privilegio de tenerla cerca.

-Will, ya estoy lista. ¿Cuándo nos vamos?

Su suave voz sacó a Will de su ensueño. Cuando volteó con ella, quedó cautivado por su encanto. Estaba preciosa.

Jamás en su vida miró algo igual. Tan elegante y perfecta como era ella, se sentía la ligereza de su presencia en el ambiente.

Su vestido con vuelo era tan adecuado que Will pensó en lo terrible que había sido que ella no disfrutara de eso desde niña. Estaba hecha para ser ella de esa forma.

Se quedó sin palabras. No sabía como se controlaría cuando la miraran de más, porque era inevitable mirarla. Su apariencia era tan frágil y femenina. Le recordaba a una pequeña niña tierna y hermosa.

-Ya podemos irnos. No quieres llegar tarde el primer día, ¿o sí?

Ella negó con entusiasmo.

Will observó como cada cierto tiempo notaba su pequeño vientre más abultado. No era siempre, pero a veces, crecía visiblemente en un día. Se sentía afortunado de estar cerca de ellos.

-Tu trabajo es sencillo, nena. No requiere tanto esfuerzo, así que no hay que preocuparse por la salud del bebé.

Ella asintió temerosa.

-Vas a hacerlo muy bien, ya verás.

Jaime lo miró con angustia.- ¿Y si sabe dónde estoy? No puedo hacer esto.
No puedo arriesgarme.

El negó decidido. - Déjame a mí eso. Te debes esto, Jamie. Hazlo por el bebé. Jamás podrás ser libre de tu pasado si no comienzas a tener más confianza en ti.

¡No eres mi tipo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora