12-Todo paso un jueves

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Esta semana esta bastante tranquila y aunque me cueste admitirlo, demasiado para mi gusto, en todos estos días ella no a venido a mi casa, la maldita se habrá olvidado del contrato que tenemos, tampoco tengo ganas de ir a buscarla, ya vendrá ella por su propio gusto, hoy apenas es jueves y ya estoy encima de un árbol escondido, debido a que Erica se puso esterica, reclamándome no pasar tiempo con otras chicas, tuve que explicarle inmediatamente que no eramos nada y que nunca lo seremos, esta hecha un mar de lágrimas, pero ya no me interesa pasar tiempo con ella, puede decirse que me aburrí de ella, si puede sonar cruel, pero que puedo decir, es la verdad.

Otra razón de la que estoy aquí, es que extrañamente note que durante los recesos algunos integrantes del combo de los 15 preguntaban por mi, cosa que no me da buena espina, no se que asuntos tendrán que tratar conmigo, pero no me interesa.

Después de clases como todas estas ultimas tardes me la pase en el hospital con mi pequeño angelito, la noche pasada mi tía se quedó a dormir en el hospital y esta noche me quedaría yo, ella había insistido en que no era correcto ya que al día siguiente tenia que ir al instituto pero nada me haría cambiar de opinión.

_ Adiós cariño me voy, mi tía bosteza dando a demostrar todo el cansancio acumulado que tenía en ella.

_ Debería de llamar a Eduardo para que te venga a buscar, en tu estado no podrás manejar.

_ Que chico este, mi casa queda a cinco minutos del hospital, insinúas que no tengo la suficiente fuerza para soportar eso.

_ Se estira y me da un beso de despedida en las mejillas, después intenta jalarme los cachetes pero no la dejo.

_ Adiós gruñón, la dejo irse.

Me quedo mirando a Mirabel y cuando casi sierro los ojos del sueño, mi celular suena, tomo la llamada un poco molesto, son casi las 12 de la noche nadie debería estar despierto a estas horas, por sentido común.

Cuando logro espantar el sueño, oigo la voz desesperada de Eduardo y un sonido de ambulancia que encienden todas mis alarmas, eso es lo que se escucha de fondo.

__ Dilian tienes que venir urgentemente, Esmeralda, ella.. se le entrecorta la voz.

Cierro la llamada tomo mi abrigo tan rápido que nisiquiera noto que Mirabel esta despierta, escuchando todo, llamo a una enfermera para que se quede con Mirabel y sin esperar que entre a la habitación de mi hermana, empiezo a correr por todo el camino que mi tía debió haber recorido sana y salva, cosa que no había cumplido.

En el trascurso del camino derramo unas pocas lagrimas que se me escapan, mientras me repito mentalmente que ella debe de estar bien.

Allí esta mi tía, inconsciente, mientras intentan pasarla del suelo que solo esta lleno de su sangre, a la camilla, apuro el paso, mientras veo como los paramedicos, o quienes sean intentan detener la hemorragia, me quedo observando mientras hago miles de preguntas y todos me ignoran.

Supongo que es lo normal en estas situaciones, tomo el brazo con fuerza, a uno de los hombres que atendían a mi tía.

__ Ella estará bien, verdad.

Este solo dice que me tranquilice y que todo estará bien, ellos no me permiten acercarme a mi tía, por algún estúpido motivo, no me dejan.

Esmeralda no fue la única errida, en el suelo inerte se encuentra el cuerpo de una niña de dos años, me da mucha pena, nadie le presta atención a aquel cuerpo, ya que los paramedicos están atendiendo a mi tía y a dos mujeres más, no importa de quien allá sido la culpa esto es una situación sumamente despreciable.

Veo a mi tío Eduardo, solo a él lo dejan entrar junto con mi tía a la ambulancia, ya esta hiendose, oigo el nombre del lugar a donde se dirigen por casualidad,después de eso solo los miro alejarse.

Mientra que una mujer de tal vez 37 años, se acerca a donde estoy, no se dirige a mi sino al cuerpo de la niña, le miro, ella llora sin consuelo, yo solo me mantengo con la cabeza gacha, me acerco a la mujer, la cuál ahora grita estericamente.

Acaba de notar que la bebe ya no esta con vida.

__ Sara, Sara amor despierta, te comprare ese helado, ya no estés molesta conmigo, no salgas corriendo donde no pueda verte.

Lloro, lloro y lloro junto a esta mujer que no conozco, por mi tía, por su niña que nunca conocí y por mi hermana que esta sufriendo.

Que tanto más tengo que sufrir en esta vida, prefería estar igual que mi hermano, tal vez él debería de ser el que este vivo.

Camino ya sin fuerzas, ni lagrimas a mi casa, la cual esta a una hora de distancia pero poco me importa.
Al entrar a mi habitación me encuentro con Emeli, no se que hace aquí, tampoco me importa, me hecho en la cama y me hago un ovillo, mientras Emeli me empieza a abrazar de un momento a otro y así me quedo dormido entre el dolor y la pena.

No se porque me dormí esa noche, si no habia dormido nada desde el día que Mirabel entro a la fase 2, tal vez era porque Emeli estaba a mi lado, aun así no dormí más de dos horas y me dirigí al hospital donde no solo se encontraba mi hermana sino que también mi tía.

Antes de entrar a alguna de las dos habitaciones veo una enfermera llorando mientras otra la consuela, la misma enfermera con que deje a mi hermana y la cual es la mejor amiga de mi tía, este hecho me alarma, con mis ojos busco a mi tío, lo localizo rápidamente y corro hacia el, este tiene los ojos rojos de tanto llorar.

__ Que paso con Esmeralda, como esta ella, digo desesperado.

El con unas manos temblorosas, y una voz entrecortada por las lagrimas, que estaban en sus ojos, me firmemente.

__ Mirabel, ella, nuestra pequeña bebe . ... (llora mas fuerte) ya no esta con nosotros, ella no esta aquí pequeño Daniel.

Nisiquiera puse atención a que ese no era mi nombre, lo rempuje y empece a gritarle mentirosos, mientras este me miraba llorando, salí corriendo a la habitación de mi hermana, estaba vacia, entre a otros cuartos pero en ninguno estaba ella.

Pov Eduardo

Dilia estaba como loco, corría de un cuarto a otro, en busca de alguien que no encontraría, anoche no lo llame, porque supe que esto pasaría y por eso mismo mande a que se llevaran el cuerpo a mi casa para el entierro, sabia que Dilian no lo soportaría y con lo que paso ayer estaba mentalmente cansado.

Tuvieron que dormirlo, el no estaba bien, y después de esto no sé cuando lo estará.

Esmeralda aun vivía, sus heridas no eran tan graves y todo la sangre por la que se encontraba rodeada, no solo le pertenecía a ella.

Aun no se porque ocurrió el accidente, de las otras tres mujeres solo una llego consiente y no quiere decir o explicar nada de lo que sucedió, no se si es por la conmoción del accidente, pero aun así me enfada que no quiera hablar, de las otras dos mujeres una murio llegando al hospital y la otra esta un estado grave.

Entro a Dilian, en el auto colocandolo en los asientos de atrás, este aún duerme, conduzco hacia el destino, uno que solo yo podre manejar, el entierro de la pequeña Mirabel.

Suspiro reteniendo las lagrimas, no me puedo imaginar contarle todo lo sucedido a Esmeralda, ella adoraba a esa niña mas de lo qué una tía debería, la amaba como una madre, detengo el carro y me pongo a pensar, Dilian despierta.

Compitiendo con el playboyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora