Entre Notas (Shawn Mendes)

Shawn

La decepción es un sentimiento horrible, la desesperación igual. Y es que siento que todo el mundo se me viene encima, y no sé cómo mejorarlo. He pasado prácticamente cada segundo libre de las últimas dos semanas estudiando matemáticas, lo que implica hostigar a Frank de maneras horribles. Estoy a cada momento del día haciéndole preguntas e intentando entender sus respuestas. Claro, él no se queja ni dice nada, pero debe estar harto. A otros de mis tutores y amigos también les ha caído el peso de mi manía y han tenido que sufrir igual o peor que Frank. Markus y Matt se han ofrecido a ayudarme y también les ha tocado pasar extensas horas de estudio conmigo en la biblioteca. Anna se ha estado quedando en mi casa por las noches de alguno que otro día, Emma me ha ido a buscar y a dejar a todos lados y Xavier... bueno, el ha acariciado a Meaw para que no se sienta solo.

Me quedo mirando el ejercicio que tengo en frente por un par de minutos sin saber qué hacer, no sé ni por dónde empezar.

-Vamos - dice pausadamente Frank -Tienes que recoger lo-los datos e intentar encontrarle el sentido para relacionar la solución con alguna integral. - miro a Frank y le pido disculpas con la mirada. Cada vez pienso que Frank es más lindo, quizás se debe a que he estado pasando mucho tiempo junto a él. O a lo mejor es la forma en que tartamudea cuando me intenta explicar algo o su piel blanca y sus pestañas gigantes, lo que me resulta extremadamente tierno...

Toma el lápiz de la mesa y comienza a reescribir los datos importantes del ejercicio. Eso es algo que también me resulta muy tierno. Quizás debería pasar menos tiempo enamorandome de mis compañeros o intentando descubrir la identidad del enigmático Courage, y más tiempo concentrándome en no reprobar.

-E-e-entonces, toma la tabla de integrales y revisa qué es lo primero que hay que hacer.

Permanezco un rato con la tabla llena de transformaciones sin sentido en la mano, leyendolas una por una como si pudiera encontrar alguna respuesta mágica en ellas, o simplemente esperando a que Frank se harte y me diga qué hacer- Es que ni una de estas funciones es igual a la de la integral. - termino por decir, con la intención de que el silencio no se siga prolongando.

-Pero mira, si la descomponemos... - y otra vez termina haciendo el ejercicio solo, y yo me quedo atrás, preguntándole cada paso una y mil veces. Luego de un rato Frank me deja solo, ya que tiene clases, y espero a que llegue Markus. Entre tanto, saco un paquete de galletas y empiezo a comer. Cuando llega solo me queda una galleta y se la ofrezco cortésmente. La rechaza.

-¿Te las has comido solo? - pregunta con una sonrisa graciosa.

-Tenía hambre - le contesto. Se sienta a mi lado y le pregunto sobre un ejercicio que no he logrado entender. Casi como todos.

Markus tiene una manera muy especial de enseñarme matemáticas, siempre trae su plumón y me explica en la pizarra, de cierta forma me resulta más entendible, me va preguntando los pasos a seguir y cada vez que me equivoco me corrige. Esto debe ser muy cansado, pero él se ofreció a ayudarme así que no hay de que quejarse.

-¿Cuánto rato llevas estudiando, Shawn? - me pregunta al final de un rato, cuando ve que ya no avanzo más.

-Desde las 9:30.

-Wooh. Se acabó por hoy, debes descansar, relajarte - siento sus manos sobre mis hombros y me ruborizo. - un masaje... estás muy tenso- concluye.

-No puedo dejar de estudiar, hoy viene Anna a mi casa a ayudarme.

-Mhnnn...no. Llevas semanas estudiando sin parar. Tienes que tener un descanso. Ven conmigo. - Mark se levanta y me invita a hacer lo mismo. Le sonrío y lo sigo hasta la puerta de entrada.

Nos subimos a su coche y pone música, no tengo idea de qué es, pero me gusta. Es relajante. - ¿A dónde vamos? - pregunto.

-A la playa.

-Es una pésima idea. - afirmó. Y el solo asiente con la cabeza. Como corroborándolo.

-lo es.

Pasamos mucho rato en un viaje de carretera alucinante. Al parecer, lo que estamos escuchando es jazz. Markus nombra a artistas como Charlie Parker, Dizzy Gillespie, Thelonious Mini y Louis Armstrong. Nadie conocido para mí, pero me resulta muy interesante. Mark habla sobre sus vidas, datos curiosos y cosas así. En general, creo que Markus sabe mucho sobre cosas y es muy inteligente, quisiera ser así.

Llegamos a la playa y está vacía, nos sentamos en la arena y permanecemos un rato en silencio, viendo las olas chocar en la orilla. La piel trigueña de Mark se ve reluciente y con un brillo espectacular en la playa.

-¿Sabes que todo esto es muy especial?

-¿Por qué? - digo sin poder evitar una risa nerviosa.

-Porque cada cosa que sucede en este instante está ocurriendo hace mucho tiempo para culminar en este preciso momento y que nosotros lo podamos ver. - dice, y me quedo callado porque no lo entiendo del todo. - la arena sobre la que estamos sentados ha estado viajando por millones de años, eran parte de rocas más grandes quizás al otro lado del mundo. Y las olas que vemos también han viajado probablemente un tiempo similar, solo para terminar colapsando en esta orilla, frente a nuestros ojos. Luego, regresarán al mar y viajarán mucho tiempo, y algún día se generará una escena parecida a esta, con esa misma ola, en otra orilla. - termina de hablar y se da vuelta para mirarme, en este momento estoy seguro de que él es Courage.

-Siempre dices cosas así. - no sé qué más agregar, nunca lo había pensado. Pero me está mirando directo a los ojos, y el chocar de las olas se escucha en el silencio de la playa y no sé, me parece correcto. Me acerco y lo besó en los labios.

Todo se detiene, no pasa nada, no fue más que un roce de labios pues no fue correspondido. Se aleja lentamente y veo en sus ojos la incomodidad.

-Creo que me malentendiste... Ehm...

-¡Oh! Lo siento, yo... - estoy tan nervioso y avergonzado.

-No te preocupes, está bien... me siento halagado, es solo que no soy gay, pero está súper bien que lo seas, no digo que no... - nos quedamos callados y oculto mi cara con mis manos, debo estar muy rojo. Luego de un rato siento su mano en mi hombro.

-Oye, no te preocupes... tengo que admitir que el paseo a la playa y las frases cliché fueron muy gay. - me río sin querer - además, es la clase de cosas que le dices a una chica tonta para que te besé, no sé en qué estaba pensando. Todo es mi culpa....

"Una chica tonta"... la frase me queda rondando en la cabeza.

El viaje de regreso fue un silencio infinito, me dejó en mi casa y me prometió no decir nada a nadie. Le expliqué por qué no quería que el general del instituto se enterase y me encontró la razón. Llego a mi casa y subo a mi habitación, me acuesto en mi cama y me siento profundamente idiota, nunca más lo intentaré.