Adventures of Jaehwa and Sehun.

Can you?

Jaehwa correteaba de acá para allá mientras Sehun la miraba desde su lugar en el suave colchón, con los ojos entrecerrados y las gruesas cejas hacia abajo.
Ella murmuraba debajo de su aliento,con sus apurados pasos resonando gracias a los tacones que llevaba puestos.
Ella se veía hermosa,y Sehun se lo había dicho. Aunque...no con el tono que le hubiera gustado.
Era un sábado a la noche. Una noche hermosa,con un aire amable y las estrellas brillando como diamantes en la inmensidad del cielo.
Y él estaba irritado.
Su día había comenzado con su muy querida novia llamándolo para decirle que el pequeño Dowoon estaba cumpliendo años y que ellos,ambos,habían sido invitados.
El chico era amable,y talentoso,y siempre que veía a Sehun le daba una pequeña sonrisa reticente,pero a él no le gustaba nada el hecho de que estuviera enamorado de su yeobo.
—Dowoon es mi amigo.Sólo mi amigo, Hun.—le decía exasperada cada vez que él hacía brotar un puchero de sus labios y ponía mala cara.—¿Quieres que tengamos la charla de lo tóxicos que son los celos otra vez?.
No.
Él no quería tenerla,ya lo sabía.
Sabía cuan malos eran y lo irracionales también.
Jaehwa siempre había sido una persona leal,hasta el último maravilloso gramo de su cuerpo estaba lleno de lealtad. Nunca le había dado razones para dudar de su amor,y él no tenía ningunas.
Pero esa molestia que siempre sentía en el pecho cada vez venía de la nada,tan rápida como un rayo,y se asentaba en su garganta para quedarse allí hasta que Jaehwa lo miraba con sus dulces ojos y noquedaba nada más que maravilla por la cantidad de amor que los ojos podían transmitir. Y por la cantidad de amor que él podía sentir.
Él le había prometido trabajar esa inquietud,y hacerla desaparecer de una vez. Pero parecía que iba a quedarse por un tiempo más.
Cuando escuchó el gritito de victoria miró haciella condiversión. Sostenía entre los dedos un pequeño pendiente y se veía más que satisfecha.
—Ahora si podemos irnos.—canturreó feliz,tomando una cartera que se cruzó sobre elpecho,y estirándole una mano par levantarlo de su posición.
Sehun gruño y se hundió aún más en el colchón.
—Oh Sehun...—dijo con advertencia,mientras esa testaruda mano seguía estirada.—Lo prometiste.
Sehun volvió agruñir.
Ambos mantuvieron en silencio,él con el rostro vuelto hacia las mantas que olían al perfume de Jaehwa, y ella con la mano todavía estirada.
Sehun no tenía que mirar para saber que tenía la mirada.
—Eso es.—ella se rió mientras él se levantaba pesadamente y envolvía un largo brazo alrededor de su cintura.
—Vamos antes de que me arrepienta.
—No vas arrepentirte. Todos van a estar allí y vamos a pasar un increíble momento.
El tarareó en respuesta mientras salían de la habitación y salían hacia la noche con el todavía envuelto a su alrededor.
Antes de subir al auto que sus padres le habían prestado,Jaehwa lo miró desde el lado del conductor.
—Se bueno,¿quieres?.
—Siempre soy bueno,yeobo. Más que bueno. Impresionante.
—Estoy hablando enserio.
—Igual yo.