Beso inmortal (CAMREN)

Capitulo 7 (Alcanzada por el pasado)

El sol brillaba mortecino en un cielo gris cuando me desperté de una pesadilla, mire el despertador; a pesar de todo, había dormido unas cinco horas. Aun así me sentía cansada, pero no podía quedarme en la cama. El dolor de mandíbula era más agudo que nunca, pero lo peor fue ver el rastro de te en todo en mi cuarto. Cambie la colcha y la escondí con la ropa sucia de la noche anterior dentro del armario para que Ellen no la encontrara y yo tuviera tiempo de lavarla. No podía dejar de pensar en lo que había pasado.

En la cocina me hice unte, y mientras esperaba que se enfriara, recopile todo lo que había visto por la noche y lo que había descubierto sobre Lauren. Me costaba ordenarlo necesitaba salir de casa. Me tome él te de un trago, subí a mi cuarto y me vestí. Agarre las hojas y me las guarde en el bolsillo no se bien porque. Le escribí una nota a Ellen diciéndole que había quedado con unos amigos y Salí volando. Desde el garaje, simón grito a donde iba y que demonios había hecho en el asiento del copiloto del Audi. Hice como que no lo escuchaba y Salí antes de que pudiera decirme nada más.

Como no me atrevía a subir a mirador por miedo a encontrarme a Lauren- y ella era la última a quien quería ver-, vague por las calles. No me molestaban las frías ráfagas de viento que arremolinaban las hojas del camino, rojas y doradas. Me subí el cuello de la chamarra y hundí las manos en los bolsillos protegiéndome la cara con los hombros. De vez en cuando pasaba un coche, pero con ese tiempo, la mayoría de habitantes de Ashland falls preferirían quedarse en casa. Mi celular sonó, era Lauren, lo volví a guardar. No sé cuántas veces volvió a sonar, pero fue un alivio cuando en algún momento dejo de insistir. No quería hablar con ella, no antes de tener las cosas claras. Mi razón todavía se resistía a creer que era un vampiro. Al entrar en la chestnut Street oí el rugido familiar de un motor. Camine más rápido, pero Lauren me alcanzo antes de que pudiera doblar la siguiente esquina. Se paró a mi lado.

-¡por fin te encuentro ¡- exclamo -. Hace más de una hora que te busco. Estaba preocupada.

- ¡déjame en paz¡ - respondí, y seguí caminando.

- que... - se bajó de la moto y vino tras de mi-. ¡Camila, espera¡

Acelere mis pasos pero me alcanzo.

-¿qué te pasa?

- te dije que me dejes en paz – dije con dureza, y quise cambiarme de acera.

Sonó una bocina y los neumáticos derraparon con el asfalto.vi la cara de susto del conductor de la furgoneta, Pero Lauren me agarro antes de que me atropellara.

-¿estás loca?- dijo el conductor bajando del vehículo-. ¿Es que no miras por dónde vas? – parecía enojada y aliviada a la vez. – déjame en paz- le dije otra vez a Lauren soltándome.

El conductor la miro desconfiado.

-¿necesitas ayuda?

- dile a esta desgraciada que me deje en paz – dije enfadada, y me aleje.

Lauren quiso seguirme, pero el hombre le cortó el paso. – ya las has oído, amiga, déjala en paz, o llamo a la policía. Lauren se le quedo mirando, el hombre era alto y fuerte. Me miro y dijo:

-Camila, ¿que...?

-déjame tranquila, ¿sí?- insistí, y Salí corriendo.

- pero ¡que te he hecho¡ - exclamo.

No mire atrás, seguí corriendo durante un buen rato. Como en la calle ya no me sentía segura me metí en el bosque. Sin un objetivo claro sortee los arboles hasta que, rendida, me apoye en uno caído.

No podía quitarme de la cabeza sus últimas palabras. No me había hecho nada, más bien al contrario: me salvo en el bohemien; ahora acababa de evitar que me atropellaran y la noche anterior me había salvado de aquel vampiro. Nunca me había hecho nada y lo podría haber hecho. Ella quiso mantenerse a distancia, y no se cortó ni un pelo a la hora de hacerlo. Solo nos dio una oportunidad cuando vio que yo no me daba por aludida.  Y porque era un vampiro, no quería que le hiciera preguntas, era evidente.