¡Es una orden! (Yaoi-ObitoxPain)

•°¿Qué harás?°•

Había amanecido y Obito había devuelto al joven a su habitación justo antes de ver salir el sol. Sus pensamientos en estos momentos eran con aquel niño cómo autor, no podía removerlo de su memoria y éso estaba influyendo en su trabajo. Suspiró por 5ta ves, había estado encerrado en aquella habitación desconocida por mucho tiempo ya, había salido de su casa para completar aquella tarea qué con tanta insistencia su padre le pidió. Esta ves decidió respetar la privacidad del de cabellos naranja pero unos ruidos provenientes de aquella habitación le habían llamado la atención. Encendió el TV y entonces le vió, estaba guardando sus cosas en su maleta, viéndolo así parecía que quería irse pero él nunca había guardado nada en aquella habitación en primer lugar. Observó las armas de éste, una gran variedad a decir verdad pero aquellas Winchester les encantaba a ambos hombres. Procuró dejarle una nota con unas cuántas instrucciones como nuevo líder sustituto de Akatsuki mientras el volvía. Pain acepto eso sin dudarlo púes ahora que ambos están lejos él podía pensar mejor y prepararse para cuándo éste volviera, ése era el plan. El pelinegro desconecto la conexión entre su teléfono y el TV del hotel en el qué estaba y apagó el micrófono qué le permitía oír los movimientos del de ojos miel, púes ya él se había ido y tenía que completar lo que su padre le había ordenado. Entonces luego de haberse arreglado finalmente sale de la habitación y entonces decide buscar a su "prometida" con el fin de que la prensa hiciera su trabajo, el cuál consistía en crear rumores acerca de ambas compañías uniéndose en matrimonio. Porque así era cómo les veía la sociedad, no les importaba lo sentimientos, si quiera la privacidad de los autores después de todo luego que tuvieran algo de qué hablar ellos serían felices. La mujer era justo cómo su padre había dicho, rubia de ojos esmeraldas y una piel suave pero se veía qué era una mujer fuerte por lo qué la trato cómo se debía.

• Un placer conocerla al fin, Temari. Soy Obito Uchiha, su prometido.  Le habló de manera formal y con absoluto respeto a la ves que la tomaba de la mano y con caballerosidad besaba las mismas.

• Un placer, señor Uchiha....  Responde seca.  ¿Le gustaría acompañarme?

  Le dice poniéndose de pie para comenzar a caminar una ves el pelinegro a aceptado. Aquella conversación que ellos de seguro tendrían provocaría demasiada tensión y por ende no querían llamar la atención de ninguno de los presentes. Obito la llevó a su propia habitación y una ves allí las palabras comenzarón a invadir el silencio qué por algunos momentos se mantuvo en aquel lugar.

• Escucha Uchiha, no tengo intenciones de casarme contigo sólo estoy aquí por trabajo así que no creas que correré a ti cómo chiquilla enamorada.

El mayor la observó con algo de burla, púes nadie (además de su padre) le había hablado de tal manera. Tironeo de su corbata y sirviendose un trago frío de whiskey le respondió:

• Que mocosa tan atrevida.....  Pero esta bien, tampoco tengo mucho interés. ¿Y?  ¿Cómo convenseras a tus padres? 

Le preguntó y pareció que había pisado una mina, púes la contraria le observó con sus ojos vacíos y perdidos para entonces responder.

• Hermanos querrás decir.  Llevaba sus pasos al mismo lugar en dónde el pelinegro, estaba imitando sus movimientos.  Mis padres murieron hace mucho, una sociedad los había matado.  Escupió provocando un escalofríos en el contrario más éste no mostró ninguna alteración en su rostro o cuerpo.  En fin....  Sólo son estupideces, de todos modos mis hermanos saben de ello... Pero el gobernador no. .  espero discreción de tu parte.. Mmm....  ¿Esposo?