Entre Notas (Shawn Mendes)

Shawn

Han pasado un par de días desde la nota y aún no respondo, y es que no sé cómo hacerlo, ni si debería hacerlo.

-Estás muy misterioso. - me dice Emma al otro lado del cuarto, que intenta arreglar su traje de porrista.

-Para nada - digo riendo.

-Entonces ayudame con mi traje. - me dice, arrojandolo sobre mi cara. Río y se lo tiro de vuelta.

-Eres muy mandona.

-Eso me han dicho.

Paso un rato mirando el techo de su cuarto. Está lleno de esas estrellas que brillan en la oscuridad. Emma me dijo que de pequeña estaba obsesionada con las estrellas y el espacio y el cosmos y todas esas cosas. Pero que luego le crecieron pechos y que desde entonces le importaban otra clase de "misterios", lo dijo así, literal.

-Oye Emma... ¿Qué harías si alguien te escribe una nota declarándose?.

-¿Shawn?. ¿Algo qué contarle a la vieja y sabia Emma? - me dice, acercándose a la cama y sentándose a mi lado.

-Solo contesta. - digo riendo, esto de tener un secreto es divertido.

-Bueno... depende de quién es el que la escribe, y si es un "él". Aunque estoy abierta a experimentar.

-¿Y si es anónima? - le digo, sentandome.

-¡Wow!, No sabía que habíamos avanzando al plano de los anonimatos. - dice Emma sorprendida - la historia se vuelve mucho más interesante así. ¿No?. Estás hablando con alguien y no sabes quién es, es un poco exitante.

-¡Emma! - digo riendo.

-No, pero en serio. Puede ser una historia de amor increíble, o puede ser un sicópata que termine por asesinar a toda tu familia. En ambos casos... le respondería - dice riendo - es lo más interesante que te ha pasado en la vida, Shawn. A veces debes arriesgarte un poco. Además, siendo gay de closet, como eres, ni un solo chico te mira en el colegio. Necesitas un poco de acción. - dice, haciendo un gesto obsceno.

-Okey, lo consideraré. - digo riendo.

Emma me dejó en la biblioteca y luego fue a su práctica de porristas. Creo que necesito un coche propio, últimamente dependo de Emma y Xavier para que me lleven a cualquier lugar al que quiera ir. Una vez en la biblioteca busco una sala de estudios y me siento con mi libro de biología a esperar a Jason, mi tutor de dicho ramo. Jason es un chico alto, delgado, de piel negra y que está todo el tiempo serio, me cae muy bien.

Cuando llega, toma asiento a mi lado y saca su cuaderno. Pasa la tarde explicándome las funciones de los organelos y las entiendo bien, creo que puedo recordarlas hasta el día de la prueba, aunque no me gusta mucho esta materia. Cuando terminamos lo invito a comer, pero no acepta. De cierta manera me siento en deuda con los tutores, son buenos chicos y tienen que perder su tiempo explicándome cosas, no sé. Me hace sentido el sentirme un poco culpable al respecto.

Me pregunto qué sentiría si Jason resultara ser el chico de la nota, es muy serio, y tranquilo, y no sé de qué hablar con él, pero sigue siendo un chico guapo... me acabo de ruborizar.

Cuando paso por mi casillero encuentro otra nota, mi corazón se sobresalta y la tomo rápidamente. Miro en todas direcciones pero no hay nadie sospechoso. La abro de inmediato, esta vez es un poco más corta.

"Tomaré tu silencio como un "no me jodas", y está bien. Te dejaré de molestar. Lo siento.

Sr. Courage."

Al terminar de leer me siento muy mal, no sé por qué. A lo mejor sí quiero saber quién es. Además, no quiero que se sienta mal por no haber contestado a su nota, es solo que todo el asunto es muy raro.

-Vamos a tener una pequeña fiesta después del partido, Mendes. ¿Vas?. - me despierta Monroe, un compañero del equipo de basquetbol.

-Claro, ahí estaré. - digo aún medio sobresaltado.

Me voy con él en dirección a los camerinos, pero sigo pensando en la nota y en lo triste que se debe sentir Courage con mi "no jodas" como respuesta. Así que me devuelvo a mi casillero con la idea más brillante que se me ha ocurrido.