capitulo 11

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Los jadeos de TN se hicieron más alargados y profundos, cada vez que Yesung pasaba los labios por el cuello a una suavidad estupenda que le daban ganas de gemir su nombre, fuerte y necesitada.

El pelinegro esta vez la abrazó y pasó sus manos por sus pechos, a esto los empezó a masajear y después introdujo una mano bajo la seda encontrándose con los pezones duros.

TN:- Ah...Yesung...mmm

Yesung:- Eso es cariño.

La animó siguiendo torturando las protuberancias una y otra vez, TN hizo un gran esfuerzo por estar de pie al tiempo que ese chico la torturaba.

Después Yesung la desvistió y se puso en frente de la chica, aún llevaba el antifaz, la estudió desde arriba hasta abajo y lo único que hizo fue gruñir. Se notaba tímida, las manos cubrían sus pechos mientras que entre sus piernas tapaba una ropa interior blanca. Tan sensual y hermosa.

Yesung le besó las manos y poco a poco las fue apartando.

Yesung:- Te apena estar conmigo?

TN:- Sí.

Ella bajó la mirada tratando de evadir sus ojos.

Yesung:- No me tengas miedo. Te prometo que seré suave.

La besó sutilmente pero apasionado, su lengua le exploró prácticamente toda su cavidad bucal, jamás sintió tan bien que alguien la besara de esa manera. Sus labios eran condenadamente adictivos que no podría saciarse con un solo beso, necesitaba más, mucho más.

La acostó en la cama y lamió sus pezones, TN gimió cuando la punta de la lengua jugueteaba con ellos, alternaba movimientos de arriba a abajo o sólo hacía figuras abstractas.

La ropa interior se encontraba empapada mientras que algunos espasmos le recorrían el cuerpo, Yesung le mordió el pezón y así él procedió a desnudarse.

Su cuerpo era exquisito, el abdomen se dividían en seis sensuales partes, los brazos estilizados y lo más resaltante era el miembro alzado a dirección a sus ojos.

La braga desapareció y del cajón Yesung apareció una bella rosa roja y un pañuelo seda negra, se los presentó a la chica y ella no comprendió.

Yesung:- Confías en mí?

TN solo asintió tímida y cuando menos se dio cuenta las manos se encontraban atadas a la base de la cama, quiso liberarlas pero el nudo se lo impidió, las muñecas sintieron lo frío del pañuelo y sin embargo le empezaba a gustar todo esto.

La rosa fue estudiando su cuerpo desnudo y tenso sin prisa, TN se arqueó y soltó un gemido a los cuatro vientos mientras que él sonrió.

Yesung:- Recuerdas...que te dí una rosa en nuestro primer encuentro?

TN:- S...sí.

Los pétalos se encontraban raspándole los pezones ahora, sentía que iba a morir si él no se detenía, se fijó en Yesung y estaba completamente excitado al verla. Dios ese hombre es tan sexy!

Las caricias no bajaban ni subían se habían entretenido ahí en sus pechos, cerró los ojos y suspiró una vez más, gimió de nuevo cuando la mojada boca de Yesung encerró un pezón, los succiona y lame de vuelta.

Él amaba cada gesto que TN le hacía, le estaba gustando. Por dios, la chica por la que había estado enamorado todo este tiempo la tenía para él, desnuda, excitada, esperando por su cuerpo en cualquier momento.

Se apartó de para luego subirse a ella sin lastimarla, ambos a través de las máscaras se miraron apasionadamente diciéndose cuanto necesitaban de uno y del otro.

Yesung:- Te amo TN. Dime que tú también.

Ella no podía darle una respuesta, Yesung era especial pero...desafortunadamente existía alguien más ocupando su corazón.

Los labios se volvieron unir aumentando el deseo, TN le acaricio la piel tibia del pelinegro escuchando como él gime.

Yesung la gira y ve su espalda y el bien proporcionado trasero, se lo acaricia y por último le da un apretón.

Yesung:- Te amo belleza.

Le besa la espalda y siente cómo TN se estremece, maldita sea, tiene que penetrarla ahora o si no se volvería loco.

La incorporo para colocarse entre los muslos e introducir su hombría, TN jadeó cuando lo sintió en su interior, era caliente y duro.

Yesung:- Así...así está bien?

TN:- Sí.

Yesung comenzó a embestirla sin prisa deseando sentir la calidad de su cuerpo, su humedad, todo de ella. Las uñas de la chica se clavaron en la piel al tiempo que entraba y salía, la sensación era tan única que llegó a recalcar una vez más que Yesung era totalmente diferente a todos los hombres, como persona y ahora sexualmente.

Gimió más cuando sus caderas se estrellaban una y otra vez en ella, había aumentado la velocidad que pensó que la partiría en dos.

Yesung:- Más?...quieres más?

TN:- Sí!

La pierna derecha se elevó a la altura de su hombro y la otra se enredó en su cintura, él aprovechó tal situación que se le hizo más fácil saciarla.

El ambiente estaban siendo demasiado candente por la pareja, sus gritos y el contacto de sus pieles mojadas por el sudor. TN ya no podía más, una electrizante sensación estaba por recorrerla y sabía perfectamente que Yesung se encontraba en la misma situación, antes de que el clímax llegara se fijó en él, su rostro demostraba puro placer y aunque se notaba cansado luchaba de que el tan ansiado orgasmo apareciera de una vez por todas.

TN tocó el cielo al igual que Yesung.

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