Bad period

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Jaehwa estaba caliente debajo de sus manos. El pelo se le pegaba a la frente sudorosa y sus ojos estaban cerrados con un claro grado de dolor. Sus pantalones de algodón tenían un manchón rojo en la parte trasera,y a pesar de que Sehun la había conocido durante toda su vida,Jaehwa tenía un claro sonrojo en las mejillas.
Sehun retorcía nervioso sus manos,abriendo y cerrando la boca a último momento.
¡Haz algo!,se decía.
—Yeobo,es-es algo normal. No estés avergonzada,¿bien?.
Jae no lo miraba,y Sehun quería tomarla por ambos lados del rostro y besar lo rosado de su rostro. Eran tan pocas las veces en las que él podía verla sonrojarse,que ese rosado era casi ajeno.
—Escucha.—dijo,aclarándose la garganta e intentando no molestarla o hacer algún tipo de broma sin quererlo. Sehun le puso las manos en los hombros,acariciando lejos la tensión.—Ve a darte un baño,¿si?. V-voy a tu casa a buscarte ropa interior mientras lo haces.
Jaehwa se tensó una vez más,y Sehun arrugó el rostro.
—¿Qué pasa,yeobo?.
Ella gimió,enterrando la cara en las manos y soltando una risita resignada.
—Hun.—se quejó,dejando caer su frente contra su pecho.—Tampoco tengo toallas sanitarias.
Y lo miró,con el labio curvado en un puchero.

Sehun mantenía la cabeza baja,mirando los precios y los diversos tipos de toallitas

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Sehun mantenía la cabeza baja,mirando los precios y los diversos tipos de toallitas. Con alas,sin alas,livianas,de noche. Él no entendía por qué tanta diversidad.
La luz sobre su cabeza titilaba un poco,y una gota de sudor había empezado a deslizarse por su sien. Un grupo de adolescentes no habían dejado de mirarlo desde que se había dirigido a ese sector. De vez en cuando podía escuchar risitas agudas y uno que otro suspiro. Sehun intentó recordar de qué tipo había pedido su yeobo,pero todo parecía haberse borrado de su cabeza.
Con manos temblorosas,sacó el teléfono de su bolsillo delantero,y llamó,rogando porque ella contestase. Luego de unos cuatro timbrados,escuchó su voz.
—¿Qué pasa,Hun?.—podía escuchar el sonido de la ducha,y Jaehwa sonaba un tanto irritada.
—Yeobo.—gimió,sintiendo como el rosa subía a sus orejas.—¿Cuál era la que necesitabas?.
Ella suspiró al otro lado de la línea,y el podía imaginarla sosteniéndose el puente de la nariz.
—Las verdes,Hun. Las verdes con alas.—sus ojos frenéticos buscaron por el paquete verde,y lo tomó con el alivio recorriendole cada parte del cuerpo.
—Bueno,lo tengo. Te veo enseguida.
La muchachitas seguían en el mismo sitio,intentando mirar disimuladamente,pero fallando en el intento. Sehun se detuvo en sus pasos y sólo por las dudas,compró un paquete más.

—Deberías llevarle esto—el padre de Jaehwa le pasó una pequeña cajita de medicamentos

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—Deberías llevarle esto—el padre de Jaehwa le pasó una pequeña cajita de medicamentos.—El dolor puede ponerse bastante intenso.
Sehun lo sabía.
Recordaba haberla visto llorar y hasta vomitar. La había visto no comer nada en los días que duraba su período y había sido víctima del enojo que el dolor le traía. Sehun lo había visto todo,y era por eso que sus pies no se quedaban quietos. Él quería regresar con rapidez,para poder darle lo que necesitaba y ayudarla a sentirse mejor.
Ella se habría reído tanto si hubiese sabido la ansiedad que lo atacaba.
La madre de Jaehwa apareció con una pequeña bolsita en las manos,donde había guardado lo que necesitaba,y él se inclinó profundamente con gratitud.
—Muchas gracias.—ella le sonrió con cariño y le despeinó el cabello.
Luego de despedirse adecuadamente,Sehun subió al auto de su padre y lo encendió,saliendo de la calzada con rapidez,y agradeciendo de que su hogar no se encontrase demasiado lejos. Él miró hacia el asiento del conductor,y suspiró aliviado,observando todo lo necesario.
A los cinco minutos estaba aparcando fuera de casa,cerrando la puerta y entrando en el salón,donde su madre estaba sentada viendo una película. Ella observó lo que su hijo traía en las manos y levantó las cejas,pero no dijo nada. Sehun se sonrojó y subió a su habitación,donde la ducha todavía estaba encendida.
—¿Yeobo?.¿Yeobo?.
—¿Si?.—la voz de Jaehwa resonaba en el cuarto de azulejos,la ducha seguía encendida.
—Voy...voy a dejarte las cosas sobre el mesón,¿bien?.
Abrió la puerta con un suave clic,y el vapor de la habitación le rizó los cabellos de las sienes. Jaehwa estaba tarareando algo,y él intentaba no mirar a su silueta que aparecía a través de la cortina.
Dejó con cuidado las cosas al lado de la pileta,con cuidado de no mojarlas y vió su cabeza apareciendo por un lado de la cortina.
Tenía el cabello aplastado y el rostro húmedo. Una mirada suave en sus ojos,y la boca en casi una sonrisa. Sehun sintió sonrojarse.
—Gracias,Hun.
—No es nada,yeobo.
Cerró la puerta suavemente mientras el sonido de la ducha se detenía finalmente. Él decidió poner un poco de música en su teléfono,mientras acomodaba las mantas y colocaba las barras de chocolate sobre la mesita de luz.
El corazón aceleró su ritmo mientras las primeras palabras salieron por los altavoces.

Sí,se que el amor es como los fantasmas.
Oh,pocos lo han visto,pero todo el mundo habla.

Jaehwa salió del cuarto de baño,con el pelo todavía mojado y una expresión de cansancio. Pero,de algún modo,parecía estar mejor.
Ella sonrió al escuchar su canción favorita,y tomó la pastilla para menguar el dolor antes de pararse en la punta de los pies para dejar un suave beso en sus labios. Sehun la guió hacia la cama,dejándola tomar su lado izquierdo de siempre,y se dejó caer a su lado,tapándolos a ambos.
Ella usó su brazo como almohada,y hundió la nariz en su cuello,poniéndole la piel de gallina. La podía escuchar murmurar bajito.

Sí,se que el amor es como los fantasmas.
Oh,y la luz de la luna,nena,te muestra lo que es real.

—¿Te sientes mejor?.—le susurró sobre el pelo,pasando la punta de sus dedos sobre la extensión de su brazo.
—Mmhm.
Sehun podía sentir que lentamente se deslizaba al mundo de los sueños. Su respiración era más lenta contra su cuello,y sus palabras salían borrosas. Ella siempre quedaba agotada luego de un período duro.

Oh,canto todo el día y te amo a través de la noche.

Besó su coronilla,sintiéndose completamente en paz con su yeobo en los brazos. Sintiéndose feliz a pesar de que la canción era una triste,una que hablaba de desamores.
Sehun nunca se había sentido más enamorado mientras su mejor amiga en todo el mundo se dormía en sus brazos,libre de cualquier tipo de dolor.

Adventures of Jaehwa and Sehun.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora