Lobo
La abuela de caperucita nos había guiado a un pueblo bastante solitario, algunas personas se encontraban en el lugar... pero todo parecía una ciudad fantasma.
La señora llevaba su varita en la mano, al parecer esta, estaba conectada con una pulsera que Roja llevaba.
El pequeño a veces se sentía asustado así que tomaba su mano fuerte y le recordaba que lo iba a proteger... que no tuviera nada que temer.
-Oí un grito -dije para romper el hielo un poco, tanto silencio era bastante tenebroso...
-Debió ser a propósito -sentía la desesperación de la abuela de Caperucita...
-Así que el cazador provocó el grito? -sentía cierta presión en mi pecho por el temor de que ese idiota tocara a Caperucita... no dejaría que la lastimaran... no de nuevo. Bajé mi cabeza y una lágrima cayó al recordar lo que le hice pasar.
-¿Estás bien? -preguntó el pequeño viendo mi rostro, sus facciones expresaban cierta tristeza, igual que las mías.
-Solo pensaba en ella -sonreí algo afligida y el pequeño me mostró su sonrisa juguetona.
-Te gusta mucho mamá -me sorprendí por lo que dijo y rió fuerte. -¡Te pusiste roja! -me reí y lo cargué abrazandolo fuertemente.
-Escuchan eso -la abuela de caperucita dijo y mis orejas se pusieron atentas... No... bajé al pequeño y empecé a transformarme en lobo... -Corre tan rápido como puedas -dijo firme y asentí sintiendo como se apoderaba de mi la ira.
No sabia como mierda la iba a salvar, no se que le hacían pero había escuchado su sollozo y no dejaría que le hicieran algo malo. Los sollozos provenían de una casa abandonada y entré rompiendo la puerta. Ágilmente me transforme en humana; lo primero que vi fue a Caperucita ensangrentada y llena de cortes en su cuerpo, estaba llorando y no traía ropa, tenía unas esposas en las manos y pies. Apreté mi mandibula y mis puños furiosa y luego vi la causa de eso... el cazador.
-Vaya vaya finalmente tu princesa vinó a rescatarte -habló el idiota tomandole el rostro besandola solo para luego estrellarla contra la pared haciendo que quedara inconsiente. Me dirigí a él y lo tomé del cuello alzandolo y estrellandolo al piso luego cogí su cabeza y tambien la empezaba a estrellar.
Tomé su piernas y lo lancé a la pared mientras trataba de levantarse aproveché y empecé a golpear su rostro una y otra vez.
Mis nudillos empezaban a sangrar pero me era más satisfactorio verlo a él golpeado. Lo volté y pise su columna estrujandola. Gritaba de dolor.
-Para... -susurró ella... verla así solo me provocaba más ira. No merecía esto, Caperucita no debía terminar así con rabia lo noqué y me dirigí a mi Caperucita...
-hey... -expresé dejando que lágrimas se resbalaran por mi rostro. -Yo lo siento -sollocé. -lo siento por todo Roja -Caperucita con esfuerzo sonrió y luego señaló unas llaves colgadas, fui a buscarlas y abrí sus esposas. Tenía grandes marcas en sus brazos y pies. -No te vayas aún... recuerda que hay que terminar un picnic -lloraba mientras abrazaba su cuerpo y ella seguía manteniendo su sonrisa.
-Al-alguna vez t-te h-he dicho q-que te amo -fue cerrando sus ojos y la apreté aún más.
-No me dejes, no puedo perderte -le di un beso en la cabeza y sentía que la había perdido...
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Red Riding Hood
FantasiaEscribí esto hace bastante tiempo, tiene muchos errores ortograficos. No esperes algo magnifico, lo escribí apurada. Pero si lo disfrutas esta bien por mi :^