Red Riding Hood

34 (epílogo)

Los rayos de sol iluminaban mi rostro, iba abriendo mis ojos poco a poco notando que a mi lado dormía la chica de mi vida. Lobito abrió un ojo y sonrió juntando nuestros labios.

-Buen día nena -alzaba las cejas coqueta y le puse una almohada en la cara. -Y luego preguntas porque no soy romantica. -Rodé los ojos sentandome encima de ella quitando la almohada.

-Te aguantas -sonreí en sus labios y los volvimos a juntar inocentemente. Acariciaba mi espalda de arriba a abajo.

-¿Mamá qué están haciendo?

-¡Perra! -gritamos ambas y lobito me empujó de la cama, nuestra pequeña hija Nio nos veía confundida, luego llegó exhausto Jay...

-Intenté detenerla pero.... -tomó una pausa tirandose al suelo. -Es muy rápida -sacó la lengua rendido y fui a cargar a mi pequeña acariciando sus orejitas de lobita. Sip teníamos una niña híbrido. No pregunten como paso, es una larga historia.

-Tranquilo cariño no pasa nada -lobito se levantó de la cama para levantar a Jay y acarició sus rulos.

-Ahora mi adorable Nio -dijo mi esposa. Lobo y yo nos casamos hace unos años atrás, después de insistirle tanto finalmente puso un anillo en mi dedo. -¡¡¡Qué necesitas de tus mamás tan necesitadas de amor!!! -exclamó lobito haciendo que Nio riera y los tres con ella.

-Si querían tener sexo me hubieran dicho -dijo entre carcajadas y tanto lobito como yo nos quedamos impactadas y sonrojadas.

-Les juro que yo no lo enseñé nada -Jay dijo igual de sorprendido. -Mamá? Mami? -paso la mano por nuestros rostros y reaccionamos.

-Si, si lo sentimos -dijimos a la vez bastante apenadas. Estos niños de ahora.

-Mami tenemos que ir a la escuela y quería despedirme -hice un puchero cuando mi hija habló y ella me dio un beso en la mejilla.

-Me dejarás sola amor -ella tambien hizo un puchero sonrojada.

-Lo siento mami... -bajó su mirada.

-¡DIOS USTEDES DOS SON TAN TIERNAS! -gritó lobito besando mis labios y la cabeza de nuestra hija. Bajamos todos a la sala, le puse una capa roja a ambos y se veían adorables, Jay sonrió cargando a su hermana. Enserio estaba orgullosa de ese niño.

Alguien tocó la puerta y supe quien era.

-¡¡Bueno chicos quien quiere viajar en escoba!! -achiné mis ojos cruzandome de brazos.

-Abuela -mi abuela rió y los niños se quejaron. -Nada de escobas solo vayan caminando.

-Sabian que su madre incluso fue a la escuela en motocicleta una vez -los niños me miraron enojados.

-¡¡Eso fue por emergencia ustedes tienen tiempo vayan sin quejarse!! -mi abuela me abrazó y piñizcó mis mejillas.

-Yo viaje en escoba una vez -dijo lobito y le di una mirada asesina.

-AMOR NO AYUDAS -mi abuela chocó los cinco con lobito y se despidió de mí llevandose a los pequeños.

-¡Adiós mami! ¡Adiós mamá! ¡las amamos! -dijeron ambos alegres y varias lágrimas salieron de mis ojos.

-¡Y nosotros a ustedes! -gritamos alegres, miré a mi esposa y esta estaba llorando un poco.

-¡NIO QUIERO QUE ARRASES CON TODOS EN BASKETBALL! ¡Y TU JAY TAMBIEN! -gritó y nuestros hijos le respondieron gritando si.

Abracé a lobito limpiando sus lágrimas y paso su pulgar por mis labios.

-Treinta y tres años y tengo dos hijos -dije riendo, ella me besó lentamente.

-Ustedes son todo lo que puedo pedir -me cargó besando mis labios, nos dirigiamos a la ducha. -¿Te bañas primero o yo?

-Que te parece si nos bañamos juntas -unimos nuevamente nuestros labios...

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Después que terminamos de bañarnos nos alistabamos para ir al trabajo.

-¿Mi vida hoy que nos toca? -dijo lobito poniendose su chaqueta.

-Creo que un fantasma categoría 10 -lobito me miró frustrada. Enserio odiaba lo sobrenatural.

-Pasaremos al bosque antes al menos? -se acercó poniendome mi capa roja y asentí.

-Te amo -me volté quedando cerca de su boca, no lo pensamos dos veces y nos dimos un beso necesitado.

-Yo tambien te amo Caperucita -sonreímos tímidas y salimos de la casa agarrando nuestras manos. -Sabes estoy enamorada de ti -susurró haciendome sonrojar, entrelazamos nuestros dedos y nos aproximamos al bosque juntas...