Shawn

691 51 7
                                    

-¡No puedo, solo no puedo!. Está llena de grasa y me hará engordar.

-Emma, tienes que comer, casi te desmayas... - le digo, intentando contenerla.

-Estoy gorda. - me contesta.

-Me importa una mierda si crees que estás gorda, Emma, te comerás ese plato o te buscaremos otra cosa pero tienes que comer. - le grita Anna, alterada. Y Emma se echa a llorar. Nuevamente.

-Anna, no creo que sea la forma.

-¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda!. Shawn, esta en los huesos. Lleva poniéndose cuatro capas de ropa desde hace semanas. ¡Se está matando!. ¿Qué quieres que haga?. ¿Qué me quede sentada abrazándola y diciéndole que está bien lo que hace?.

-¡Dejame en paz!, no he pedido tu ayuda.

-¡Ja!. Ojalá fuera tan fácil echarme. Me importa una mierda lo que digas, me quedaré aquí hasta que ganes 10 kilos.

-¡Estás loca!. ¡¿Quieres que sea una vaca?!.

-Te puedo hacer otra comida. Una ensalada con pollo a la plancha... quizás arroz hervido... blanco... no te va a engordar nada Emma - interviene Xavier, desde el otro lado de la habitación.

-¿Te parece? - le digo, moviendo un mechón de cabello rubio detrás de su oreja. Y luego de pensarlo un poco asiente con la cabeza.

-La ensalada con pollo estaría bien...

El problema de Emma con la comida se ha vuelto gravísimo a lo largo de las últimas semanas. Nos empezamos a dar cuenta de que en los almuerzos solo redistribuía la comida en su plato, y si realmente comía, luego iba al baño a vomitar de inmediato. Cuando le hablamos al respecto nos dijo que por favor no le dijéramos nada a sus padres, y prometimos hacerlo solo si nos hacía caso. De todas formas ha sido difícil, siempre estamos vigilandola y hemos hecho todo lo posible para que se alimente bien. Todo estaba saliendo de maravilla hasta hace un par de días, creo que bajamos la guardia porque de alguna forma logró engañarnos y dejar de comer. Hoy en la tarde perdió la consciencia por unos segundos luego de su práctica de porristas. La íbamos a llevar al hospital pero suplicó que no lo hiciéramos, así que condujimos hasta su casa y desde entonces estamos peleando para que coma algo.

El plato gigante de ensalada con pollo a la plancha que le preparó Xavier se ve muy bien, y Emma lo come bajo la atenta mirada de Anna. Una vez termina nos mira y gira los ojos.

-¡Listo!, ¿Contentos?.

-Por ahora, dice Anna. Esa es solo la primera de 4 comidas que empezarás a comer cada día si no quieres que te metan en rehabilitación.

Estas semanas han sido de las peores, cada semana siento que estoy un escalón más abajo que la anterior o algo así. Soy un completo cobarde y me atreví a llamar a Dylan como tal. No me puedo sacar de la cabeza todo lo que le dije, y lo mal que me siento por haberle dicho todas esas tonterías. Después de todo, soy yo el que no se atreve a tener una relación en el instituto, porque en realidad, estoy aterrado de que me rechacen como lo hacen con Ross, o que susurren a mis espaldas y me hostiguen como hacen con Dylan, o... no sé, en general estoy aterrado de las cosas que pasan en la vida de las personas como yo, a veces no me siento capaz. He estado releyendo el poema cada noche desde ese día, pensando en Dylan, durmiendo con la bufanda y el gorro que me regaló, viendo los capítulos de "Coraje el perro cobarde" cada día en cuanto llegó a mi casa. No lo puedo sacar de mi cabeza cuando práctico guitarra, he estado escribiendo un montón de canciones deprimentes sobre él y luego tirandolas a la basura para ver si de esa forma el nudo en el pecho desaparece. Lo veo en todas partes, en cada persona que me habla y en cada lugar al que voy, y es tan absurdo, todo es tan absurdo.

Entre Notas (Shawn Mendes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora