Adventures of Jaehwa and Sehun.

Betrayed

—¡Sehun!. Ya han pasado dos horas.¿Puedes parar de una vez?.
Ella se encontraba medio acostada en el porche mientras la larga figura de su novio rebuscaba entre los arbustos del patio,gruñiendo cosas ininteligibles entre dientes y respirando pesado. El pelo oscuro se le había pegado en la frente por el sudor.
—Un animal ha estado en mi casa,yeobo.¡Y Vivi no me ha alertado!. Ese intruso le ha comido todo el alimento de nuestro hijo y ha dejado huellas por toda la sala y—
—Basta.
—¡Estoy dolido!.¡Me siento traicionado!. Vivi ha dejado que profanen nuestro hogar—
Jaehwa rodó los ojos y,sinceramente,dejó de escuchar el arranque caprichoso.
Sehun la había llamado hacía unas horas todo sin respiración y con las palabras entrechocándose unas contra otras. Ella no le había entendido ni la mitad,pero por el tono ena voz de su novio imaginaba que era algo grave.
Debería haberlo sabido mejor.
Había llegado para encontrar pequeñas patitas de barro adornando el prístino piso del salón,y unos pasos más allá,a Sehun arrodillado,hablándole velozmente a Vivi,y con un claro ceño enojado en el rostro.
Él había despotricado en cómo un animal,seguramente un perro,había entrado y se había comido la comida de Vivi,ensuciado el piso,y orinado el sillón nuevo que había comprado su madre hacía unos días.
—Si soy sincera,me hubiese quedado en casa.—Jae le dijo,mientras finalmente él se sentaba a su lado,todavía molesto,todavía sintiéndose traicionado,si los ojos tristes con los que miraba a la bola de pelos blanca era algún indicio.
—¿Por qué eres así,yeobo?. Soy tu novio,no un—
—¡Pero mira el problema que te has montado!. Bien,un pobre perro ha entrado a tu casa,¿y qué?. Lo más grave va a ser explicarle a tu madre lo del sillón,pero amigo,todo este ajetreo es innecesario.
—¿Y qué si le hacía daño a Vivi?.¿No te preocupa nuestro hijo?.
Jae se rió y subió a la bola de pelos sobre su regazo y le pasó los dedos sobre la suave piel.
—Él está bien,Hunnie. Incluso se ve feliz.¡Quizás hasta hizo un nuevo amigo o amiga!. A ti sólo te gusta exagerar.
Sehun hizo un puchero y se dejó caer de espaldas,gruñendo agotado.
Un cómodo silencio los rodeó,mientras ella seguía con las caricias a Vivi,y Sehun se perdía en sus pensamientos.
—¿Y qué si regresa?.
—¡Ugh,Sehun!.