9-la curriosidad trae concecuencias.

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Salí con el corazón desbocado, reacción que compartí con Samuel aún después del susto no pude evitar reír por lo que Sam había dicho mientras corríamos.

_ ¿Es el siempre así?

_ Pues normal nunca fue, pero si esta medio raro.

_ Amiga te doy un consejo, aléjate de ese maniático, lo bueno no le cubre lo loco.

_ Claro y tu me pagaras el sueldo en su lugar.

_ Sabes que, lo loco se le quita, sino me llamas que te lo amarro.

Suspiro perdiendo el hilo de la conversación con Sam

_ Sam adelántate por favor luego te alcanzo.

La cara de Samuel demuestra que no esta de acurdo, más se que respetara mi decisión y lo veo marcharse, mirando de vez en cuando hacia mi dirección, como esperando a que me arrepienta, cuando lo pierdo de vista me dirijo a hurtadillas a la habitación de Dilian.

Parece querer arrancarse el cabello con desprecio y su seño fruncido es indicador de fuerte emociones, su rostro se comprime de dolor y a medida que intenta desprenderse el cabello noto que lo hace con intenciones de olvidar algo, me acerco un poco más, intentare que mis oídos atrapan algunas de las palabras que susurra y que esta me sirva de pista.

No entiendo nada, solo puedo captar su enojo hacia él mismo, de pronto hace un movimiento brusco y por inercia me escondo debajo de la cama no puedo arriesgarme a ser descubierta, Dilian odia que entren a su habitación y yo sigo entrando si permiso, se que grande será su descontento y no quiero que empeore su actitud, menos por culpa de mi curiosidad.

Veo sus pies descender, parece más calmado, se levanta y da unas cuantas vueltas sin rumbo alguno, de buenas a primera cierra la puerta con seguro, que idiota, de seguro lo hace para que yo no entre, pues en el acto a dicho mi nombre, aunque viendo donde me encuentro, mmm... le doy la razón, rezó en mi interior para que vaya a bañarse o algo por el estilo ya que no perece ni tener las mínimas intenciones de salir del cuarto.

Los segundos se vuelven minutos y los minutos una maldita jodida hora la cual tengo aquí escondida,  ya comienzo a asfixiarme y el constante calor al que estoy expuesta dan como resultado que este bañada en sudor y lo peor, el desdichado no se duerme, el tío es tan raro que después de su ataque de ira se puso a leer y ni siquiera en la cama, sino que se tiro al suelo.

Esto hasta parece un método para mantenerme nerviosa, él está casi frente a mi sentado, mientras lee un libro titulado la tempestad e ignora mi presencia, me desconcierta la hora a la que podre ser libre de el propio calvario al cual yo misma me condene, aburrida de observarle reviso lo que me rodea.

La vez que limpie su habitación, estaba tan molesta, que apenas si limpie debajo de la cama, esto para mi desgracia lo hice a media de tal modo que mi ropa está llena de polvo y tengo que ser precavida con mis movimiento pues algunas de sus pertenencias aún están aquí abajo, si me muevo descuidadamente podría ser un ruido delatador.

Rápidamente una caja color lila decorada con flores color rubí llama desmesuradamente mi atención, hasta parece que me atrae a proposito , en mi se instala una sensación extraña al tocarla, más aún así decido ignorar ese sentimiento y despacio abro la caja, lo que encuentro allí me saca de mis orbitas, es idéntico al collar que tiene años guardado dentro de mi armario y apreciando más la caja es similar en el diseño con diferentes colores y  que las rosas que son sustituidas por unas color esmeralda, la impresión me gana, que tantas malditas coincidencias pueden existir, entre dos casi desconocidos.

Tengo el impulso de salir, pero este se esfuma al notar que Dilian me observa con desagrado, me sumerjo más adentro del oscuro espacio que me brida este.

_ ¡Sal fuera de ahí Emeli! antes de que baya por ti.

No le respondo, no tengo ninguna escusa para estar aquí, sujeto fuertemente la cajita de metal decorada con tela de terciopelo y este cumpla con su palabra, me saca de la cama de un jalón por los pies y se coloca encima de mí.

  A pesar de estar tan cerca no se percibe la misma áurea que los dos encuentros anteriores, este es distinto, hay un aura un tanto espesa de esas que te quieren robar el aire por la angustia y que por la presión pareces estar rozando el deseo de la muerte, estoy un pelín nerviosa si me puedo definir mejor.

_ Qué diablos haces aquí.

No hay ni pizca de rabia en su voz más bien tristeza y desconcierto aún sin entender lo que pasa, simplemente lo abrazo, quiero consolarlo, sin saber porque.

_ Vine a consolarte.

Estuvimos un lapso de 10 segundos así, hasta que este empieza a meter sus manos debajo de mi blusa es ahí cundo comprendo, que este me a mal interpretado, me alejo de él y le recrimino.

_ ¡Qué haces idiota!

_ No, que haces tú aquí husmeando.

Sin querer seguir la conversación salgo de ahí como un rayo, cerrando la puerta tras salir. Mi corazón va a mil por hora.

Que a pasado ahí adentro el tipo casi me viola, me sonrojo a pensar en lo sucedido y deducir que tengo parte de la culpa.

_ Emeli se que estas de el otro lado, solo escucha, no vengas aquí hasta que yo te diga.

Sin nada que decir de vuelta me voy a mi casa, me encuentro con un curioso Samuel en la puerta de mi casa, paso de largo y este me detiene luego de que rosen nuestros hombros.

_ Hey que te crees, tú de aquí no te vas hasta que me calmes la curiosidad.

_ Sam hoy no, despacio retiro su mano y sigo directo.

Que puedo decir, Sam no es una de estas personas que entienden los momentos sad ajenos y se mete de lleno a mi habitación y pone la canción que según el es sad en lo más profundo "hazme un mundo de caramelo" lo mas idiota de todo es que hubo una ocasión en que llore con esta canción.

_ Sam no estoy tan mal, solo necesito tiempo para pensar, mejor pon "quien ama de verdad"

_ Anja y que no estás tan mal. Se acurruca a mi lado.

_ Que ha pasado.

_ La verdad no tengo idea. Me recuesto y sam empieza a hacerme cosquillas, a esto me refiero con que no respeta los momento sad del otro, por eso me encanta tenerle cerca.

Después de que sam encuentra que estoy normal, nos sentamos en la cama de frente.

_ Sam, Dilian tiene una cajita en su habitación idéntica a la mía, le suelto deprisa

Samuel habré su boca de par en par, en signo de sorpresa.

Compitiendo con el playboyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora