Courage

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El "SÍ" gigantesco escrito en una hoja de papel pegada en el casillero de Shawn me llena de intranquilidad. Pero entre la tristeza y la intranquilidad, prefiero la intranquilidad, pues en ella hay cierta esperanza.

"Sí",soy gay y tienes oportunidad. O "si", no quiero que me sigas jodiendo. Es que es una respuesta muy vaga, pero entiendo que no puede darme más información, pues no le di un medio de comunicación, aún así las dudas me tienen al borde de un colapso.

¿Shawn es gay?. Es decir, ¿tengo una posibilidad?, pero ¿Qué pasa si no le gusto?. Soy muy inseguro, no sé cómo podría si quiera acercarme a él para... esto es mucho peor de lo que imaginé. Y al fin de cuentas, ¿Qué pasa si mágicamente le gustó?, tendríamos que mantener nuestra relación en secreto, porque no quisiéramos ser atacados, ni molestados, y siento que todo da vueltas.

Me encierro en el baño y escribo otra nota.

"Espero que ese "Sí" sea dirigido a mi, y simbolice un "sí, tienes una oportunidad". Si he entendido mal el mensaje, por favor perdona mi insistencia. De todos modos lo siento, no estoy en la suficiente confianza como para revelarte mi identidad, pues no estoy seguro de gustarte, solo quiero que sepas que no le contaré a nadie al respecto, y que los días en los que estudiamos son los días más felices de mi semana

Atte. Courage."

No estoy seguro de si darle esta pista sobre mi identidad. Estoy tiritando. Además, me siento muy estúpido con el seudónimo escogido. "Sr. Courage", es referente a la caricatura que más me gustaba en mi infancia, y porque me siento como un perro cobarde. No creo que Shawn se percate de la referencia.

Salgo del baño, compruebo que no hay nadie a mi alrededor y deslizo la nota en el casillero de Shawn. Estoy temblando, pero logro controlarme y camino en dirección al gimnasio.

Lo único que podía mirar durante el partido era la esbelta y hermosa figura de Shawn jugando, saltando, dándole votes a la  pelota y sonriendo. Por otro lado, en lo único que podía pensar durante el partido era en lo estúpido que me sentía con respecto a las notas, como si fuera una niña de 9 años mirando al niño que le gusta y escudriñando en su casillero por algo de atención.

Janis está muy distraída hoy, la única razón por la que viene a estas cosas es porque no quiere estar en su casa, vive con sus padres, pero estos nunca están en casa, así que se siente sola la mayor parte del tiempo. Por mi parte, vengo a estas cosas para ver jugar a Shawn, y ya está, no hay más razones.

Al terminar el partido vamos a una fiesta en la casa de Joe Monroe, generalmente no nos invitan a estas cosas, pero desde el último verano soy tutor de muchos de los deportistas y ahora me invitan a todas sus fiestas. Nunca voy, porque no soy muy sociable y la presión de estos eventos me produce ansiedad. Pero hoy siento la necesidad urgente de comunicarme con Shawn, aunque sea una sonrisa o una mirada, a lo máximo que aspiro es a un saludo. Las posibilidades de que esto suceda se incrementan considerablemente al estar en la misma fiesta que él, así qué...

La fiesta es muy ruidosa y he pasado la mayor parte del tiempo viendo a Shawn jugar tenis de mesa al otro lado del patio. Estoy en una esquina junto a Janis y un chico llamado Kyle o algo así. Ellos hablan de no sé qué tipo de enfermedad mental, y yo me limito a darle pequeños sorbos al vodka con jugo de naranja del que se me hizo entrega en cuanto llegué. No suelo tomar, de hecho, esta es la primera vez que bebo alcohol, siento las mejillas un poco acaloradas aunque en realidad no he bebido mucho.

Shawn le deja su paleta a un chico y entra a la casa. Acto seguido, me bebo todo lo que me queda en el vaso casi sin respirar, siento que necesito hablar con él ahora, o no lo haré en toda la noche. Janis y Kyle se quedan mirándome con ojos de platos.

Entre Notas (Shawn Mendes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora