11- Consolación y venganza.

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POV Emeli

Tiré la mochila con fuerza a la cama mientras me sentaba en ella de golpe reprimiendo mi enojo, como se atreve míster idiota a hablarme así, de tan solo recordarlo hice una rabieta envolviéndome con las sabanas, solo agradecía que no hubiera nadie en la casa que viera acto tan inmaduro, pero esto me ayudaba a liberar presión y calmarme, hoy por nada del mundo iré a su casa, me importa muy poco su dichoso contrato, no hay manera de que me haga cumplir con lo escrito, respire profundo y pensando en todo lo ocurrido y sin previo aviso me quede dormida.

Grite estérica al sentir que mi piel entraba de golpe en contacto con un frio liquido, estaba helada, tal y como recordaba dicha sensación y hoy la volvía a vivir, mire exaltada a mi alrededor obviando la presencia de Dilian, quien se notaba extrañado, mi mirada solo buscaba a una sola persona, a ella, mas después de un rato en el que él me había tomado de la mano para tranquilizarme descubrí que no me encontraba en el baño que queda afuera en la parte trasera de la casa, justo al final, así que me pude relajar. Dilian rio.

__ Pues baya que te has asustado.

No respondí, en estos momentos no podía hablar y en un breve tiempo solo me dedique a tirarle todo lo que encontraba sin ni siquiera saber que era lo que tomaba, al principio eran las almohadas y sabanas tal vez por eso no se preocupo ni se movió, hasta que fue demasiado tarde, no sé en qué momento tome el velón que se encontraba en mi mesita de noche, solo supe que era lo que estaba pasando, cuando vi brotar de un punto siego de su  abundante cabellera, la roja  y espesa sangre, la cuál  que rodaba acusatoria por su frente.

e me aguaron los ojos mientras él me miraba firme, también su mirada me reprochaba, corrí al baño  de mi habitacion y asegurando la puerta marque a Samuel.

__ Sam ven rápido, acabo de matar a alguien. No entendía nada de lo que me decía así que colgué y me abrace las piernas, los golpes en la puerta no tardaron en llegar, eran golpes de furia.

__ Emeli abre la puerta, sal

__ de buenas a primeras abrí la puerta tal vez me iba a golpear, al verlo aparte la vista de su cara, este me tomo de los brazos y me arrastro fuera de mi casa y me llevo hasta su habitación.

__ arregla mi armario, objeto mientras se sentaba en la cama observándome e ignorando la seca sangre de su rostro, después de un largo periodo moviéndome lentamente termine.

__ Así que me mataste, dijo irónico, no le conteste.

__ Pues bueno como castigo tendrás que responder tres preguntas y luego te largas de mi casa ¿sí? Asentí.

__ ¿Porque me enviaste aquella nota y luego me tiraste un cubo de agua encima?

__ ¿Consolación y venganza, supongo?

__ ¿Tienes algo que ver con los estudiantes, de los cuales vinieron los padres, o sabes algo al respecto?

__ Pues no tengo nada que ver, lo único que sé, es que Héctor, nuestro compañero, golpeó dos estudiantes de 2ª un problema que tengo entendido que se debe a su hermana.

__ ¿Que paso? Esto último lo dijo sin pensarlo por lo que entendí que no tenía planeado preguntarme eso.

__ Acuso a Sebastián y adrian de tratar de violarla, luego de que ella salió de su trabajo de medio tiempo, más no hay ninguna prueba, cosa que a Héctor no le importo para enfrentarlos, se quedo atónito con mi respuesta.

__ ¿Por qué le hiciste eso a Verónica?

__ Solo tres preguntas, acaso y no sabes contar, tome la botella de agua que estaba sobre su mesita de noche y me fui cumpliendo con lo que me había ordenado, no por obedecerle, sino porque no quería estar cerca de él.

Llegue a mi casa y vi a Samuel preguntando alarmado que donde está el muerto, mientras sostenía una enorme funda negra, que en caso de haber un muerto de nada serviría.

__ Lamentablemente no hay muerto, dije con aburrimiento sentándome en una silla, Sam me miro indignado.

__ Pues dile eso a Josué que esta cavando un oyó en la parte trasera de tu casa, en su voz había un tono divertido y meloso.

Solo conocia a Samuel por un corto tiempo, cuando se mudo al lado el año pasado, pero era más cercano a el que a mis padres.

__ ¿Haaa? Déjalo divertirse vemos una película, conteste con un tono jovial, por eso me encantaba estar con él.

__ Eres una perra, se rio y yo le acompañe, prendí la tele y puse una película indue, tres idiotas.

Pare la Película para ir a hacer palomitas, pues Sam se dedico a reclamármelas, vi a Josué cavando, apenas podía verse su cabeza.

__ Olvídalo ya no es necesario, fue una falsa alarma, aceces me preguntaba que trai este chico por cerebro, era bastante credulo, el estaba enfadado pero aún así no pude evitar reír a ver su cara, más viendo la peli se le olvido todo.

Samuel se fue primero, aclarando que tenía un sueño terrible, reconocí por la forma de actual de Josué que, tenía algo que decirme así que no lo presione y lo mire para que hablara.

__ Estoy saliendo con Sara, en su rostro había una enorme sonrisa, mas ya eso lo sabia, él y yo no volvimos a hablar luego de que lo vi conversando animadamente con aquella rubia.

__ Al fin una novia despues de tanto tiempo, mi entusiasmo era palpable así que le pedí que me contara todo con lujo y detalle y acordamos una cita después de clase, claro esto cuando yo volviera ya que gracias a dichosa personita estaba suspendida.

Me Dormí y amanecí contenta esta noche como siempre volví a soñar con Dalian y esta vez aproveche para agalletiarlo, se que solo fue un sueño pero me inquieto cuando me dijo que él no era Dilian, luego de quejarse por mis absurdos golpes.

Oí el sonido de un ave y le seguí venia del oyó que Josué había cavado en él se encontraba un hermoso gorrión rojo, estaba herido en un costado, me adentre a su rescate precavidamente con temor a resbalar y matarlo en el proceso, Josué era bastante alto por lo que el oyó era aún más grande para mí que para él, improvise un nido y me dedique a cuidarlo ya que tenía tiempo libre, pues estaba suspendida.

Dilian no vino a buscarme, él había dicho anteriormente que me buscaría,  supongo que cuando todo estuviera bien, aunque comencé a pensar que eso no sucedería después de lo que había pasado el ultimo día que nos vimos,  ni mi padre ni madre vinieron una sola vez a casa, y comencé a preocuparme no por mi madre, por mi ni volvía a aparecer ni a llamarme, sino por mi papa, quería jugar futbol en este tiempo libre aunque se me da bastante mal.

Tal vez Dalian pensaba que Iba a tener día normales en el instituto, pero para su mala fortuna aproveche mis contactos, para que todo fuera como debía de ser mientras no estaba y me informaban de los últimos chismes, estuve tanto tiempo aburrida que me puse a buscar en mis cosas viajas.

Un diario que obtuve apenas aprendí a escribir, un payaso grande tipo títere  con una camisón negro y blanco a rayas, también se encontraba una vasija de cristal que una vez fue una pecera y el collar ¿ por qué el tenia uno igual? significaba que era el último.

No podía con tanto misterio así que ese jueves por la noche, como a las 11:30 pm me dirigí a casa de Dilian a tumbarle la puerta, pero nadie me abrió así que pensé que tal vez me estaba evitando y entre por el ventanal de su cuarto, si señores otra vez en su cuarto y sin permiso, explore la casa de cavo a rabo y me comí su leche condensada, mientras revisaba acostada en su cama un viejo álbum,  el no estaba en casa lo que era extraño por la hora que era, pero como juzgarlo, yo estoy en su casa a estas horas eso es aun mas raro.

Concentre mi atención nuevamente en el álbum, en el se podia ver a Dalian y a una mujer que deduzco que es su madre y al otro lado su innegable padre, pues eran bien parecidos, en todas ellas estaban juntos, en algunas había una chica tal vez dos años mayor que míster idiota, lo raro es que las mayoría estaban rotas, siendo el lado izquierdo o el derecho nunca estaban completas, incluso se podía notar que habían hojas arrancadas.

Estaba tan sumida pensando en este nuevo misterio, mientras sostenía mi collar, que no me di cuenta cuando abrieron la puerta. 

Compitiendo con el playboyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora