8- Datos dolorosos

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POV Emeli

Este me fulmina con la mirada y yo hago lo mismo.

_ Me puedes explicar que haces vestida así, es que acaso te volviste loca, te recuerdo que no es fin de semana, niñita loca.

_ Pues simplemente, al llegar a casa cundo estuve a punto de dormirm,e me acordé que tenía algo importante que hacer, tu solo diles que tenía cita con el dentista o algo similar, tú tienes arte para eso, solo úsalo por una buena causa, que Dios te premiara.

_ Estas tonta o que, no mentiría por ti ni que sea lo último que haga además hoy está la exposición, usa el cerebro y ve a cambiarte.

_ El que no usa el cerebro eres tú, eso es a última hora llegare a tiempo.

_ Si no estás a tiempo ten en cuenta que me deberás un favor, es más no llegues.

Arranca el auto y se va, dejándome con la boca abierta, él se atreve a amenazarme, soy yo la que hace eso.

POV Dilian

Al llegar con lo primero que me encuentro no es con un círculo de chicas con las hormonas por los aires, como es costumbre, en su lugar es un grupo de chicos con la rabia por los aires, que con sus miradas ya me enteraron 3 metros bajo tierra.

Le devuelvo la misma mirada tétrica que ellos me ofrecen.

_ Se puede saber la razón de este absurdo, mi voz está llena de arrogancia y en mi rostro se pinta un tono de diversión. Uno que se encontraba a mi costado se dirige a mí.

Eres idiota o que, somos del grupo de fans de Emeli y no nos gusto lo que paso ayer, por eso maldito engreído tu pagaras.

Eran en total 6 chicos, y todos parecían querer matarme de verdad, mas ninguno parecía inteligente, todos me atacaron al mismo tiempo cosa ya había predestinado, espere que se acercaran lo suficiente y salte por encima de uno de ellos, saliéndome del punto de ataque, después me lance a correr buscando con la vista un lugar de salvación, ¿donde sería mejor evadirlos?, más me dí cuenta que tenía que actuar rápido pues unos de ellos pertenecía al club de atletismo, según el uniforme que porta.

Este casi me alcanza, cuando todos nos llevamos por delante a señor rechoncho, y como si fuera a formar parte de mi rutina, adivinen que, nuevamente estaba en la dirección, con mis nuevos amigos del alma, el director decidió dejar el castigo a manos de el titular, conmigo y emeli siendo tan puntuales, se les acababan las ideas, en la habitacion ingresaron en total 4 profesores, entre ellos el señor rechoncho, quien se encargaria de mi, de Raúl y un tipo desconocido que supuestamenre era nuestro compañero de clases.

El castigo fue más simple de lo que espere, solo teníamos que escribir 4 hojas de "Desde ahora para adelante seré un estudiante ejemplar"

El resto del día fue muy tranquilo, hasta que llego Emeli riéndose como loca por los pasillo, al entrar fue muy formal, cosa sin sentido, ya todos la habiamos escuchado, hicimos la exposicion de manera breve.

Luego cuando se termino el día escolar, la brujita despiadada, se subio al auto como si  fuera la dueña, encendió la radio y el aire acondicionado.

_ Sal, que hoy tengo cosa que hacer.

_ Qué te pasa, significa que me llevarías a mi casa todos los días.

_ Púes hoy no es el día.

_ Estas molesto por alguna causa desconocidas o eres bipolar.

_ Pues creo que soy más normal que tu preciosa.

_ Estas seguro tu eres un playboy, engreído y bipolar ¿hay algo mas anormal que eso?

_ Pues una playboy femenina manipuladora y que destruye todo a su paso.

_Yo me he ganado este privilegio tu solo naciste con él, ademas no soy una playboy femenina, ¿eso siguiera existe?

_ Ganaste el privilegio ¿cuando?, por lo que se, entraste este año a esta preparatoria, igual que yo, solo tienes un mes más que yo aquí.

_ Te equivocas, hice mi primer año aquí y el segundo me cambie por un problema, pero volví y eso no me hace nueva aquí.

_ Me puedes explicar qué es eso de un grupo de fans que tienes.

_ Dos de ellos eran de mi anterior escuela y me siguieron aquí, tres de ellos eran de años anteriores y el otro no sé de donde salió, no te preocupes por ellos, no golpean a nadie, lo más que pueden acerté es dejarte amarado en una silla dentro del baño de chicas,  pero no te hagas de ilusiones, es  el de las maestras

_ Pues bueno, no me importa, arranque el auto, y me llene de gloria al verla por el retrovisor maldiciéndome mientras se tragaba mi polvo, producida por el violento arranque del auto.

Hoy tenía que ir a visitar a mi hermana, había pasado un buen tiempo sin verla y ya la estaba extrañando, ella se veía tan dulce como siempre.

Me recibió con su alegre mirada llena de inocencia, su sonrisa me llenaba de esperanza de verla crecer y de que todo estaría bien, le regale un rostro lleno de ilusión, escondiendo la compasión y dejando mi buen humor al aire, le ofrecí un abraso levantándola del suelo y girando con ella mientras se aferraba a mi, ese era su abraso preferido.

La mirada precavida de Esmeralda me advirtió que algo no andaba bien, baje a mi pequeña hermana y fui a hablar con ella a la cocina, lejos del coral donde se encontraba Mirabel.

_ Ella ya no es capaz de tocar su pulgar con su dedo meñique, dijo llegando a sollozar.

Mi rostro empalideció, sabia que significaba eso.

­_ No puedes retrasar los síntomas.

_ Tranquilízate ya sabíamos que esto estaba cerca la última vez que ella estuvo en el hospital, hace poco que note lo que ya te he dicho, desde ahora para adelante ve a visitarla a la clínica, allá estará más segura.

_ No es demasiado rápido, no está avanzando demasiado rápido.

_ Sabes que no en todos se da igual y hasta ahora hemos tenidos mucha suerte.

_ Mierda, que me estás diciendo ¿suerte? si entra a la segunda etapa es lo peor, después de todo no es que se dura menos entrando de la segunda a la tercera, que de la primera a la segunda, es que acaso me piensas negar que tenemos el puto tiempo encima.

_ Cálmate, no digas nada más por favor, es que acaso ignoras que me duela tanto como a ti.

El sonido de un auto detuvo nuestra intensas y doloridas miradas puesta en el otro.

­_ Samy está abajo con la niña apúrate.

Sabía que mi tía tenía razón, ella no podía tener hijos y mi hermana era como un hija para ella, fui detrás de ella después de la discusión, mis pensamiento estaban nublados no note nada, pues su dulce sonrisa y su inocente mirada me engañaron, ignore el hecho de que en ningún momento corrió hacia mi lado, que no me correspondió como siempre el abrazo y que en ningún momento me llamo la atención por tantos días sin verle.

_ Porque siempre apareces en momento como este, Samy me miro

_ Sentí unas ganas enormes de verla.

Durante todo el transcurso estuve ido, ignore lo que pasaba a mi alrededor como método de protección, ya me dirigía asia mi hogar y no sabía que había estado haciendo.

Al entrar a mi casa estando en la puerta de mi habitación hoy dos voces una pertenecía a Emeli y la otra era desconocida para mí, era de un chico, sin querer escuche un poco de su conversación, mientras me acercaba.

_ Aún sigues teniendo esos sueños.

_ Púes, que decirte ya es algo normal, lo anormal es que se parezca a él.

_ ¡¿Se puede saber qué diablos haces en mi habitación?!, ¡largoooooo!.

Ambos se asustaron y corrieron sin rumbo hasta encontrar la puerta. Yo simplemente me acosté en mi cama, suprimiendo el dolor en mi pecho, el cual iba en estado creciente para mi desgracia, lo último que oí antes de cerrar mis ojos.

­_ Pues está bueno, pero está bien loco.

Compitiendo con el playboyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora