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Capítulo 2.

Suspirabas profundamente mientras echabas el cuerpo hacia atrás en la silla de tu oficina.

Por un momento miraste al techo sin casi parpadear, agotada, hasta que cerraste los ojos y empezaron a pasar cosas por tu cabeza.

Ni tu ni Jimin habéis vuelto a contactar desde la última vez, hace tres meses. Pensaste que igual estaba ocupado por la gira y los conciertos, ya que desde que han tenido tanto éxito no han podido casi respirar según te cuenta JooE.

Pero tampoco le contactaste tú, ya que aún no habías decidido del todo qué hacer.

Apretaste fuerte los ojos y comenzaste a agitar la cabeza de un lado para otro intentando no pensar en ello.

- ¿Te encuentras bien unnie? – Dijo una voz familiar.

Abriste lentamente los ojos y viste a JooE sentada en tu escritorio con una cucharita en la boca y un helado en la mano mirándote como si estuvieras loca.

- ¿Cuántas veces te he dicho que no te sientes encima de mis cosas? – Suspiraste, pero no hiciste el esfuerzo de hacerla bajar del escritorio.

JooE te ignoró por completo y siguió comiéndose el helado mientras te miraba aún confusa. Simplemente te quedaste callada esperando a que hablase, pero no lo hizo. Siguió acabándose el helado sin dejar de mirarte.

- ¿Qué quieres JooE? – Dijiste ya un poco molesta.

JooE abrió los ojos y miró al techo como si estuviese pensando en algo y le miraste confusa.

- Iba a decirte algo, pero se me ha olvidado. – Dijo riéndose mientras se rascaba la nuca. Simplemente suspiraste.

- Espero que no fuese nada importante.

Volvió a ignorarte y siguió comiéndose el helado tranquilamente sin bajarse de tu escritorio. Seguías un poco molesta pero lo dejaste pasar. JooE es la hija del jefe de la empresa pero aún es muy joven. Tu jefe te encargó ayudar y enseñar a JooE a trabajar en la empresa, pero para ti solo es una niña, por muy testaruda que es, no puedes odiarla ni echarle la bronca, la tratas como tu hermana pequeña.

Mientras pensabas todo esto inconscientemente sonreíste mientras mirabas a JooE, haciendo que ésta te mirase preocupada y asustada a la vez.

Te diste cuenta de su expresión, por lo que te extrañó.

- ¿Te pasa algo? – Preguntaste preocupada.

- ¿Te pasa a ti algo? – Dijo con cara de disgusto.

- ¿De qué hablas?

- ¡Deja de mirarme mientras sonríes! ¡Das miedo!

- ¡Yah!

JooE simplemente rió y tú no tardaste en acompañarla hasta que JooE de pronto dio un pequeño salto aún sentada en tu escritorio abriendo los ojos y haciendo una "O" con la boca.

- ¡Unnie! – Gritó emocionada.

- ¿Q-qué pasa ahora? – Dijiste confusa.

- ¡Ya recuerdo lo que tenía que decirte! – Dejó a un lado el vaso de plástico donde tenía antes el helado y sacó su móvil del bolsillo.

Simplemente la miraste confusa y te quedaste callada esperando lo que te iba a enseñar en el móvil.

- ¡Mira! – Colocó la pantalla de su móvil en tu cara y te puso un auricular en un oído mientras que ella se ponía el otro en su otro oído.