Caperucita:
Lobito sonrió al verme y me cargó para luego llenarme la cara de besos.
-Ya bajame -Sonreí acariciando su rostro, negó con la cabeza -tienes que idiota -Sonreí y plantó un beso en la mejilla.
-Mía -solté una carcajada.
-Ya tranquila, no soy de nadie más -me bajó y piñizco mis mejillas. -Que estas haciendo?
-lo siento eres muy adorable pequeña -achine mis ojos y el pequeño se puso en medio de nosotras.
-Y yo te extrañe demasiado enano!!! -lo cargué y le di un beso en la mejilla.
-tambien -contestó bostezando y se durmió en mis brazos. -Supongo que esta cansado.
-Lo esta -mi abuela cargó al pequeño y lo llevó a su habitación.
-Cuanto tiempo dormí? -cerré y abrí mis ojos cansada y lobito beso mis labios tiernamente. -Y eso fue... Por? -reí en sus labios.
-Pues te extrañe -Sonreí y acarició mis mejillas.
-No contestaste mi pregunta amor -nos separamos rápidamente - ¡digo! Lobito -nos miramos y yo estaba muy roja.
-Pues... pasaron tres semanas casi el mes -hice una perfecta "O" y luego le sonreí rascando mi cabeza.
-No fue tanto despues de todo -me miró molesta. -Qué?! -alzó una ceja -bien lo entiendo, se sintió como una eternidad para ti porque obviamente me quieres -me golpeó en el hombro y me caí al piso. -DEMONIOS LOBO
-no te di tan fuerte -la miré impresionada.
-Ese brazo es de bestia -me levantó y me cargó por el hombro. -Me bajaras?
-Nop -sentí que una sonrisa adornaba su rostro.
-te golpeare -me dio una pequeña nalgada y mordí su espalda.
-Segura que no eres mitad lobo? -se empezó a quejar de mi mordida.
Me sentó en el sofá y se sentó a mi lado -Tenemos que hablar.
-Verga ya valí -rió y luego me planteó un pequeño beso en mis labios.
-No es eso mensa -acarició mi cabeza y sentí que el alma regresaba a mi pecho -Es sobre algo que dijo el pequeño...
-Que dijo?
-Mamá.... Por qué? -respire hondo y apreté mis manos. -Hey tranquila no queri---
-Esta bien tienes que saberlo, bueno emmm no soy su verdadera madre. Yo rescate a Jay cuando era un recién nacido, el venía de una familia desastrosa, una demonio y un humano, por suerte jamás heredo los poderes de su madre, su padre un día llamo diciendo que necesitaba mi ayuda para poder salvar al pequeño. Según su padre iba a ser sacrificado para que su madre pudiera obtener más poder, pero su padre no podía aceptarlo ya que desde que supo que tendrían un muchacho su corazón latió de felicidad, al entregarmelo me dijo que lo cuidará con mi vida, que lo protegiera, que el era un gran chico y a pesar de que no podria verlo más sabría que parte de él siempre estaría con el pequeño de cabello rizado....
-Wow -tomó mi mano, supongo que trataba de procesar lo que le habia dicho.
-Lo amo como un hijo, y prometí dar lo mejor de mí para él -un par de lágrimas resbalaron por mi rostro al recordar la primera vez que lo vi.
-Tiene un lindo nombre -sonrió abrazandome y reí.
-Lo tiene, verdad? -solté su mano para limpiar las lágrimas. Nos vimos a los ojos, una preciosa sonrisa adorno su rostro.
-Caperucita tu me g---
-La Luna y la Sangre -mi abuela nos dio un dibujo... Mi dibujo...
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Red Riding Hood
FantasíaEscribí esto hace bastante tiempo, tiene muchos errores ortograficos. No esperes algo magnifico, lo escribí apurada. Pero si lo disfrutas esta bien por mi :^