Respuesta

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Nada más llegar, vio al azabache dejándose llevar por el agua en la piscina. Se le veía tranquilo y relajado, su expresión hizo sonreír al pelirrosa.

-Alguna vez saldrás del agua? -dijo el mencionado para que notara su presencia.

El pelinegro abrió los ojos, lo vio y se incorporó. Lo invitó a entrar en la piscina, cosa que el ojirrosa aceptó y, con rapidez, se quitó la ropa, quedando en traje de baño, y se tiró a la piscina.

-Puedo responderte. -afirmó el ojiazul, mirando a los ojos a su acompañante.

-Y bien? -quiso saber este último mencionado.

-Podemos intentar algo. -respondió indiferente el azabache.

El más alto mostró una gran sonrisa- Si! Gracias! -lo abrazó.

-Si me haces daño de nuevo puedes olvidarte de mí -dijo frívolo el más bajo, aunque correspondiendo el abrazo.

-Prometo que nunca más te haré sufrir. -afirmó esta vez el pelirrosa, aumentando la fuerza del abrazo.

Unos minutos después estaban haciendo un relevo tras otro: primero empezaba Rin y le seguía Haru, luego al contrario, luego estilo libre... Simplemente nadaban juntos, sincronizados, eso era lo que más les importaba en ese momento: estar en contacto con el agua mientras sentían cómo el otro se sincronizaba con ellos.

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-Vale, te toca -dijo alegre el pelirrosa.

-Tírarlas. -ordenó el de menor estatura mientras se ponía sus gafas y se preparaba para lanzarse a por las de su reciente pareja.

El último mencionado lanzó sus gafas con fuerza a la piscina, cayendo en el centro de ésta y hundiéndose al instante. Una vez las gafas tocaron el suelo de la piscina, el pelinegro se lanzó a ésta y empezó a bucear para alcanzarlas.

Pocos segundos después, salió del agua y dejó las gafas en el borde de la piscina.

-30 segundos, es un nuevo récord. -confirmó el ojirrosa mirando un cronómetro.

-Ya te dije que no me importa el tiempo -dijo frío el ojiazul-, lo único que me importa es estar en el agua y nadar.

-Lo se, lo se, pero me sigue impresionando lo rápido que eres. -respondió el más alto con una sonrisa en su rostro, mostrando levemente los dientes que tanto cautivaban al otro.

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- Haru-chan! Rin-chan! -empezó a llamarlos el más bajo.

-Ya te dije que no me gusta que me llames así. -contestó el azabache.

-Cómo fue? -preguntó la hermana del pelirrosa con una pequeña sonrisa.

-Se podía decir que bien. -ambos chicos se miraron mutuamente mientras que el de dientes afilados respondía a su hermana.

-Están saliendo!? -volvió a preguntar esta vez el rubio.

-Si. -contestó frívolo el ojiazul. Esta respuesta hizo que los dos más bajos empezasen a gritar.

-Qué bien! Gou-chan, hay que planear la boda! -dijo emocionado el de ojos violetas.

-Que me digas Kou! -se enfadó la chica, aunque luego volvió a su emoción- Y si, hay que planear todos los detalles!

-Eh, eh, eh! -los interrumpió el hermano mayor de ella- Acabamos de empezar a salir, tampoco es para planear una boda.

-Algún día pasará, pero no por ahora. -afirmó indiferente el azabache.

Los dos de menor estatura volvieron a gritar. Por su parte, un sonrojo apareció en las mejillas del más alto, su pareja lo miró de reojo y, acto seguido, se lanzó de nuevo a la piscina.

Mi Mayor DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora