Dulce y estúpido destino [Chanbaek]

Nineteen.

Dedicado a AhneeByun te dije que se venía pronto la actu, gracias por la paciencia ❤️ ¡A leer!

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Baekhyun había pasado unos días agradables junto a su madre, la mujer poco a poco iba recuperándose y era perfecto para el rubio notar cada pequeño detalle que demostraba su mejoría. Se sintió demasiado feliz cuando la mujer que le dio la vida, le extendió una bonita caja con un listón azul en ella, apenas lo vio esa mañana. Ella lo había recordado.

- No lo olvidé, lo tenía apuntado en mi calendario, aquel que está junto a la foto de nosotros tres, amor. ¡Por fin recordé tu cumpleaños! -sonrió y luego frunció ligeramente el ceño- Aunque con ayuda de mi calendario, claro.

Baekhyun quitó las lágrimas de sus mejillas y sonrió.

- Gracias, mamá.

- Pero, Baekkie. No llores, mi amor.

- De acuerdo, ya no lloro.

Baekhyun solo podía sonreír enormemente. Era dichoso.

- No has quitado esa hermosa sonrisa en lo que vamos del camino. ¿En qué piensas? -Chanyeol preguntó-

El alto había ido por el rubio hasta la estación de trenes y luego lo había invitado a almorzar. Era el cumpleaños de Baekhyun y quería pasarlo con él  desde el primer momento en que lo tuviera cerca.

- Pensaba en mamá.

- ¿Cómo está ella?

- Muy bien, te manda saludos por cierto -sonrió- Es increíble que te recuerde tan bien.

- Es lo que los hombres bien parecidos  podemos lograr.

- Me fui por dos días ¿Cómo es que pensé por un segundo que tu narcisismo iba a esfumarse?

- Nada de eso -se detuvo en un semáforo en rojo y giró su rostro para observar el rostro bonito de Baekhyun- Cuéntame más.

El rubio miró con detenimiento como la mano del gigante se posaba en su pierna y sin algún tipo de señal que revelara su vergüenza, puso sus cinco dedos encima de los del otro.

- Ella recordó mi cumpleaños. Han pasado años desde eso, Yeol. No sabes lo feliz que me sentí cuando ella me entregó un obsequio y la verdad no era necesario, aún con solo una felicitación y un beso suyo, hubieran sido suficientes para hacerme el hombre más afortunado. Lo so ahora aun más.

- Me alegra mucho oír eso, bonito.

Baekhyun bajó la mirada, avergonzado. Ese gigante tonto siempre lograba hacer que sus mejillas se colorearan de un rojo brillante, como las de una adolescente enamorada.

Chanyeol quitó su mano de la pierna del rubio y siguió su camino cuando el semáforo cambió a verde.

- ¿Estás seguro que quieres ir a tu departamento? Podemos ir a algún otro lugar.

- Estoy un poco cansado. Pero gracias por el almuerzo, creo que fue un gesto lindo.

- Aunque me gané el odio de tus mejores amigos.

- Les arrebataste la tradición -rió-

- ¿Salían juntos todos los años?

- Sí, desde que mamá fue internada, ellos se encargaron de hacerme sonreír cada cumpleaños y bueno junto con ya sabes quién -rascó su nuca un poco nervioso al recordar a Jongin-