•°5 años°•

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•°"Dime, ¿acaso es así cómo las cosas terminarán?

Estoy cansado de buscarte y no encontrarte, ¿sabes? Tengo algo que quiero decirte.

Quizás te molestes, quizás de verdad te sorprenda.

He terminado....

Soy un hombre libre... Tal y cómo lo había planeado desde antes.

¿Me darías una oportunidad de explicarte las cosas? Yahiko.

Porfavor, dejame encontrarte. Después de todo, ya han pasado 5 años."°•

Había leído aquella carta más de una ves, la he conseguido porque la habían enviado a mi vieja dirección. Sí, han pasado 6 años exactamente y yo aún no he botado éste pedazo de papel. Estoy molesto, pero, también me siento frustrado. Ni yo mismo entiendo la razón de ello, sólo sé que sí lo vuelvo a ver juro que golpearia tan fuerte su rostro que no va a volver a sonreír de ésa manera tan promiscua.

Yo, había renunciado a mi trabajo, no me volvieron a buscar desde entonces. Me dejarón cómo un simple caso perdido, mi Sensei pensó que estaba loco. Pero, no era eso, la verdad todos los días se me hacía difícil conciliar el sueño. Su rostro siempre aparecía ahí, y siempre me llamaba cómo si me necesitara.

Hoy, de pura casualidad me encontré con una mujer rubia, sus ojos esmeraldas eran fríos, pero lo que me sorprendió fue aquel mocoso que ella sostenía de la mano.

Si no conociera a Obito lo suficiente, diría que es su hijo. Pero no, me había equivocado en ésa suposición. Aquella mujer, no era la prometida de él más bien una espía que intentó de todas las maneras posibles perjudicarle. Pero, sólo se éso, ya dejé de investigar sobre el. Después de todo, ya no es mi problema.

Había perdido la noción del tiempo metido en su habitación, cada día al despertar se encargaba siempre de enviar una carta con su primo y también empleado Itachi Uchiha. No estaba conforme con ello pero aún así ayudaría a su jefe en lo que pudiera. Itachi había logrado dar con el paradero de Pain pero, por cuestiones personales no permitiría a su primo el reencuentro con ésa persona. Después de todo era su culpa el que Obito estuviera al borde del colapso. Éso era lo que pensaba, Itachi bajó de aquel lujoso auto en aquella isla tropical en la que Pain se había "perdido" y sin más tocó la puerta qué fácilmente podría destruirse de un pequeño empujoncito.

El caballero del otro lado de la misma suspiró no esperando aquella visita en su casa. Se levantó de su maltratada cama y sacó aquellas desgastadas sábanas a un lado luego de haber cojido el bastón para poder apoyarse en él y de ésa forma poder caminar al recibidor.

Abrió la puerta, el semblante serio de aquella persona parecía reconocerlo pero ni se inmuto.

•Me gustaría saber lo que haces aquí... Pero... Observa alrededor con extremo cuidado. Tal parece que no has sido enviado por terceros.... Porfavor pasa adelante.

Parecía que los años no habían pasado en aquel rostro joven, Yahiko lucía igual tal y cómo Itachi lo recordaba. Excepto qué de su cuerpo colgaban unos cables que se sujetaban en una pared de la cual unos líquidos verdosos burbujeaban dando un toque demasiado perturbador. Quizás la típica escena de un científico obsesionado con la experimentación en humanos.

•Lo preguntaré una ves porque la verdad me perturba.

Pain, observó a su contrario, la pared y para terminar aquellas mangas que se encargaban de transferir el líquido.

¡Es una orden! (Yaoi-ObitoxPain)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora